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Tres preguntas al presidente de la Junta en el pleno de las Cortes y las tres sobre la salud de la sanidad de Castilla y León, a las que se sumaban otras cuatro al consejero del área, han dejado ver un punto de encuentro imposible ... entre Junta y oposición en el diagnóstico y los tratamientos para encarar una asistencia sanitaria aquejada de falta de profesionales.
Alfonso Fernández Mañueco ha defendido que la proposición de ley que impulsa el PP en solitario va a «quitar metralla política en el futuro» a la sanidad autonómica. Esa proposición de ley, que no incluye sanciones por incumplimiento para los gestores públicos, establece días de consulta presencial que van de uno a cinco semanales en función de la población «de hecho» de las localidades de los consultorios y deja fuera de ese calendario a los pueblos de menos de 50 habitantes. Allí no habrá día de visita, sino atención «a demanda» del paciente. Llamando al centro comarcal.
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«Si quiere, podría ayudar», invitó Mañueco a Luis Tudanca, pero anticipando que lo que presentará el PSOE será «montones de excusas» para no sentarse a hablar de Sanidad con el gobierno de PP, que es también de Vox. «Blindan ustedes los recortes», recriminó el portavoz socialista a Mañueco, tras asegurar que la realidad se impone a las proposiciones de ley. Tudanca enumeró una ristra de consultorios en los que cuelga habitualmente el aviso de que se suspende la consulta por falta de sanitarios y aseguró que no se puede calificar de «blindaje» en 2023 a fijar por ley un calendario de consultas en vigor desde 1991, que es el que recoge la iniciativa que ha registrado el PP en las Cortes, y que se está incumpliendo en la práctica.
«Le preocupa más hacer política con la sanidad que la salud de las personas de Castilla y León», replicó Mañueco, que acusó a Tudanca de sentirse más a gusto pactando la «amnistía». Era el minuto 6 del pleno autonómico y salía a colación la «amnistía». En el 8 salieron a relucir «Bildu y Puigdemont». Fue cuando Mañueco afeó al socialista «querer meter miedo con la sanidad» cuando el modelo que defiende la Junta está, a su juicio, claro: «Una sanidad pública, universal, gratuita y de calidad, entre las mejores de España». Frente a eso, dijo el popular, el PSOE carece de modelo de comunidad, de Estado y de país. «Ese, tal vez, de lo digan Bildu y Puigdemont», espetó el popular a Tudanca.
Además de al socialista, el presidente de la Junta invitó al leonesista Luis Mariano Santos a realizar propuestas vía enmiendas a esa proposición de ley del 'blindaje' de los servicios esenciales. Santos estimó que no es coherente ofrecer un pacto y días después aparecer, vía de hechos consumados, con una regulación por ley de la atención en consultorios. Avisó de que no se fía. Es alcalde de Cistierna y en las urgencias que antes cubrían dos médicos en esa zona de salud, la Consejería de Sanidad ha dejado ahora uno. Eso supone un agujero de atención si hay más de un aviso a la vez. «Ni somos tontos ni nos vamos a quedar callados», subrayó el portavoz de UPL.
«Todos van a tener lo que se merecen y lo que les corresponde. No se van a quitar los médicos de las guardias... En eso empeño yo la palabra, porque si no, alguien se tendrá que ir para su casa», concluyó Mañueco. La socialista Nuria Rubio aventuró después que ya habrá responsables de Sanidad haciendo la maleta porque las guardias se han recortado en Cistierna y también en Sahagún.
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Susana Escribano
La sanidad abrió la sesión de control a la Junta y la cerró. Fue Francisco Igea el encargado de la última pregunta. Si Tudanca había lanzado a Mañueco que ni cubrían guardias ni bajas de personal y que era «otro Igea, pero con otras maneras», el exvicepresidente de la Junta defendió que Cs dejó una propuesta de reordenación en octubre de 2021 que el consejero Alejandro Vázquez, del PP, firmó tal cual en marzo de 2022, tras las elecciones. La misma. Citó páginas de ese plan rubricado con menciones expresas a reordenar centros de guardia, atención pediátrica... «Mientras nosotros queríamos decir las verdad y explicarlo, ustedes querían ir a elecciones ocultándolo», manifestó Igea. Vázquez consideró que su exsocio andaba de «aritmética igual que de ética política». Mal. Y que la gestión sanitaria del exvicepresidente se había caracterizado por «restar, cerrar y destruir». El popular pasó de puntillas por el plan en vigor y culminó resumiendo lo que será el futuro de Francisco Igea: «La vida política de la nada».
El pleno sigue este miércoles, después de que Pablo Fernández, parlamentario de Unidas Podemos, hiciera su pregunta enfundado en una sudadera de la bandera palestina tras oponerse a respaldar una declaración institucional sobre el ataque de Hamás a Israel y en una sesión de tarde con el vicepresidente Juan García-Gallardo arremetiendo contra el «fundamentalismo climático» y el consejero Veganzones, también de Vox, remarcando que el actual Gobierno de la Junta es «el mejor» de toda la historia de Castilla y León, que «protege» a los ciudadanos del «socialismo» y que lo hace «sin complejos». En la bancada del PP evitaron el aplauso.
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