Mañueco demanda a Tudanca comprensión con las decisiones duras que toma la Junta

«Le pido que me entienda, que me escuche y que me comprenda. En todo lo que digo y en todo lo que hacemos». Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla yLeón, demandó ayer comprensión total al socialista Luis Tudanca con el proceder de la Junta frente a la covid-19, en un debate en las Cortes en el que volvió a acusar al jefe de la oposición de usar la sanidad como «ariete político» con la comunidad en situación de riesgo extremo.

«Es una pandemia mundial», remarcó el dirigente popular para justificar medidas, como el cierre hostelero, el toque de queda o la prohibición de acceso y salida de Castilla y León, «duras y complicadas», pero sobre las que avanzó que dejan ver «señales de humo positivas».

Mañueco y Tudanca abrieron un pleno autonómico con la sanidad y la situación del personal sanitario en medio del pimpampun parlamentario. «Usted ha tenido desde el inicio de esta pandemia el apoyo de toda la comunidad y se ha empeñado en quedarse solo», criticó el socialista. El portavoz del PSOE invitó al presidente a practicar la autocrítica. Recordó que Castilla yLeón lidera casos totales de contagios, de incidencia, de fallecidos y de muertos en residencias. «Siempre estamos en los primeros lugares. ¿Han pensado si puede estar fallando algo en las medidas que están tomando?», inquirió el dirigente socialista.

Tudanca encabezó el rosario de procuradores de la oposición que exigió la retirada del «decretazo» que permite a la Junta mover a los sanitarios y cambiar turnos de trabajo, vacaciones o descansos en aras de garantizar la asistencia. «Retire el decreto o márchense, no tiene otra salida», urgió. A eso sumó la petición de apoyo al plan de choque del PSOE para la hostelería con ayudas para el pago de alquileres y 'cheques' directos para autónomos y pequeños empresarios se sobrepongan al cierre obligado de sus negocios. Lo cifró en 40 millones.

«Muy pequeñas se quedan sus ambiciones», replicó Fernández Mañueco. El presidente consideró que, a falta del plan estatal, el frente de apoyo a los sectores afectados por la crisis está cubierto con el plan de choque de la Junta y el acuerdo con Iberaval, que según dijo movilizará 375 millones de euros entre ayudas directas y líneas de crédito». Tuvo que escuchar después que la Junta aún no ha pagado las subvenciones prometidas en marzo. «Hosteleros y demás sectores siguen sin ver un euro», precisó Luis Mariano Santos, de UPL, que acusó a Mañueco de asumir un papel de actor secundario y esconderse «tras el oráculo». El leonesista aclaró de inmediato a quien se refería: «Va camino de convertirse en el felpudo del señor Igea».

Santos había criticado antes que se envíe a médicos de León o Salamanca a atender el hospital de refuerzo habilitado en el viejo Río Hortega de Valladolid y Mañueco le acuso de aplicar una visión «localista, pacata y pobre» cuando hay que trabajar con un enfoque de «área única». Para defender su argumento, el presidente puso como ejemplo la reforma del hospital de Salamanca, con 300 millones de euros invertidos en su ciudad «gracias al esfuerzo y la solidaridad de todos los castellanos y leoneses».

Cerró el turno de preguntas Pablo Fernández, de Podemos, y le respondió el vicepresidente. El primero afeó a la Junta la situación de agotamiento de las plantillas de sanitarios. «No han contratado personal suficiente. ¿Quién va a querer venir aquí con las vejaciones a las que someten a los profesionales?», demandó. «Mienten sin recato todos los días», replicó Francisco Igea. El político de Cs esgrimió que lo que PSOEy Podemos tildan de «decretazo» es idéntico a lo que aprobaron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en el primer Estado de Alarma. «Un Gobierno que ahora se ha dado a la fuga», remató. «Por esos nos critican a nosotros», concluyó Igea.

Es pulso entre el de Podemos y el vicepresidente tuvo también sus encontronazos. Fernández preguntó a Igea si estaban bien pagados los médicos y el de Cs respondió que no y que le gustaría que si un cirujano tenía que operar al dirigente morado «de la cabeza», por si encontraba algo dentro, «no le pagaran la mitad que a usted por venir a decir tonterías».