El doctor Fernando Uribe, en las puertas del HospitalClínico de Valladolid. Henar Sastre

El impacto de la covid aumenta en un 7% el consumo de ansiolíticos en Castilla y León

El confinamiento, los trabajos de atención directa a enfermos de covid y el miedo también incrementan el uso de antidepresivos en un 4%

Ana Santiago

Valladolid

Martes, 8 de diciembre 2020, 07:34

Miedo al contagio, a salir a la calle; pero también a los espacios cerrados; confinamientos en casa y libertades limitadas; falta de calle, luz y sol, de ocio y vida y cultura; trabajos agotadores en primera línea de la batalla asistencial; pérdida del empleo y ... deudas; carencia de contacto social... y un túnel que apenas ahora muestra una esperanzadora luz con la vacuna. Tenían que pasar factura y apenas han comenzado a hacerlo, coinciden los expertos.

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Un dato objetivo, el del incremento de la medicación en ansiolíticos y antidepresivos. Sobre todo los primeros, los tranquilizantes, que además llevaban un historial de años a la baja, se han disparado en los hogares durante la época de la pandemia. Entre marzo y septiembre, el consumo de estos tratamientos se ha elevado casi un 7% y hasta el 4% las terapias farmacológicas para la depresión, según los datos de la Dirección de Farmacia facilitados por la Consejería de Sanidad. No obstante, Sacyl indica que las altas cifras de Segovia (+11,85%) y Ávila (+10,14%), que sobresalen sobre el resto de la comunidad, se deben también a «la demanda de estos fármacos por parte del incremento de dispensaciones a través de receta electrónica interoperable a ciudadanos procedentes de otras comunidades, sobre todo de Madrid». Estos datos reflejan un consumo de venta en farmacias con cargo a Sacyl. La actividad privada aumentaría aún más el uso de este tipo de medicamentos psicotrópicos.

«Creemos que cuando pase la crisis aumentarán los casos de problemas de salud mental»

Los datos en la primera ola de la pandemia que maneja el Consejo General de Farmacéuticos apuntan en el caso ansiolíticos o antidepresivos, empleados habitualmente contra patologías del sistema nervioso, a un incremento de entre un 10% y 15%. El impacto emocional de la covid tanto en la población general, como en los pacientes afectados o los propios profesionales sanitarios explicaría en buena medida estos datos.

Sin embargo, la realidad de los efectos emocionales de la pandemia sobre la población, la dificultad para conciliar el sueño, el estrés o la tristeza patológica aún no están bien evaluados.

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El jefe del servicio de Psiquiatría del Clínico, Fernando Uribe, apunta a que «el aumento es lógico pero es posible que también haya un exceso de medicación por falta de consultas presenciales, en AtenciónPrimaria sobre todo. Ante la duda de la situación del paciente que consulta por teléfono, la prescripción médica farmacológica se lleva a efecto cuando, en muchos casos, de haberse podido seguir con el contacto normal con el médico hubiera bastado con un seguimiento de conversación, tranquilizar, volver a citar... o no prolongar tanto el tratamiento; pero el facultativo se ha visto desprovisto de los instrumentos que da el tener enfrente al paciente para atenderlo adecuadamente. Es obvio que el miedo, el confinamiento... crean ansiedad y estrés; pero hay más soluciones que la receta y no se han podido adoptar. Estos son problemas adaptativos, muchas veces es suficiente con tranquilizar. Hay sobremedicación».

Además, apunta este especialista que «tampoco se han registrado bien todos estos casos». En el hospital «hemos visto durante la pandemia más cuadros de ansiedad y depresiones entre población que habitualmente no iba a consultas de Salud Mental y menos casos graves. Parece paradójico pero ha sido así. Nos llegaban, ahora ya se ha normalizado todo más, casos que hubieran atendido normalmente en Atención Primaria y menos de los que son más propios de Especializada, que son las crisis, la agudización».

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Relata este especialista que en su área, la Este, entre enero y octubre ha habido 3.214 consultas nuevas y en el mismo periodo del año pasado, 3.455, es decir, que hay un 6,98% menos en 2020 y similar número de citas para revisión, aunque incluso ligeramente más alta en este año –con 16.037 frente a los 15.455 de 2019–». Detalla asimismo que mientras, el ejercicio pasado, AtenciónPrimaria «nos remitió 3.158 casos, este año (también hasta octubre) han sido 2.623; pero ha habido más enfermos llegados directamente a Urgencias, cuyo número no ha bajado. Nosotros intentamos que haya más seguimiento por parte de los equipos de Salud Mental de Primaria y vengan menos a Urgencias. El año pasado llegaron 630 enfermos a este servicio hasta el mes de octubre y este han sido 466, es decir, que hay un descenso del 26%. Eso sí la mayoría que llegan a Urgencias, ingresan por intentos de suicidio, sobre todo en la primera ola», destaca el doctor Uribe.

«Es posible que hayaun exceso de medicación por falta de consultas presenciales, en Atención Primaria sobre todo»

No obstante, este psiquiatra explica que «pensamos que, en el futuro, vamos a ver un aumento de patología como consecuencia de la pandemia. Creemos que se incrementará considerablemente la demanda. La situación económica, el desempleo, el miedo y la inseguridad provocarán, una vez pasado el estrés de la pandemia, un aumento de casos. La vacuna ahora ha inyectado una dosis de optimismo; pero no tenemos claro aún qué va a pasar, cuánto va a durar esto y cuanto hay oculto ahora mismo. Lo muy grave, sí llega al hospital pero hay mucho problema emocional en las casas, que aún no ha salido de ellas».

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El consumo de ansiolíticos se mueve en la comunidad entre un aumento del 5,66% de Salamanca al 7,18% de Burgos, con las dos excepciones citadas al alza de Segovia (11,85%) y Ávila (10,14%) por la compra en sus farmacias de vecinos de otras comunidades. El gasto farmacéutico regional por estos tratamientos ha sido de 3.288.896,38 euros entre marzo y septiembre.

En cuanto a los antidepresivos, Ávila aumenta en el 7,88% y Segovia, el 7,26%, por las mismas razones señaladas. El resto se mueve entre incrementos de solo el 1,99% en Soria y el 4,48% de Zamora. La factura alcanzó los 17.237.000,24 euros.

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Aún es un tema por estudiar; pero el informe inicial del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre los efectos de la covid ya señala, en cuanto al estado emocional, que el 73,8% de los encuestados reconoce haberse sentido más intranquilo por la pandemia; un 62,3% más ansioso; un 64,1%, más agobiado; y un 27,8 % refiere problema para dormir debido a la situación.

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