Golpe fatal de AB Foods al sector remolachero de Castilla y León
Azucarera anuncia 193 despidos más el cierre de las instalaciones de La Bañeza y concentrará la producción en Toro. Convertirá Miranda en refinería mientras que Benavente pasará a ser centro de envasado
El run run llevaba en todos los mentideros desde hace meses y este martes se convirtió en realidad, con anuncio oficial que incluye cifras concretas ... y causará dramas humanos. Azucarera presentará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), justificado por causas económicas, productivas y organizativas, que afectará a 251 empleados de todos los centros productivos de la compañía, incluidas las oficinas de Madrid y Barcelona, lo que supone el 26,6% de la plantilla, formada por 944 trabajadores, según informó ayer la empresa, que como medida más drástica anunció el cierre de su planta de La Bañeza, en León.
En Castilla y León la firma, propiedad de Associated British Foods (AB Foods), centrará toda la producción de azúcar en Toro y cesará la molturación de remolacha en La Bañeza y Miranda de Ebro. Esta última planta quedará operativa como refinería de azúcar en el norte de España y la de Benavente seguirá como centro de envasado. La comunidad es la más afectada por los despidos, ya que de los 251 trabajadores que perderán su empleo 193 son leoneses, zamoranos y burgaleses.En concreto, 116 serán los despidos en La Bañeza, 50 en Miranda, 26 en Toro y uno en Benavente.
La empresa ha iniciado el período de consultas con los representantes de los trabajadores y asegura que promoverá una negociación que ayude a buscar «soluciones efectivas y respetuosas con los afectados». «Ante un contexto agronómico, económico y regulatorio desfavorable, Azucarera no ha conseguido en los últimos años los resultados esperados a pesar de los esfuerzos comerciales y los proyectos de inversión e innovación realizados», señaló la firma en un comunicado recogido por Ical.
El total de despidos anunciados es de 251, por lo que tres de cada cuatro serán en Castilla y León
La decisión, argumenta, se enmarca dentro de un proceso de reestructuración que afrontará para «garantizar la sostenibilidad del negocio a largo plazo y recuperar su competitividad en el mercado para lo que abordará una reorganización» de sus instalaciones y centrará toda la producción de azúcar de remolacha del norte de España en Toro (Zamora).
Esto supone que cesará la molturación de remolacha en las fábricas de La Bañeza (León) y de Miranda de Ebro (Burgos), si bien esta última planta seguirá operativa como refinería de azúcar en el norte de España. Además, seguirá contando con dos centros de envasado, uno en el norte, en Benavente y otro en el sur, en Jerez de la Frontera (Cádiz).
«La decisión de concentrar toda la molturación en un único centro es la única manera de garantizar nuestra sostenibilidad y el futuro de la empresa. La hemos tomado tras un profundo análisis de todos los escenarios posibles», afirmó el consejero delegado de Azucarera, Juan Luis Rivero.
La empresa justifica la reestructuración en la confluencia de «múltiples variables estructurales», entre las que cita los «elevados costes» de mantener tres fábricas operativas; la volatilidad del precio del azúcar, «intensificada por las importaciones procedentes de terceros países en condiciones de mayor ventaja», y la caída de las producciones de remolacha por la prohibición del uso de sustancias activas.
El negocio azucarero de la empresa, también dueña de Primark, arrojó en el semestre pérdidas de 19 millones, frente a las anteriores ganancias de 147
«Esta reestructuración nos permitirá ser más eficientes y competitivos, al tiempo que seguiremos suministrando azúcar al mercado con agilidad, manteniendo los más altos estándares de calidad y seguridad alimentaria», manifestó Rivero, quien sostuvo también que Azucarera trabajará para mejorar la rentabilidad de la remolacha y garantizar la continuidad del negocio y la estabilidad del empleo.
Con esta nueva configuración operativa, Azucarera subraya que «recuperará su competitividad y seguirá siendo el proveedor de referencia en el mercado ibérico». Para ello, la compañía asegura que dispondrá de tres centros de producción de azúcar situados en ubicaciones «estratégicas»: Jerez de la Frontera (Cádiz) y Miranda de Ebro, próximos a puertos comerciales, más el de Toro. Además, seguirá contando con dos centros de envasado, uno en el norte, en Benavente y otro en el sur, en Jerez de la Frontera.

La empresa producirá azúcar la mayor parte del año en el sur y, ahora también, en el norte de la península con la refinería de Miranda de Ebro, y realizará, además, la campaña de molturación de remolacha en la fábrica de Toro. «La molturación de toda la remolacha del norte en Toro nos permitirá reducir costes de estructura, gracias a la concentración de toda la producción en una sola fábrica, nos ayudará a ser más eficientes y a dedicar más recursos a mejorar la agronomía del cultivo. Seguiremos al lado de nuestros remolacheros como hasta ahora y trabajaremos para mejorar la rentabilidad de la remolacha frente a cultivos alternativos», afirmó el consejero delegado.
Antecedentes
A finales de abril, Associated British Foods, que es dueño tanto de la firma textil Primark como de Azucarera, ya advirtió de que estaba a punto de completar una revisión operativa de su negocio español de azúcar con diversos escenarios de reestructuración debido a unos «costes estructuralmente demasiado altos».
