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El ofrecimiento por parte del Gobierno central de 2.000 rastreadores militares a las autonomías ha reavivado en Castilla y León el fiasco del hospital de campaña montado en Segovia, pero que no pudo entrar en funcionamiento por falta de personal sanitario que lo atendiera ... y de amueblamiento y equipamento para acoger y tratar pacientes de covid-19.
La Junta ha pedido aclaraciones sobre la formación y la manera en la que trabajarían los 2.000 rastreadores que el Ministerio de Defensa ha ofrecido las comunidades para acotar los focos de contagio. Francisco Igea ha avanzado que en la decisión final de solicitar ese refuerzo será clave que esos profesionales puedan integrarse en los equipos de Atención Primaria, por que la Junta no considera eficaz que funcionen por libre, como un «destacamento autónomo».
El vicepresidente ha subrayado que han solicitado esa aclaración para no repetir «el episodio» frustrante del hospital de campaña de Segovia, sin camas ni médicos, pero incidió en que Castilla y León no va a renunciar «a ningún arma en la lucha contra el coronavirus» y agradeció el ofrecimiento del deparmento que dirige Margarita Robles, diputada cunera del PSOE por Ávila.
Sin dejar el terreno del rastreo, Igea animó a los ciudadanos a instalar en su teléfono móvil la aplicación Covidd que avisa, garantizando la privacidad, del contacto con positivos. «Es muy importante que toda la población se baje la aplicación», remarcó.
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