«La inserción laboral de los alumnos de FP en Castilla y León es del 86%»

La consejera de Educación de la Junta de Castilla y León, Rocío Lucas, será una de las ponentes de la Jornada Formación Profesional, una oportunidad para jóvenes y empresas, que se celebrará mañana, a partir de las 9:30 horas.

–¿Por qué la Formación Profesional es una oportunidad tanto para jóvenes como para empresas?

–La FP proporciona las capacidades y competencias que se requieren en el mercado laboral. Facilita la inserción laboral de los jóvenes y proporciona a las empresas el personal cualificado que necesitan en sus procesos productivos. Los datos en este sentido hablan por sí solos: en Castilla y León se alcanzan tasas de inserción laboral muy altas (86% en el año posterior a la finalización de los estudios) gracias a que la formación que reciben nuestros jóvenes se ajusta bien a las demandas del sistema productivo regional. Durante estas legislaturas la apuesta de la Junta por la FP se ha intensificado. Somos la comunidad autónoma con más Centros Integrados de Formación Profesional, 35 repartidos por las 9 provincias. Ya tenemos en marcha 85 nuevos ciclos esta legislatura y llegaremos a 130, con 8.000 plazas más.

–Defienden los representantes de la CEOE que existe una falta de conexión entre empresas y trabajadores, porque no existe mano de obra cualificada en la actualidad. ¿Es la Formación Profesional una forma de mejorar esa carencia?

–Desde la Consejería de Educación hacemos un estudio minucioso para que los ciclos se adapten a las necesidades del mercado. Y las cifras de inserción laboral nos dicen que es un buen trabajo, puesto que la mayoría de los encuestados encuentran un empleo en su provincia. No obstante, las brechas entre la disponibilidad de trabajadores y la demanda de personal cualificado por las empresas no se pueden reducir al 100%. No existe un encaje perfecto en donde una empresa hace una oferta y el candidato perfecto responde, es un fenómeno al que habitualmente denominamos fricciones del mercado. No obstante, el problema de las vacantes sin cubrir en las empresas no es general, sino que está sectorizado y, precisamente, con los sectores más afectados estamos abordando estas cuestiones.

–¿Hasta que punto puede perjudicar que la ordenación de la nueva Formación Profesional demore su puesta en marcha un curso más, y sea para el curso 2024-2025?

–La puesta en marcha de una reforma del calibre de la planteada en la nueva Ley de ordenación e integración de la formación profesional requiere un mínimo de tiempo. En primer lugar, debería haberse publicado ya el Real Decreto de calendario (según la propia ley, el plazo para este paso terminaba en octubre de 2022) y no se ha hecho. Después, es necesario contar con el Real Decreto que desarrolle la Ley Orgánica y a continuación realizar muchos cambios normativos a nivel autonómico para adecuar el sistema a la norma básica. Por todo ello, no parece posible implantar esta nueva reforma antes del curso 2024-2025.

–Se fomenta la contratación laboral con el modelo dual de formación en la propia empresa, una demanda histórica y que ya se ponía en práctica en otros países de la Unión Europea. ¿Por qué cree que se ha tardado tanto en lanzar en España?

–Debemos tener cuidado al hablar de otros modelos de formación como puede ser el modelo dual alemán. No tenemos sistemas similares y las comparaciones pueden conducir a interpretaciones erróneas. Dicho esto, el modelo dual existe en España desde hace muchos años. El modelo de formaciónón dual de Castilla y León es un modelo propio que la Junta de Castilla y León reguló en el año 2017 y desde entonces estamos desplegando el modelo dual basado en las recomendaciones del Consejo de la Unión Europea sobre la formación de aprendices.

–¿Hay que decirle a los padres ya que dejen de pensar en que sus hijos tienen que ser universitarios sí o sí?

–Hay que decirles que la formación profesional es un camino en el que sus hijos podrán ir obteniendo las cualificaciones que necesitan para acceder al mercado laboral. Además, este camino, si quisieran, también conduce a la universidad. Es más, es un buen camino para llegar a determinadas formaciones universitarias como, por ejemplo, las ingenierías. Tenemos muchos alumnos que tras finalizar su grado superior de formación profesional acceden a estudios universitarios con éxito y también tenemos titulados universitarios que acceden a ciclos de formación profesional para mejorar su cualificación y sus competencias y ganar en empleabilidad.

–¿A Castilla y León qué le parece que la nueva ley termine con ese modelo de 2012 en el que había 17 FP, una por comunidad?

–Realmente, no sé si eso va a ocurrir. La Ley orgánica deja mucho espacio a las comunidades autónomas para orientar el desarrollo y la implantación de lo establecido en la norma. Es difícil concebir un modelo que funcione igual en todos los territorios, ya que cada uno de ellos tiene sus peculiaridades. Por ejemplo, no es lo mismo encontrar empresas para desarrollar la formación en centros de trabajo en la Comunidad de Madrid que en nuestra zona rural de Castilla y León.

–Otro de los objetivos será internacionalizar la FP… Alumnos que se manejen, al menos, en una lengua extranjera, dobles titulaciones y tener estancias en centros de trabajo de otros países. ¿Hay fecha para la culminación de este sistema?

–Castilla y León impulsa la internacionalización desde hace años y somos una de las comunidades con mayor número de movilidades internacionales en formación profesional. Estamos convencidos de la importancia de la internacionalización y de la empleabilidad que genera en el alumnado la estancia formativa en empresas de otros países. Para ello, fomentamos el aprendizaje de al menos una lengua extranjera e incorporamos formación específica en aquellos ciclos que requieren conocimientos del lenguaje técnico en lengua extranjera.

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