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Ni el número de consultas con especialistas hospitalarios ni la actividad ha recuperado completamente los datos de 2018 o 2019. Pero le falta muy poco y, desde luego, está en camino de hacerlo. Las cifras que dibujan la actividad quirúrgica y la de pruebas de ... diagnóstico sí han logrado, incluso superar, la actividad prepandémica; aunque las urgencias se mantienen en cifras más bajas.
Más de tres años de pandemia –la OMS eliminó la alerta el pasado mes de julio– han hecho falta para una normalidad real, al menos en números porque por estudiar están las posibles repercusiones negativas de los frenazos en cribados, asistencia preventiva y demoras asistenciales en general. Es el otro precio de la pandemia. Un análisis comparativo de la primera mitad de los últimos años arroja tal balance, en realidad positivo, aunque quede recorrido y siempre teniendo en cuenta que las cifras de 2019 no son ni las ideales ni el objetivo porque la Sanidad ya estaba inmersa en importantes listas de espera y ya había una Atención Primaria desbordada en época prepandémica.
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El año 2019 sumó de enero a junio 697.573 primeras consultas. Cayeron especialmente, como es sabido en 2020, y ello pese a que los primeros meses –el 11 de mayo de 2020 fue declarada la pandemia de Covid-19– fueron normales, es decir, que la caída es sólo durante tres meses y medio y aún así bajó a 433.309 primeras citas con el médico de hospital en dicho periodo. En 2021 los datos mejoran pero aún de forma muy contenida. Ese año fueron 569.517 las consultas del primer semestre. El pasado ejercicio fue de fuerte actividad asistencial y superó incluso los datos prepandémicos con 724.604 pacientes atendidos en consultas externas hasta junio; pero este 2023 ha vuelto a caer hasta las 659.961. El cierre del año podría reequilibrar cifras, y en cualquier caso está claro que hay una clara normalización de los datos.
La frecuentación de las consultas de Atención Especializada ha aumentado desde 2020 en toda España como era esperable. La comparativa nacional con los datos de 2019, el último año de actividad normal de referencia, se producen cambios mínimos (un 0,49% más de consultas). En 2021 el número de consultas por mil habitantes oscilaba entre 2.870,94 de la Comunidad de Madrid (dato menor que el de 2019: 2.975,99) y 1.790,65 de Navarra (también inferior a los datos de 2019: 1.900,03).
659.961 primeras consultas
registra el presente año en su primer semestre frente a las 697.573 de año 20219.
1.876.188 citas sin celebrar
durante tres años en Castilla y León a causa de la reducción asistencial que supuso la pandemia, según cálculos en función de la actividad esperable en base a otros años.
75.597 cirugías
se han practicado en el presente ejercicio. El año 2019 alcanzó las 71.821 intervenciones en los catorce hospitales de Sacyl.
Una revisión desde 2010 recoge aquel año una frecuentación en Castilla y León de 1.804 consultas por millar de habitantes. Entre 2015 y 2019 siempre se superan las dos mil, para descender desde entonces hasta ahora de los dos millares, según los datos de la Federación de Defensa de la Sanidad Pública en base a registros del Ministerio de Sanidad.
No obstante, la lista de espera de consulta externa también debe verse con matices, ya que solo recoge la demora de la primera consulta y no la de las sucesivas, que habitualmente suelen ser mucho mayores.
Eso sí, si se añaden las 489.017 consultas que no llegaron a celebrarse –calculadas en función de datos anuales– en 2021 y las 1.008.628 menos de 2020 se alcanzan las 1.876.188 consultas menos en Castilla y León en tres años. Unas carencias que se arrastrarán previsiblemente durante más tiempo y, lo que es peor, tal vez con consecuencias negativas sobre la salud y la calidad de vida.
La actividad comenzó a recuperar la normalidad en 2021, pero ni siquiera en ese segundo año de covid, aunque las puertas de hospitales y centros de salud volvieran a abrirse, Sacyl logró cumplir con los datos que se esperan cada año según balances a largo plazo. Ese segundo año de coronavirus también sumó retrasos y menos cirugías, consultas y urgencias y, aunque bajó considerablemente en comparación con 2020, la falta de asistencia, estaba muy lejos de la normalidad.
