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La palabra clave sigue siendo «competitividad» y más aún en un escenario de incertidumbre y cambio. Luca de Meo, que lleva cuatro meses al frente del Grupo Renault, visita este miércoles las fábricas de Valladolid y Palencia con el mensaje de que solo ... la competitividad abrirá las puertas a un nuevo plan industrial, que recaerá en aquellas de las 38 plantas industriales que el fabricante francés tiene en el mundo que demuestren que hacen mejor las cosas. «Las plantas industriales españolas son de las mejores del Grupo Renault, pero hay que seguir luchando porque la competitividad es una batalla que nunca se gana y que hay que mantener en una comparación con las de otros países que también fabrican nuestros coches», afirmó.
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En un encuentro en Madrid con ocho periodistas españoles, el consejero delegado de Renault, que visita España en pleno inicio de la negociación del convenio colectivo, aseguró que sus planteamientos no deben verse «como un chantaje, ya que todas las decisiones que se toman están muy estructuradas». Pero sí dejó claro que en lo que se refiere al acuerdo que empresa y representantes sindicales deberán encontrar en los próximos meses Renault no va «a apretar un poquito, sino mucho también».
Con las líneas maestras de las relaciones laborales de los próximos años en el aire, De Meo no pudo menos que eludir cualquier referencia a la adjudicación de nuevos modelos: «No vengo a anunciar productos, pero no hay que olvidarse de que hemos invertido miles de millones de euros y que estamos dispuestos a seguir haciéndolo, pero tenemos que saber dónde ponemos nuestro dinero. Renault tiene escasez de recursos y debe saber muy bien dónde apuesta», manifestó.
El CEO de Renault, quien compareció ante la prensa acompañado del presidente de Renault España y director mundial de fabricación del grupo galo, José Vicente de los Mozos, señaló que tiene «mucha confianza en el sistema industrial español», el cual recordó que conoce «muy bien», ya que fue máximo responsable de Seat durante casi cinco años. «Por lo que he visto, Palencia y Valladolid son fábricas competitivas. Pero lo que es competitivo hoy puede no serlo dentro de dos o tres años», advirtió.
En este sentido, recordó que en un plazo no largo de tiempo habrá que «hablar de sustituir el Kadjar» (que se fabrica en la planta palentina de Villamuriel de Cerrato) y para ello -dijo- tenemos que encontrar las condiciones para seguir siendo competitivos». «La situación de Renault es muy complicada y dentro de cuatro años nada será igual a como es ahora. Aunque hoy no voy a anunciar productos, estoy seguro de que nuestros directivos, nuestros trabajadores y nuestros colaboradores se van a dejar la piel para seguir el primera línea».
Renault suprimirá medio turno en la factoría palentina de Villamuriel de Cerrato en la primera semana de 2021 debido al descenso de producción de los modelos Kadjar y Mégane. La medida se traducirá en un recorte de 300 trabajadores, entre eventuales e indefinidos, de los cuales en torno a un tercio serán trasladados a las instalaciones de Valladolid. En la fábrica palentina se producen en la actualidad 940 unidades diarias repartidas al 50% entre el Mégane y el Kadjar.
Tras reseñar que «Renault tiene 38 fábricas en el mundo», De Meo insistió en que su trabajo «es decidir dónde apostar». «España es la segunda casa de Renault después de Francia; no tenemos duda de que tenemos que estar aquí y que España es muy importante para el grupo, pero hay cositas que necesitamos obtener de los trabajadores y de las autoridades. Necesitamos el apoyo de las administraciones y no me refiero solo a apoyo financiero, sino a contar con unas reglas de juego jurídico claras», señaló.
El CEO del Grupo Renault reconoció que una de las razones de su visita a España «es para hablar de la modernización de la planta de Motores» de Valladolid. De Meo comió este martes con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y se entrevistó con el Rey Felipe VI.
«Queremos invertir aquí y para hacerlo necesitamos ayudas», reconoció. Sobre el tema de las motorizaciones manifestó que «la tecnología E-Tech en la que se basan los híbridos enchufables (que Renault ha estrenado a nivel mundial con el Captur) es un activo muy importante y debemos aprovecharla al máximo». Después de elogiar la calidad de la división española de ingeniería del Grupo Renault, De Meo comentó que uno de sus objetivos es «desarrollar el sistema de plataformas comunes para poder construir más de un coche de forma simultánea». El Kadjar y el Mégane se montan en una misma plataforma, mientras que la del Captur, conocida como CMF-B (Common Module Family) permite fabricar sobre el mismo soporte hasta 14 coches diferentes, once de Renault y tres de Nissan, de todas las motorizaciones. «Tenemos ideas y sabemos lo que queremos hacer», remató el directivo italiano.
