Secciones
Servicios
Destacamos
Para cuando Teodoro García Egea y Alfonso Fernández Mañueco se retrataron en el Patio de las Tabas de Las Francesas, a escasos metros de la sede regional del PP, las bases de su reconciliación oficial ya estaban fijadas: unidad, poco ruido, frente común a ... Pedro Sánchez y una serie de eslóganes que se resumen en «partido de la libertad», «impuestos bajos», «reunificación del centro derecha».
La receta de Isabel Díaz Ayuso como bálsamo.
Porque es ahí, en las elecciones de Madrid, donde fuentes cercanas al presidente regional del PP sitúan el punto de inflexión de su relación con Génova. Ni siquiera cuando PabloCasado le arropó en la moción de censura transmitió públicamente un apoyo explícito tan contundente como el que le sirvió a Teodoro García Egea, secretario general del PP, para cerrar la junta directiva del partido este miércoles: «Este trabajo que estáis haciendo en Castilla y León va a mantener a un salmantino en el Colegio de la Asunción y llevará a un palentino al Palacio de La Moncloa», concluyó. Y ovación cerrada de los presentes, claro. Mañueco, a falta de la firma y sello, que en política todo es posible, tiene por primera vez el visto bueno oficial de Madrid para repetir como candidato.
No quiere decir esto que Génova renuncie a conducir la renovación en Castilla y León, que sigue considerando imprescindible dados los resultados de 2019, con la pérdida de muchos ayuntamientos importantes y de la hegemonía en las Cortes. Pero será un proceso más sigiloso de lo que se preveía. Lo anunció García Egea con una frase que no pasó inadvertida. «Vamos a iniciar los contactos desde la dirección nacional y regional con todas las provincias para, de nuevo, poner en marcha este proceso y cumplir con las fechas establecidas», dijo al tiempo que advertía de que «la renovación provincial del partido es importantísima, es el comienzo del partido del futuro».
Y por si alguno necesitaba aclaraciones, Mañueco lo dejó claro. «El ruido nos perjudica a todos».
Teodoro García Egea recordó la «afrenta» de la moción de censura del PSOE y se metió un poco en el barro regional para atacar al socialista Tudanca. «Alfonso piensa en Castilla y León y Tudanca, en el PSOE», dijo. Y luego lo tuiteó, a modo de certificado digital. El presidente regional del PP, y de la Junta de Castilla y León, devolvió a cambio su fidelidad a la causa de Casado –y, por tanto, de García Egea– con siete ataques a «Sánchez, Pedro Sánchez», como le llamó reiteradamente.
Fuentes del PP consideran que Pablo Casado saldrá reforzado de esta concatenación de congresos pese a este cambio significativo en el discurso de su número 2, que pretende aplacar ánimos sin renunciar a la renovación. Se amparan en el nuevo escenario que han deparado el triunfo en Madrid y las encuestas. Incluido ese 'CIS deTezanos' que ahora es fuente solvente y de todo crédito para los populares. «Hoy, hasta Tezanos ha tenido que reconocer que el PSOE baja y el PP sube. No nos creamos los números, creámonos la tendencia», justificó García Egea con un punto de sorna.
En el patio de butacas presencial, los presidentes provinciales y los consejeros populares del Gobierno de Fernández Mañueco. Y en la pantalla de 'Zoom', los secretarios, diputados y otros cargos. Todos pendientes, más allá de los discursos oficiales, de los congresos en los que deberán renovarse los organigramas en cada territorio. «En España hemos realizado ya el 60-70% de los congresos provinciales» y la «convención nacional se celebrará en otoño», fue el modo elegante de Teodoro García Egea de acotar el calendario y meter prisa. No se definieron las fechas, que están «ajustadas» a falta de «cuadrar bien» algunas, según algunas fuentes. Otras aseguraron que sí se ha definido un cierto escalonamiento.
Primero se celebrarán aquellas citas en las que se antoja más sencillo confeccionar una candidatura de consenso. Suenan, en ese caso, Palencia, Zamora o Soria, una vez celebrados ya los de Ávila (con Carlos García renovado) y Valladolid (con Conrado Íscar recién nombrado). En Segovia puede haber más que discutir. Para el final quedarán, si no cambia mucho el asunto, León, donde hay diferentes corrientes; Burgos, donde se postulan varios candidatos, incluido el consejero de Presidencia, Ángel Ibáñez, que por estatutos no podría ser; el diputado provincial Borja Suárez; el concejal Salvador de Foronda y hasta el ex alcalde burgalés Javier Lacalle; y el feudo de Fernández Mañueco, Salamanca, donde la lista de críticos emergida hace unos meses parece dispuesta a plantear batalla. Una batalla que se quiere silenciosa, despachos adentro y resuelta con diálogo para no estorbar el crecimiento de un PabloCasado al que ven, ahora sí, cerca de La Moncloa.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.