Luis Antonio Arranz, viticultor de Olmos de Peñafiel, revisa su viñedo. A. O.
Viticultor de Olmos de Peñafiel

Luis Antonio Arranz: «Este año está siendo atípico en todos los sentidos»

La brotación se adelantó muchísimo por el calor que hizo en febrero y marzo

Miércoles, 17 de mayo 2023, 00:01

A partir de San Isidro los labradores comienzan a respirar un poco más tranquilos si de heladas hablamos, pero este año, aun con el santo de vuelta a los altares, parece que la inquietud continúa patente. Como explica Luis Antonio Arranz, viticultor de Olmos de ... Peñafiel, en la comarca de Peñafiel (Ribera del Duero), «la pasada noche del 15 al 16 hubo un grado bajo cero y esta, del 16 al 17, como se pare el aire quizá baje a cero grados la temperatura otra ve».

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Arranz es uno de los viticultores afectados por las heladas que se produjeron a finales de marzo y luego también en abril, cuando el termómetro se desplomó hasta los 7 y los 4 grados negativos. Señala que «este año está siendo atípico en todos los sentidos. La brotación se adelantó muchísimo por el calor que hizo en febrero y marzo, se adelantó como unos 20 días, y ahora que estamos a 17 de mayo fíjate el frío que hace, qué noches».

Además, otra cosa poco habitual es que «este año ha helado más en los páramos que en las vegas», cuando, por el efecto del aire –que corre más en altura– es a la inversa, que la vega se vea más tocada por el hielo nocturno. Este dato lo ha contrastado con otros agricultores, como también la generalización de las heladas en distintos puntos de la Ribera y con los mismos efectos negativos.

Indica que ha hablado con gente de Aranda, con gente de Roa, y, sobre todo, de aquí, de toda la comarca de Peñafiel, «y ha helado y tocado viñedo en pueblos muy distintos, como Rábano, Canalejas, Roturas, Pesquera de Duero, Peñafiel y en Olmos, mi pueblo. La helada fue generalizada pero por lo que sea en los páramos ha afectado más y sobre todo a las viñas jóvenes, que venían más adelantadas. Las cepas más viejas se han helado menos, venían más atrasadas y se ha helado alguna yema, pero menos en general», dice. En su caso en particular, el parte al seguro lo ha realizado por las primeras, por las jóvenes, concretamente de una parcela, situada en el páramo de Olmos de Peñafiel, que este año comenzaba a producir tras ser plantada hace tres años. Sobre esta viña nueva, o cualquier otra que empieza a producir, anota que «el primer año de producción no se puede asegurar los 6.000 o 7.000 kilos, pero lo que sí tenía asegurado eran los 2.000 kilos de uva en este primer año. El perito ha estimado el 70% de daño por helada, unos 1.400 kilos, por lo que el potencial de esta viña ahora mismo es de 600 a 800 kilos. En septiembre realizará otro peritaje para calcular de forma más precisa lo que hay».

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Ahora la necesidad es la hídrica, la de agua para tener reservas en verano, pero, como refleja el viticultor de Olmos, los nubarrones de la preocupación no desaparecen porque «con este frío que está haciendo, si vienen lluvias, pueden ser con granizo».

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