Lo que descartó de plano fue hablar de los motores de combustión como algo sentenciado. «Creo que aún tenemos muchos años por delante de motores de combustión porque, entre otras cosas, los híbridos los llevan y no veo que en 2030 vaya a haber más de un 30% o 40% de vehículos solo eléctricos», vaticinó.
Por ello, considera que Renault tiene aún «tiempo para acometer todos estos cambios» sin que le «corra prisa tomar decisiones sobre el fin de los motores de combustión». «Además, Renault puede ser líder en coches eléctricos y también en híbridos enchufables», añadió. De hecho, este verano el Renault ZOE se convirtió en el coche eléctrico más vendido en Europa, por delante del Tesla Model 3 y del Nissan Leaf.
En opinión del primer ejecutivo de la marca del rombo, uno de los mayores retos que afronta la industria del automóvil es «superar la plataforma manufacturera clásica». Entroncando con la idea con la que ha desembarcado en Renault -la de que la empresa debe cambiar su anterior estrategia y pasar de una búsqueda de volúmenes a otra de valor y rentabilidad-, señaló que «a corto o medio plazo Renault debe incrementar el número de coches grandes en el 'mix' porque con los pequeños no llegas a cubrir costes».
En cuanto a la transición energética, afirmó que su «apuesta» pasa por fábricas de cero emisiones, «pero es algo -dijo- que tenemos que medir muy bien si finalmente afecta a la competitividad». «Tenemos que ganar dinero y actualmente lo estamos perdiendo. Esto hay que cambiarlo rápidamente. Para ello hace falta que nuestro negocio sea rentable y sano, algo para lo que los volúmenes de producción son importantes, pero más lo es el valor que podamos crear», resumió.
De Meo propone además «extender la cadena de valor, ser capaces de ofrecer servicios financieros, de seguros, relacionados con la energía... porque estamos ante una nueva dimensión de la movilidad que abarca muchos sectores». El grupo puso en marcha la pasada semana su Renault Bank, un banco 100% digital que ya opera en España con una cuenta a la vista remunerada al 0,65% TAE y un deposito a plazo fijo de dos años con una TAE del 1%.
En su opinión, España dispone de servicios e infraestructuras como para ocupar una situación privilegiada desde la que saltar «a la nueva cadena de valor». «Pero si no evoluciona, vendrá otro país, como Turquía, Marruecos o Rumanía, y le quitarán proyectos -advirtió-. Ahora mismo, en España no veo voluntad política a la hora de apostar por la industria e impulsar esta estrategia integral».
En cuanto a la crisis desatada por la pandemia de covid en la economía en general y el sector del automóvil en particular, el directivo no ve «una vuelta a la estabilidad antes de 2022». «Cuando en los meses de julio a septiembre se abrieron 'las jaulas', se vio que la gente quiere consumir y se produjo un rebote rápido. Pero lo complicado de la situación nos ha devuelto a una realidad que nos dice que debemos esperar hasta el verano del año que viene. Y a esto se le añade la transformación que afronta el sector con la descarbonización y la nueva movilidad en las ciudades... En los 30 años que llevo en el sector jamás había visto un panorama con tanta incertidumbre», reconoció.
Desde el punto de vista de las ventas en nuestro país, De Meo comentó que «Renault España tiene una base sólida», por lo que confesó su deseo de «reconquistar el liderazgo comercial de la marca, que es algo que no solo tiene que ver con el volumen, sino con el negocio y la reputación».
«Renault ha sido muchos años la marca más querida para los españoles y tiene que volver a serlo», concluyó.
Hasta hace unos pocos meses, como presidente de Seat, Luca de Meo compartía mesa la patronal del sector, Anfac, con José Vicente de los Mozos, que además de presidente de Renault España está al frente de la asociación de fabricantes. Este martesr, en la mesa en 'U' que Renault dispuso para los periodistas en Madrid, el directivo vallisoletano demostró estar en total sintonía con el milanés. «Nuestro nivel de competitividad será lo que marque cómo será el próximo plan industrial», aseguró De Los Mozos. «Una competitividad que no es cosa de un año y un plan industrial que puede venir aquí o ir a otras plantas porque hay muchas compitiendo», advirtió. De los Mozos explicó que para Renault, «competitividad no es sinónimo de rebajar los costes mediante la reducción de los salarios». «Es un cóctel y un factor que tiene 360 grados, que depende de muchas cosas. Depende de que todo el mundo entienda que nos encontramos ante una nueva dimensión del sector del automóvil que exige estar a la vanguardia en nuevas competencias», añadió.
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