Luis Miguel González Gago, secretario general del PP de Valladolid, fotografiado en la sede del partido en esta provincia. G. Villamil

González Gago, el ideólogo de la estrategia jurídica del toque de queda

El actual director de los letrados de la Junta, con dos décadas de alto cargo en su currículum, ha crecido en política con Alfonso Fernández Mañueco

Susana Escribano

Valladolid

Domingo, 21 de febrero 2021, 07:35

Es el hombre que firmó el informe jurídico con el que Alfonso Fernández Mañueco adelantó el toque de queda a las 20:00 horas. Ninguna otra autonomía se atrevió. 31 días ha durado en Castilla y León una medida que ha suspendido el Tribunal Supremo ... esta semana. Luis Miguel González Gago (Pozuelo de la Orden, Valladolid, 1964) es el director de los Servicios Jurídicos de la Junta desde julio de 2019. En ese puesto ha habido perfiles más técnicos y otros más políticos. González Gago es de los últimos. Un dirigente de la confianza total de Fernández Mañueco, al que ese informe vacuna contra futuribles reclamos judiciales de prevaricación por esa ampliación del toque de queda.

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González Gago estudió Derecho en las aulas de la Universidad de Valladolid y forma parte del Cuerpo de Letrados de Administración autonómica desde 1990. Aparcó ese quehacer profesional en el 2000, a los 36 años, cuando se estrenó como director general de Calidad de los Servicios (2000-2003) en una consejería en la que Alfonso Fernández Mañueco desembarcó en marzo de 2001. Luego fue director de Administración Territorial (2003-2007), después secretario general (2007-2011) de Interior y Justicia –conocida como la consejería 'nini', porque Castilla y León ni tenía policía ni gestionaba los medios de los juzgados– y más tarde director de Ordenación del Territorio y Administración Local (2011-2019). En esta última etapa Mañueco había retornado a Salamanca y Gago se acomodó en el equipo del exvicepresidente José Antonio de Santiago-Juárez. La sintonía entre el jefe saliente y el nuevo era nula, pero él superó con éxito esa transición.

Noviembre del año 2000. González Gago toma posesión como director de Calidad de los Servicios de la Junta con 36 años. H. Sastre

Desde su despacho oficial, este aficionado a los toros ha entregado camiones de recogida de basura a mancomunidades y manejado las políticas de juego y apuestas de la comunidad durante una intemerata de años. Los empresarios de casinos, bingos y tragaperras lloraron la marcha de «uno de los reguladores más queridos de la industria, cuyo legado esperemos que continúe». Así lo despidieron en la publicación Azarplus, en julio pasado.

También ha dirigido toda la organización administrativa de las elecciones autonómicas y pintado mapas. De él dependió la propuesta de mapa rural que quedó en el tintero en las Cortes la legislatura pasada. Lo último ha sido, como director de los Servicios Jurídicos de la Junta, el informe del toque de queda, facturado junto a letrados de su máxima confianza bajo la premisa jerárquica marcada por él. Estirando las atribuciones del verbo «modular» aplicado al toque de queda como justificación «forzada» ante el Supremo. Un encargo marcado, según fuentes del entorno de Presidencia, por el 'trabaja en esta línea y lo que se te ocurra'. «Esperanzas de éxito, no había muchas», reconocen desde el Cuerpo de Letrados.

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González Gago con Georgina de la Lastra, exsecretaria general de la Consejería de Hacienda y exdelegada de la Agencia Tributaria en Castilla y León, en la plaza de toros de Valladolid H. Sastre

Las dos décadas de trayectoria de alto cargo de Luis Miguel González Gago albergan un paréntesis de tres meses, entre abril y julio de 2019, con una salida sonada del despacho. Luis Miguel González Gago ha sido el único alto cargo en la historia de la Junta al que se ha despedido sin agradecerle los servicios prestados. Lo hizo el Gobierno de Juan Vicente Herrera, cuando el veterano presidente y sus consejeros estaban de salida.

Los populares de Valladolid cosían y recosían la candidatura a las Cortes y a la capital y Gago se incorporó sorpresivamente al 4º puesto de la lista autonómica, renunciando sin previo aviso a su puesto en la consejería de De Santiago-Juárez, obligando a rehacer la candidatura al Ayuntamiento de Pilar del Olmo y dejando descolocado al presidente provincial del partido que es el consejero Jesús Julio Carnero. Agravaba el episodio el hecho de que González Gago fuera, desde 2015, secretario del PP de Valladolid. O sea, segundo de Carnero y persona clave en la confección de listas. «Es una deslealtad difícil de entender e imposible de explicar», censuró el exvicepresidente. Gago había hecho efectiva la tarjeta de embarque para el proyecto de Mañueco.

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González Gago junto a Alfonso Fernández Mañueco, en las calles de Villalar de los Comuneros el 23 de abril de 2019 G. Villamil

El personal que más cerca trabajó con él en esa última etapa le despidió con una comida en el restaurante La Puñeta, ubicado frente al Colegio de la Asunción, sede de la Junta. Hubo quién vio segundas intenciones y un mensaje subliminal en la elección del local, por el nombre, hacia el promotor de ese cese entre acusaciones de ingratitud.

Logró escaño y su paso por el hemiciclo autonómico fue efímero. Al hacer Cs presidente de Castilla y León a Fernández Mañueco y rescatar a los populares de las galeras de la oposición tras un escrutinio autonómico en el que les adelantó el PSOE, Luis Miguel González Gago recibió el encargo de ponerse al frente de los Servicios Jurídicos de la Junta.

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En aquella comida de despedida de abril de 2019 en el restaurante mexicano, los asistentes obsequiaron a Luis Miguel González Gago con un capote dedicado que no ha evitado el revolcón de la embestida del Supremo con el toque de queda.

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