Castilla y León repetirá una oposición en la que suspendieron todos los aspirantes a dos plazas de estadísticos

Fuentes de la Consejería de la Presidencia que dirige Ángel Ibáñez, departamento del que depende la política de recursos humanos de la Administración autonómica, han confirmado que los responsables del área Función Pública están revisando el proceso para determinar si deben hacer ajustes en el temario o la confección del examen. La convocatoria se publicó hace ahora casi un año, en diciembre de 2020, para incorporar a dos profesionales al cuerpo facultativo superior de la Administración, en la especialidad de estadísticos. El nivel académico de esos puestos es de graduado, licenciado, ingeniero o doctor universitario.

El primer examen tuvo lugar el 18 de abril y de los 33 aspirantes citados se presentaron 19. El volumen de materia que tenían que dominar era considerable: 150 temas. 35 concernientes a cuestiones generales de la administración que deben manejar técnicos superiores, 36 temas específicos sobre estadística, otros 36 que abordaban los muestreos y la demografía y, finalmente, 43 más sobre la economía y las condiciones socioeconómicas de Castilla y León. Un abanico teórico de amplio espectro que oscilaba desde la contratación pública o los derechos de los ciudadanos europeos, a las técnicas de tratamiento y gestión de grandes volúmenes de datos, las tablas de mortalidad y nupcialidad o la balanza de pagos del comercio exterior.

El tribunal (integrado por cinco miembros, dos profesores de universidad y tres funcionarios de la Junta, de lo que dos eran estadísticos) publicó el 8 de julio su decisión de declarar desierto el proceso selectivo. La primera estación de ese recorrido fue el examen de abril, con 20 preguntas que no eran tipo test. Lo aprobaron tres aspirantes. La mejor nota era un 5,55. Los 16 restantes se movieron entre la rotundidad de 0 y la puntuación de 3,9. El siguiente paso tuvo lugar el 8 de mayo, con la segunda prueba para los tres que superaron el primer examen. Se les proponían tres temas y debían desarrollar con amplitud dos. La nota más alta de los tres examinados fue un 3,75.

Ya no se hicieron las dos pruebas restantes, un ejercicio de supuestos prácticos y otro de exposición oral de dos temas durante un máximo de hora y media. El tribunal decidió en julio declarar desierto el proceso, que la Junta volverá a convocar para intentar cerrar con éxito el próximo año y que no se acumule con otras convocatorias.

¿Qué ha ocurrido para que nadie apruebe la oposición? Fuentes de la Junta apuntan que son especialidades en las que hace tiempo que no se convocan plazas y ello conlleva la pérdida de «cierta dinámica de estudio». A eso se suma que la estructura de los exámenes de la oposición lleva años sin revisarse, tarea que pretende acometer el equipo de Ibáñez en esta legislatura y que no es simple.

«Estamos trabajando en la revisión de los procesos selectivos. Entendemos que en promoción interna la gente ya conoce la Administración. Para un ingeniero de minas no sería necesario conocer determinadas materias, pero luego puede acceder a plazas de jefes de servicio que sí requieren una visión panorámica, porque gestiona una administración y necesita conocer en el entorno, debe tener una base sólida», explican desde la Consejería de la Presidencia.