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Varios alumnos leen los datos de la prueba en la puerta de entrada a cada estación. Carlos Espeso
Valladolid

Actores se hacen pasar por enfermos para examinar a 188 estudiantes de Medicina

La UVA también enfrenta a los alumnos a consultas con maniquíes y simuladores

Ana Santiago

Valladolid

Miércoles, 24 de mayo 2023, 00:28

Más allá de los conocimientos teóricos, del dominio de cada línea de cada texto académico, un médico es un investigador cuando se enfrenta a un paciente y a su enfermedad. Precisa de habilidades técnicas, de comunicación, de empatía, de capacidad para indagar e interrelacionar. Pero ... estas destrezas no se evalúan a lo largo de la carrera pese a los cientos de test y exámenes que estos alumnos realizan a lo largo de seis años de estudios. Apenas se entrenan de forma práctica y ellos mismos desconocen su verdadera capacidad para sentarse frente a un paciente y hacer las preguntas y pruebas adecuadas para conducirlo hacia un diagnóstico y tratamiento.Para medir estas competencias, fundamentales en un médico de cualquier especialidad, las universidades han implantado el Examen Clínico Objetivo Estructurado, conocido por sus siglas, como el ECOE. Y la Facultad de Medicina de Valladolid puede presumir de realizar, desde 2014, una de las más innovadoras y completas pruebas o, al menos así se lo ha reconocido la Academia de Medicina de Familia de España, la AMFE, en los premios de este 2023.

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«Permite al alumno la autoevaluación y al profesor valorar la capacidad de interacción y razonamiento clínico»

Verónica Casado

Médico de Familia y directora del ECOE

Una nueva promoción de futuros médicos remata esta semana sus exámenes y evaluaciones con la más particular de todas ellas, la de la simulación, que se celebra entre los días 22 a 26 de mayo y supone el 50% de la nota de las prácticas tuteladas que ya han realizado durante mes o mes y medio al final de la carrera.

En grupos de una veintena (mañana y tarde), 188 alumnos se enfrentan a 20 pruebas esta semana. Organizadas en dos áreas de la facultad vallisoletana, «todos pasan por todas las denominadas estaciones, pero en diverso orden para agilizar los tiempos, y con circuitos perfectamente diseñados dado que, en algunas pruebas, se requiere haber pasado previamente por otra que indica, por ejemplo, la necesidad de aplicar una técnica de diagnóstico», explica la doctora Verónica Casado, directora del ECOE de Valladolid.

«No dejamos espacio a la improvisación, cada alumno-médico genera una consulta, una comunicación distinta»

Luis Aguilera

Médico y preparador de los actores

Con bata blanca y fonendo al cuello se someten a 20 pruebas de las que ocho son con actores que interpretan el papel de paciente; en siete se trabaja con maniquíes y simuladores y otras cinco son 'de silla' o competencias reflexivas. El alumno se enfrenta a preguntas abiertas de respuesta corta sobre el manejo de la estación anterior, pruebas clínicas, pictoriales o imágenes médicas. El futuro médico cuenta con un máximo de 11 minutos por prueba (en total el examen suma cuatro horas). Tres minutos se destinan a leer los detalles del caso y de lo que en esa prueba tienen que realizar en concreto: desde una anamnesis (interrogatorio médico), exploración física, comunicación, habilidades procedimentales, manejo de casos, prevención e, incluso, aspectos ético legales y relaciones interpersonales. Esta situación de partida está en un folio en cada puerta para que el estudiante lo vaya leyendo mientras acaba el anterior. Ocho competencias a evaluar y en cada aula se examina y valora unas concretas, no todas siempre y el futuro médico no sabe realmente sobre qué le están baremando en esa prueba concreta. Tras la lectura entran en la habitación y disponen de ocho minutos como máximo para desarrollar una reanimación cardiopulmonar o una exploración de mama o urológica con un maniquí o una entrevista clínica para indagar en determinado problema de salud que es donde interviene el actor. Un pitido de silbato marca cada tiempo y, cuando suena, todo se paraliza, el falso paciente deja automáticamente de contestar.

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Maniquí para pruebas de recuperación cardiopulmonar. Carlos Espeso

Las situaciones clínicas con las que se encuentran en cada aula son de lo más variado y de todas las especialidades. Desde una niña con fiebre (aquí el intérprete hace de familiar); paciente pluripatológico, dolor torácico, nódulo mamario, lumbalgia.... «no son casos raros ni se buscan complicaciones sino la rutina médica más habitual», explica Verónica Casado.

Un amplio equipo de cinco organizadores, 135 observadores, que son los que evalúan, 40 logistas que los ayudan a no equivocarse de aula y 20 actores desarrollan la prueba.

Los actores han sido entrenados previamente por los también médicos Luis Aguilera, quien fuera director del grupo teatral de la Facultad de Medicina cuando estudiaba la carrera, y Rosana del Amo. Los intérpretes son profesionales de compañías como Teloncillo o Corsario y guías de visitas teatralizadas. Disponen de un guión –ya aprendido– que les indica los caminos a seguir según las preguntas del alumno, opciones varias y no hay sitio para la improvisación en estas consultas ficticias. «Cada médico genera una consulta distinta», describe Aguilera. Todo un papelón.

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Y los nervios de los futuros médicos, intensos en la primera estación, se van templando incluso hasta divertirles la prueba.

Cada alumno recibe un informe personalizado sobre sus habilidades y sus áreas de mejora, su puntuación en relación con la media y su nota.

La doctora Verónica Casado, muestra la placa del premio AMFE 2023. Carlos Espeso

Premio a la innovación y a la simulación clínica docentye y evaluativa

El Examen Clínico Objetivo Estructurado, conocido por sus siglas, como el ECOE, es especialmente cuidado en la Facultad de Medicina de Valladolid. Implantado en 2014, se ha celebrado cada año con la excepción, en 2020, del año de la pandemia y es una de las más innovadoras y completas pruebas que se celebran en España. Y así se lo ha reconocido la Academia de Medicina de Familia de España, la AMFE, en los premios de este 2023. Habitualmente tienen la mitad de las llamadas estaciones de pruebas mientras que Valladolid alcanza las veinte y detrás hay un equipo más grande que el alumnado que se presenta cada año. Cinco responsables, 135 observadores-evaluadores, 40 logistas y 20 actores para dar contenido y desarrollo eficaz a estas pruebas que se desarrollan a lo largo de toda una semana, mañana y tarde, en grupos de veinte alumnos.En estos años 741 alumnos han realizado ya su ECOE. La Academia de Medicina de Familia de España, la AMFE, nació con el próposito de impulsar la rspecialidad de Medicina de Faimlia y Comunitaria, especialmente en la Facultad de Medicina. «Si algo no se conoce no se puede apreciar ni amar y esta especilidad tiene que estar presente en las facultades ed Medicina. Ya lo está ahora en el 80%; pero queremos darle un nuevo impulso», destaca la doctora Verónica Casado, directora de la misma. Comparten galardón sete 2023 con Valladolid las facultades de Bercalona, Gerona, Granada, Zaragoza, Francisco de Vitoria y Miguel Hernández de Alicante.

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