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Ana Santiago
Ana Santiago
En cuanto a las cirugías, estos primeros meses del año parecen anunciar una actividad bastante más alta. El año 2019, en el primer semestre, alcanzó las 71.821 intervenciones en los catorce hospitales de Sacyl, cayó en 2020 a 42.883 y subió algo en 2021 (51.570). Ya en 2022 aumenta hasta las 69.706 operaciones; pero no logra los datos prepandémicos. Y no es hasta el presente ejercicio cuando los datos no solamente se recuperan sino que se superan. De enero a junio son ya 75.597 las cirugías, un positivo registro, aunque las listas de espera siguen siendo un problema consustancial al sistema sanitario.
La lista de espera quirúrgica logra así regresar poco a poco a los niveles prepandemia con diferencias importantes, no obstante, entre hospitales. Aún así, todavía los pacientes de Castilla y León tienen que aguardar una media de 103 días para entrar en el quirófano. Son 26 días menos que hace un año, cuando se registraron 129 días de demora, pero están por debajo de los 110 días con que se cerró el primer trimestre de 2020. No obstante, aún están por encima de los 94 con los que se cerró diciembre de 2019, según los datos de la Consejería de Sanidad del segundo trimestre del año, que contabilizan 34.169 pacientes pendientes de una operación, muy por debajo ya de los 39.242 del mismo periodo de 2022. Eran 29.263 en diciembre de 2019 los usuarios de la pública pendientes de cirugía, 4.906 menos que ahora. Y era de 94 la media de días de espera entonces, ahora son 103. La comparativa prepandémica aún arrastra malos resultados.
La suma de las cirugías que cada ejercicio no se han hecho, en comparativa con las cifras de 2019, arroja que en 2020 se hicieron 49.505 menos de lo que se hubiera ejecutado sin pandemia; en 2021 mejoran considerablemente los datos, pero aún se practican 28.319 intervenciones quirúrgicas menos. El cerrado 2022 aporta un descenso drástico, ya solo son 1.482 operaciones menos de lo que tendrían que haberse realizado. Suman 79.378 cirugías arrastradas y ello sin que los datos prepandémicos sean bueno.
Y otro indicador importante es el de las Urgencias hospitalarias que bajaron a 388.559 en 2021, el primer año 'normal' tras el comienzo de la crisis sanitaria y aún están en 518.038 en el primer semestre del año frente a las 524.619 de este 2023.
La Atención Primaria ha asumido tras el primer impacto hospitalario la mayor carga durante y tras la pandemia de covid. Los médicos de Familia y pediatras atienden actualmente el mayor volumen de esta y otras infecciones respiratorias. La vuelta a la normalidad, entendida por tal el funcionamiento prepandémico aunque ya era crítico, es todavía una asignatura pendiente en este primer nivel asistencial por los graves problemas que arrastra de falta de especialistas. Un ingente número de jubilaciones y una gran carencia de renovación de las plantillas acosan a la asistencia sanitaria que resuelve, según numerosos estudios, entre el 95% y el 98% de la atención médica de una población.
El balance del primer semestre del año muestra que ya se ha alcanzado un 60% de consultas presenciales, con un 52% cerró el año 2022. El número de consultas atendidas suman 7.144.824 en dicho periodo, de seguir a un ritmo similar, como cabe esperar, en lo que resta de año los datos superarán los prepandémicos. En 2019 fueron 14.009.939 las citas médicas asistidas en AtenciónPrimaria. Eso sí, entonces era todo presencial.
La media de pacientes atendidos por médico soporta bien el balance y se sitúa entre enero y junio entre 22 y 25 pacientes al día en el ámbito rural y entre 34 y casi 39 en el urbano. Sin embargo, los profesionales de algunas zonas han llegado a atender demandas del doble e incluso más, sobre todo en áreas urbanas porque la distribución de tarjetas y la presión asistencial por características poblacionales y geográficas es muy desigual.
Las urgencias atendidas en este primer nivel asistencial, 518.350 en los pueblos y 437.131 en ciudades se mueven en cifras más parecidas que en el caso de las hospitalarias en una comparativa de los últimos años.
La asistencia en Atención Primaria se puede llevar a cabo por medio de consultas, mediante atención domiciliaria o a través de urgencias. El 90% de las asistencias se realizan en las consultas, un 7,8% son urgencias y el resto, un 2,1%, se resuelven mediante atención domiciliaria. La atención domiciliaria se distribuye de forma diferente al desagregar por tipo de profesional: el 60,5% de las visitas son del médico solo y el 78% de enfermería.
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