En la primera mitad de su ejercicio fiscal, AB Foods presentó un beneficio neto de 610 millones de euros, un 21,6% inferior al del año anterior, con unos ingresos de 11.166 millones, lo que supone un retroceso del 2,3%. El negocio azucarero en particular obtuvo unos ingresos de 1.289 millones, el 6,1% menores, mientras que sus pérdidas operativas ajustadas fueron de 19 millones frente a las ganancias de 147 millones del periodo anterior.
«Un varapalo» para los sindicatos, que piden «unidad» a los partidos
Tras conocer el anuncio de cierre, reestructuración y despidos en Azucarera, el secretario general de industria CyL de CC OO, Miguel Ángel Brezmes, rechazó «de forma contundente» estos planes, justificados en los elevados costes por mantener tres industrias abiertas, y garantizó que desde su organización «usarán todos los medios» a su alcance para que se «revierta la situación». El dirigente sindical reclamó la constitución de un «frente común» en el que el conjunto de las administraciones públicas «arrimen el hombro», en favor de los trabajadores de Azucarera, y exigió a los políticos que «en lugar de repartir culpas» busquen soluciones y «no utilicen a las personas trabajadoras como munición política». A su vez, la secretaria general de UGT - FICA Castilla y León, Sandra Vega, advirtió del «nuevo varapalo» para el medio rural y las empresas asentadas en los pueblos de la comunidad que supone el cierre de la fábrica de Azucarera en La Bañeza, así como el despido de más de 250 empleados de la empresa en toda España, según recoge Ical. Tras el inicio del procedimiento de despido colectivo y las informaciones hechas públicas por la empresa, en la que se anuncia el cierre del histórico centro de trabajo, UGT - FICA Castilla y León mostró su repulsa y oposición a estas medidas anunciadas por Azucarera y su matriz AB Foods.Vega anunció que el sindicato tomará «todas las medidas que sean necesarias», tales como movilizaciones, concentraciones y hasta el planteamiento de una huelga «para poner freno a las pretensiones de la empresa». No obstante, mostró prudencia durante el «transcurso de la negociación» y se pondrá a disposición de todos los comités de empresa. Desde UGT en Cádiz detallaron que el ERE afectará en todo el país a 251 trabajadores, 169 indefinidos y 82 fijos discontinuos, así como a once empleados del centro de trabajo de Jerez de la Frontera (Cádiz), la única planta de Andalucía.
En una reunión con analistas tras la presentación de resultados, el consejero delegado del grupo, George Weston, adelantó en abril que AB Foods ya había provisionado el equivalente a 120 millones de euros para reflejar el menor valor de las plantas y equipos de Azucarera.
La multinacional señaló entonces que los bajos precios del azúcar en Europa y las pérdidas operativas del negocio de bioetanol en Reino Unido, Vivergo, afectaron la rentabilidad de la compañía, por lo que esperaban unas pérdidas operativas ajustadas en el negocio de hasta 47 millones de euros en este ejercicio. En Azucarera «el deterioro de las condiciones del mercado ha demostrado que la base de costes es estructuralmente demasiado alta», avanzó, en declaraciones recogidas por Europa Press. La compañía manifestó que confiaba en que las medidas que adoptaría en Azucarera y Vivergo permitirían la recuperación de la rentabilidad del azúcar a medio plazo. «Estoy frustrado con los resultados de nuestro negocio de azúcar, pero tenemos claro qué soluciones operativas y regulatorias debemos implementar», aseguraba Weston.
Las soluciones y medidas, la reorganización del negocio, se traducirá finalmente en cierres y despidos, con los centros productivos y los trabajadores de Castilla y León como principales damnificados.
Asaja insta a apostar por el azúcar y UCCL recuerda «las ayudas públicas»
Asaja de Castilla y León calificó de «pésima noticia» el anuncio de Azucarera del cierre de la planta de La Bañeza, así como el cese de la molturación en Miranda de Ebro. «Cualquier cierre de industria agroalimentaria en nuestra comunidad es preocupante, por la pérdida que significa para el sector agroganadero como por la pérdida laboral que implica, dos cuestiones fundamentales cuando lo que necesita el medio rural es empleo, riqueza y población». Asaja apunta a «unos únicos responsables: Azucarera y sus directivos, y las nefastas políticas tanto agronómicas como industriales que han llevado en los últimos años». La organización agraria «seguirá apostando por el cultivo de la remolacha y desde luego por las empresas que sigan pagando dignamente a los agricultores por su producción», manifestó Donaciano Dujo. Asaja de León mostró su «firme rechazo» la decisión de Azucarera cerrar la fábrica de La Bañeza, al tiempo que trasladó su apoyo a los trabajadores para que su salida o recolocación «sea lo menos traumática posible». Asimismo, pidió «medidas a favor de los agricultores para que puedan llevar su producción a las fábricas de Toro (Zamora) o de Olmedo (Valladolid), compensando los mayores costes de transporte». UCCL denunció que Azucarera «deja en la estacada» a los remolacheros sin que la Junta o el Gobierno hagan nada por impedirlo. La organización asegura que Mañueco no puede permitir el cierre después de haber «sostenido» con fondos públicos a esta empresa.
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