Juan Carlos Suárez-Quiñones: más prudente para recuperar su crédito tras el caso Enredadera

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Aquella frase («Yo soy la Administración») hiladas a una conversación con el constructor José Luis Ulibarri estuvo a un paso de truncar su triunfal carrera política. La confianza de Alfonso Fernandez Mañueco y el siempre seguro aval de Soraya Sáenz de Santamaría parecen haber sido determinantes en la continuidad al frente de una de las consejerías con mayor poder en la Junta.

Hoy, como cuatros años atrás cuando entonces era reclutado por Juan Vicente Herrera, Juan Carlos Suárez-Quiñones y Fernández se siente confiado en mantener un papel relevante en la administración autonómica.

El sumario de la Enredadera, eso sí, le ha hecho cambiar en su forma de ver el entorno: hoy recela de la prensa, se siente vigilado por los periodistas y discrepa de no pocos análisis políticos. Ante ello, confianza ciega en su trabajo diario y cierto aislamiento con el que pretende recuperar el crédito perdido.

Suárez-Quiñones se licenció en Derecho por la Universidad de León y en 1987 ingresó en la carrera judicial, donde tuvo un papel destacado y donde se fraguó fama de juez severo. Entre 2002 y 2012 fue juez decano de León, cargo desde el que intentó dar visibilidad y evidenciar el servicio público a través de la carrera judicial, hasta su nombramiento como Subdelegado del Gobierno en León en 2012, cargo que ocupó hasta su nombramiento como Delegado del Gobierno en Castilla y León el 10 de abril de 2015 en sustitución de Ramiro Ruiz Medrano.