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Empieza el curso político en Castilla y León con la tarea de sacar adelante el presupuesto que gestionará la Junta en 2022 como reto a cumplir antes del 31de diciembre. Unas cuentas que en el capítulo de ingresos van a estar engrasadas con el ... incremento de los fondos llegados de la UE para la recuperación postcovid, sin que aún se pueda concretar la cuantía que gestionará la comunidad autonóma. Los 924 millones para la PAC que llegan de Bruselas todos los años, crecerán el próximo ejercicio con recursos del Fondo de Recuperación y Resiliencia. Esa será una de las diferencias capitales respecto al presupuesto actual, el de 2021, que alcanza los 12.291,4 millones de euros .
A PP y Cs les falta, en esta ocasión, un escaño para garantizar la aprobación de las cuentas autonómicas y Alfonso Fernández Mañueco ha dado orden de iniciar la búsqueda de apoyos entre las fuerzas políticas que se sientan en las Cortes. La bancada en la que echará la caña es la de Grupo Mixto, concretamente frente a los tres escaños que suman Vox, UPL y Por Ávila. De ello se encargará, principalmente, el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo.
El proyecto de presupuesto de la comunidad para 2022 discurre en este momento a dos velocidades. Carlos Fernández Carriedo ha adelantado dos meses el inicio de los trabajos técnicos. La primera carga de las partidas tuvo lugar el 23 de julio, paso que en años anteriores se daba en la segunda semana de septiembre.
Ese primer borrador suele salirse de madre. Los consejeros sobrepasan la asignación de recursos que les ha comunicado el equipo de Fernández Carriedo. Es el punto de partida para «afinar» cifras, meter la tijera e ir «acomodando» esas aspiraciones de gasto a la realidad de la caja. La intensidad de esa labor de achique la marcan los ingresos y es ahí donde el propio presidente de la Junta reconoció esta semana que falta datos «por definir» del Gobierno central.
Los conocidos son la partida de ingresos que el Gobierno central enviará a la Junta a cuenta de la previsión de recaudación en Castilla y León, que serán 6.517,5 millones de euros. En 2021 ha sido 6.745,9. El 'roto' ascendería a 228,4 millones y tiene un origen claro, que es el ajuste a la baja de la cantidad entregada en 2020, año en que la pandemia atropelló la actividad económica primero y la tributaria después. El Ministerio de Hacienda cifra las entregas a cuenta de la parte que corresponde a la comunidad de la recaudación del IVA o el IRPF que se declara en Castilla y León en 6.822,3 millones de euros para 2022, pero estima que debe restar 344,7 millones porque la recaudación definitiva de 2020, la real, no cubre todo el dinero entregado a cuenta ese año. El resultado son esos 6.517,5 millones para 2022.
Por otro lado, el Ministerio de Hacienda ha decidido que las autonomías reduzcan el déficit con el que pueden cerrar las cuentas del 1,1% del PIB en 2021 al 0,6% en 2022. No es obligatorio cumplir ese ajuste, porque están suspendidos los objetivos de estabilidad, pero sí funciona como tasa de referencia. En el caso de Castilla y León, ese 0,5% menos de margen déficit supone dejar de contar con unos 300 millones de euros.
La primera serán los recursos europeos: El presupuesto recogerá una dotación importante de ingresos procedentes del Fondo de Recuperación y Resiliencia de la UE. La Junta se queja de los criterios de reparto del Gobierno y de que no hay margen de decisión para variar el gasto.
La segunda es si habrá o no Fondo Covid: Es una de las reclamaciones que Castilla y León plantea al Gobierno de Sánchez, que en 2021 puso en marcha un Fondo Covid que en el caso de Castilla y León la Junta cifra en 740 millones de euros. Esa partida no se contempla para 2022.
La tercera clave es el ajuste en el déficit: Otro de los aspectos que achica ingresos es el límite de déficit que el Gobierno asigna a las comunidades. Baja del 1,1% del PIB de 2021 al 0,6% para 2022. Eso supone, en el caso de Castilla y León, alrededor de 300 millones de euros.
La cuarta, y supone una novedad, es la inflación al alza: Este es un condicionante del que la política presupuestaria se había olvidado y que ha resucitado con el alza del precio de la electricidad. Condiciona subidas salariales y el coste de servicios y de la compra de suministros. Pesará en 2022.
La quinta clave es que PP y Cs están obligados a negocia: PP y Cs tenían mayoría en las Cortes de Castilla y León cuando aprobaron el presupuesto de 2021. Eso no pasa ahora, tras perder la formación liberal uno de sus escaños. Necesitarán al menos un voto.
A ese ajuste se suma el hecho de que este año el Gobierno central cedió a las comunidades una 'bolsa' de financiación equivalente al 1,1% de su PIB al asumir como propio ese déficit. Era un Fondo Covid, para afrontar el sobregasto de la pandemia en servicios esenciales, que en Castilla y León supuso una inyección de 740 millones de euros. «Para el 2022 desaparece y va a seguir habiendo gastos vinculados a la covid en Educación, en Sanidad, en servicios Sociales, porque estos no se acaban el 31 de diciembre de 2021. El Gobierno lo conoce y lo sensato es que recapacite y mantenga estos fondos», defiende el consejero de Economía y Hacienda.
Es una de las demandas que el presidente de la Junta quiere volver a plantear a Pedro Sánchez, cara a cara, en una reunión bilateral que ha solicitado oficialmente. Ya lo hizo en la Conferencia de Presidentes que acogió Salamanca el 30 de julio. Fernández Mañueco aseguró que esas dos cuestiones hacen que la comunidad parta, de salida, con 'menos mil' millones en los ingresos del próximo presupuesto respecto al de este año.
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