Impulso a las renovables en Castilla y León con la instalación de 6.400 megavatios

A corto y medio plazo, Castilla y León espera un enorme crecimiento en energías renovables eléctricas, con una perspectiva de nuevos 6.400 MW de capacidad instalada, fundamentalmente en energía fotovoltaica y eólica, según los proyectos que maneja el ente regional de la energía, EREN y que ha comunicado a ManagEnergy, un grupo de agencias energéticas que forman parte de un programa europeo sobre transición a la descarbonización.

La potencia instalada actual de Castilla y León en energías renovables eléctricas suma 10.534 MW: 5.591 MW eólicos, 4.401 MW hidroeléctricos, 495 MW fotovoltaicos y 47 MW de biomasa. Las energías renovables eléctricas representan el 78% de la capacidad eléctrica instalada total en Castilla y León y la participación de la región en la capacidad de las energías renovables eléctricas españolas es del 22% (el 26% en energía hidroeléctrica, 24% en eólica, 11% en fotovoltaica).

El 149% de la demanda de electricidad en Castilla y León (14.056 GWh) está cubierta por energías renovables, en comparación con el 37% en España, como promedio. La energía eólica cubre el 81% de la demanda de electricidad, como promedio, con picos superiores al 90%.

En un año, la capacidad instalada en la comunidad autónoma aumentará en 915 MW en energía eólica y 300 MW en energía fotovoltaica. A medio plazo, se espera que los nuevos desarrollos totales en Castilla y León sumen 2.100 MW en eólica y 4.300 MW en fotovoltaica.

Estos nuevos desarrollos en la capacidad de energías renovables eléctricas compensarán con creces el cierre de las cuatro plantas regionales de generación a carbón (2.457 MW), que se esperan para mediados de 2020. Para entonces, la generación de electricidad en Castilla y León solo procederá de energías renovables y ciclos combinados (CHP), que producen electricidad y calor. Una nueva planta de biomasa de 50 MW comenzará a operar en 2020 en Cubillos del Sil, en el corazón del área de minería del carbón, con expectativas de creación de 50 nuevos empleos en la planta y hasta 400 más en la logística para suministrar la biomasa a las instalaciones.

En términos económicos, los nuevos desarrollos eólicos en la región, significarán una inversión de 842 millones de euros, con 2.640 empleos durante la construcción y puesta en marcha, 2,5 millones en alquiler de terrenos, 21 millones en licencias municipales y 3,7 millones anuales en impuestos locales. «No existe un apoyo similar a la economía de las zonas rurales por parte de ningún otro sector de actividad», estima el EREN, que destaca la contribución de Castilla y León para que España alcance sus objetivos europeos para 2020 en energías renovables.