Vecinos de Villalpando (Zamora) aprovechan la entrada en la fase 1 para disfrutar de la terraza de un bar. Gabriel Villamil

La Junta se plantea que un territorio pueda pasar a la fase 1 con dos casos por 10.000 habitantes

Verónica Casado recuerda que los sistemas de Atención Primaria deben ser capaces de detectar y controlarlos nuevos contagios

Arturo Posada

Valladolid

Lunes, 11 de mayo 2020, 21:26

El primer indicador definido por la Junta quedó claro: para avanzar a la fase 1 las áreas básicas de salud de la comunidad debían cumplir el requisito de no presentar casos nuevos durante siete días. Así entraron ayer 26 zonas rurales de Castilla y León ... en la nueva etapa de la desescalada, donde los habitantes de los pueblos libres de contagios pudieron, por ejemplo, sentarse en las terrazas de los bares a disfrutar de un refresco.

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Catorce zonas básicas se quedaron a las puertas en la primera criba después de la actualización apresurada de la Junta donde faltaban algunos de los datos solicitados por el Ministerio de Sanidad. Si no sucede nada extraño, los 14 territorios propuestos se incorporarán el próximo lunes a la fase 1... con alguno más.

«No van a ser solo 14 zonas. Habrá más que porque el tiempo juega a nuestro favor y se pueden incorporar más áreas de salud a la fase 1», declaró ayer la consejera de Sanidad, Verónica Casado. Zonas como la de Paredes de Navas (Palencia) que no ha registrado contagios en los últimos siete días, según el mapa que publica la Junta, pueden sumarse a las 14 ya propuestas.

Los cero casos nuevos durante una semana suponen una aspiración casi imposible para los grandes núcleos en estos momentos, así que el gobierno autonómico valora otra posibilidad: los municipios que presenten dos casos por cada 10.000 habitantes son susceptibles de pasar al siguiente nivel de la desescalada, siempre que puedan controlar los nuevos contagios.

«Nosotros hemos apostado claramente por la prudencia. Queremos ir sobre seguro y que no haya ningún repunte. Observamos la situación epidemiológica en las zonas que han pasado a la fase 1 y comprobaremos la capacidad que tiene nuestro sistema sanitario para hacer la vigilancia a través de la Atención Primaria. Si tenemos esa capacidad para hacer PCR en 24 horas y aislar los nuevos casos, podemos contemplar otros escenarios, como valorar 20 casos por 100.000 habitantes, es decir dos por cada 10.000, para pasar de fase», apuntó Casado.

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Este criterio no valdrá por sí solo. La Junta contempla el requisito del número de contagios por habitantes como complemento a la capacidad para detectar y aislar los casos sospechosos rápidamente. Con un problema: en las ciudades los focos de contagio son potencialmente mucho mayores y más difíciles de controlar que en entornos rurales.

Cautela

«Si los casos son bajos y disponemos de sistemas de trazabilidad, también serán incluidas las ciudades. Pero debemos mantener la cautela esta semana y la próxima», subrayó la consejera. Las provincias en su totalidad solo avanzarán cuanto todas sus áreas de salud cumplan con los «criterios epidemiológicos» que establece la Junta. En las grandes ciudades el cambio de fase se acometerá por municipios.

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Las 26 zonas rurales que ya se encuentran en la nueva fase de la desescalada son objeto de una monitorización constante por parte de la Junta. El hecho de que sean territorios pequeños permite, a priori, una mejor vigilancia para evitar repuntes. Verónica Casado insistió en que el comportamiento de los ciudadanos y los alcaldes para controlar las entradas y salidas en estos núcleos «serán fundamental para evitar retrocesos». La consejera recordó que el cambio de fase se puede revertir si las circunstancias así lo aconsejan.

En las 26 zonas básicas de salud que ya se encuentran en fase 1 desde ayer y las nuevas que se incorporen a partir de la próxima semana desempeñará un papel fundamental la Atención Primaria. En cada área se designará un responsable de salud comunitaria para informar sobre el número de casos nuevos, su identificación y aislamiento, así como el rastreo de sus contactos. Sin ese control, no habrá avances.

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Casado recalco: «Tenemos las mismas ganas que ustedes de pasar a la fase 1, pero queremos hacerlo cuando los datos nos den esa seguridad. Hay zonas que están cerca de poderlo conseguir».

La consejera recuerda los brotes tras las desescaladas en Alemania, Corea y Wuhan

Relajar las medidas de contención ante la covid-19 siempre entraña riesgos. Lo apuntó ayer la consejera de Sanidad, Verónica Casado, al recordar los brotes detectados en Alemania y Corea del Sur, después de iniciar un retorno paulatino a la normalidad. Casado se refirió también a la situación vivida en la localidad china Wuhan, epicentro inicial de la pandemia, donde ayer apareció un nuevo foco de contagio después del desconfinamiento iniciado hace un mes.

En Alemania la tasa media de contagios por persona subió hasta el 1.1 desde el 0.65 de días pasados, lo que generó incertidumbre entre los responsables sanitarios del país. En Corea del Sur, las autoridades han cerrado los bares y lugares de ocio de Seúl y tratan de localizar a más de 3.000 personas que estuvieron en contacto con los 86 nuevos contagiados detectados.

Estos casos suponen un aviso para los ciudadanos ansiosos por recuperar actividades y espacios perdidos con la crisis sanitaria, pero cuyas conductas pueden dar al traste con los avances conseguidos para frenar la pandemia si no se mantiene la responsabilidad.

Verónica Casado hizo ayer un llamamiento especial a los 53.509 habitantes de Castilla y León que ayer iniciaron la fase 1 para que mantengan las medidas de precaución y protección básicas (higiene de manos y respiratoria, distancia social, uso de mascarillas si no es posible guardarla). «Si no se hace así, volveremos a la fase 0».

Casado recordó que toda la comunidad de Castilla y León sigue «en situación de pandemia» y que aún no se puede hablar de normalidad en el sistema sanitario. Por eso, subrayó que no se puede acudir libremente a los centros de salud, sino que se debe llamar previamente y un médico decidirá si el paciente debe ser visto o no de manera presencial.

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