Castilla y León

El gasto de los mayores de 50 mantiene el 41% del empleo regional

Elaborado a iniciativa propia, el análisis «constituye un hito, ya que por primera vez Oxford Economics analiza la economía de la longevidad en una comunidad autónoma con una metodología homologable a la utilizada en los ámbitos territoriales a la vanguardia de este tipo de investigaciones, como la Unión Europea y Estados Unidos». En su elaboración ha colaborado la Universidad de Salamanca y en sus 154 páginas se evalúa «el impacto socioeconómico y cuantificado el valor económico que supone la población longeva en nuestro país como contribución al crecimiento y a la estabilidad de la economía». Los datos analizados ponen de manifiesto que el gasto realizado por los mayores de 50 años en Castilla y León contribuye a la creación y mantenimiento de 404.500 empleos, lo que representa el 41% de los puestos de trabajo de la comunidad.

El CES destaca que del análisis de la estructura demográfica de Castilla y León se deduce que «un elevado envejecimiento y una alta tasa de dependencia aquejan de manera acuciante al medio rural profundo, pero también a los centros comarcales y a las ciudades y capitales provinciales. Solo las periferias urbanas y las zonas de influencia de las ciudades se alejan de ese comportamiento y ofrecen cohortes de población joven y madura más robustas».

La longevidad cobra especial importancia en las zonas rurales castellanas y leonesas, «donde los servicios y las infraestructuras, tanto de conectividad como de movilidad de personas y mercancías, deben adaptarse a esta realidad constituyendo elementos claves para la cohesión social y territorial, ya sea mediante el transporte, los servicios digitales, la vivienda, las escuelas, la asistencia sanitaria y los cuidados de larga duración, o el ocio y la cultura», señalan las conclusiones.

Para el consejo, «el sector de los cuidados en la sociedad de la longevidad es una oportunidad de políticas públicas, empleo, actividad profesional y económica, por lo que es necesario poner en valor su importancia como sector estructural de la sociedad».

Por otra parte, la llamada Economía de la Longevidad, la que deriva del aumento de la esperanza de vida y que incluye a la población mayor de 50 años, generó un impacto directo, indirecto e inducido en Castilla y León de 13.620 millones de euros en 2021, lo que equivale al 23% del PIB de la comunidad de ese año.

El estudio señala que, en 2021, las personas mayores de 50 años (que suponen alrededor de 1,1 millones en la región), realizaron un gasto de 17.800 millones de euros, cifra que supondría un gasto por persona de 16.800 euros y que contrasta con los 13.100 euros de media de los residentes de entre 25 y 49 años. De esta forma, el gasto 'per cápita' medio es un 36% mayor en estos hogares que de aquellos de 25 a 49 años.

La mayor proporción del gasto de las personas mayores de 50 años se destina a la vivienda, los servicios públicos y el combustible, con más de un tercio del gasto. «De todos los grupos de edad mayores de 50 años, los que tienen entre 60 y 64 años representan la mayor parte de los bienes y servicios adquiridos. La cohorte de 60 a 64 años gastó cerca de 3.480 millones de euros en 2021, lo que supone el 20% de todo el gasto de los mayores de 50 años», según se explica en el informe. Esto último equivale a unos 19.400 euros per cápita, un 50% más que el gasto medio de los residentes en el grupo de edad de 25 a 49 años.

Recomienda también el CES el fomento y promoción del envejecimiento activo a través del ocio, la cultura, el tiempo libre, asociacionismo y voluntariado por su efecto positivo indudable mediante la participación de las personas mayores en actividades sociales en dichos ámbitos. El consejo insta a revisar «conceptos como 'persona mayor' y 'tercera edad', como sujetos de derechos y destinatarios de regulación normativa y acciones concretas, a veces no adaptadas a su realidad vital sobre envejecimiento activo y ocio».

Anima, asimismo, la compatibilización efectiva de la jubilación y las actividades laborales y profesionales, buscando «las soluciones necesarias para estos sistemas» pero también «considerando que las circunstancias personales de las personas en esta situación son muy heterogéneas».

A juicio del CES resulta también fundamental garantizar que la población de mayor edad disponga, «no solo de las herramientas técnicas de acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones, sino también de las capacidades necesarias que les permitan un disfrute adecuado y seguro de las mismas».

Según el presidente del CES de Castilla y León, Enrique Cabero, el informe «es una base sólida para continuar estudiando la nueva sociedad de la longevidad», por lo que ha anunciado un segundo estudio para desarrollar materias que el consejo considera esenciales para abordar sus desafíos. Cabero ha resaltado que «es fundamental explorar los numerosos ámbitos en los que el diálogo social y el propio consejo pueden contribuir a la aprobación pactada de las correspondientes normas, planes, programas y medidas».

Para Pablo Muñoz Gallego, catedrático de la Facultad de Economía y Empresa e investigador del CENIE, «tenemos un importante reto por delante para poner en valor el creciente peso de la población mayor de 50 años en Castilla y León». «Hacer que las sociedades longevas sean generadoras de riqueza y bienestar. Esto tiene su reflejo tanto por el lado de la demanda -gasto, turismo-, como por el lado de la oferta -mercado de trabajo-, como se analizan en este informe», ha señalado.