La fusión de Unicaja y Liberbank tendrá un impacto «muy limitado» en la red de oficinas de Castilla y León

En la presentación ante los medio de la operación de integración de las dos entidades para crear el quinto banco del país, los directivos han asegurado que la nueva entidad «nace con vocación de permanencia, cercanía y arraigo en todos los territorios de sus bancos de procedencia, una seña de identidad» que desean mantener.

Respecto a la estrategia de negocio en el medio rural, donde las dos entidades son líderes en sus territorios de implantación (Unicaja en Andalucía y Castilla y León; Liberbank en Asturias, Cantabria, Extremadura y Castilla-La Mancha), Menéndez ha señalado que ambos bancos, como herederos de las desaparecidas cajas de ahorros, «han demostrado su arraigo y capacidad de prestación de servicios, buscando fórmulas para adaptarse a los tiempos, como los agentes financieros, las instalaciones móviles, etc». «Así seguiremos haciéndolo; en el medio rural tenemos una trayectoria y no va a cambiar», ha anunciado.

En cuanto a la posible repercusión de la fusión en las plantillas, los banqueros se han limitado a decir que «se estudiarán solapamientos y medidas de escala» y que «no se ha tomado aún ninguna decisión sobre medidas laborales». En cualquier caso, y como no podía ser de otro modo, han manifestado su compromiso de que «se respetarán los derechos de los trabajadores para que la integración se haga con el mayor acuerdo posible entre las partes».

Los consejos de administración de Unicaja Banco y Liberbank aprobaron el martes la fusión de las dos entidades para crear el quinto mayor banco de España, con un volumen de activos cercano a los 110.000 millones. La entidad malagueña, con unos 63.000 millones de euros en activos, tendrá el 59,5% del grupo resultante, mientras que el 40,5% restante será para la asturiana, que contribuye con algo más de 45.800 millones de euros en activos.

El futuro grupo arrancará con unos 9.900 empleados y una red cercana a las 1.600 sucursales. Unicaja Banco, con una importante presencia en Andalucía y Castilla y León, cuenta con 6.200 empleados y 1.000 oficinas, mientras que Liberbank, creado por Cajastur-Banco CCM y las cajas de Cantabria y Extremadura, suma 3.700 trabajadores y 579 sucursales. La sede social del nuevo banco estará en Málaga, donde tiene su domicilio Unicaja Banco, y habrá centros operativos en Oviedo y en Madrid.

Unicaja Banco lidera el negocio financiero en Castilla y León, mientras que Liberbank apenas cuenta con una presencia testimonial, con seis oficinas en cuatro capitales de la comunidad: Salamanca (3), Valladolid, Burgos y León. No obstante y a la postre esta premisa, la inexistencia de coincidencias o solapamientos en sus zonas de implantación, puede que no sea suficiente para evitar consecuencias negativas en el empleo.

En estas operaciones, los ajustes de plantilla son una de las palancas de ahorro de costes que utilizan los bancos. El andaluz cuenta con 364 sucursales y cerca de 1.700 empleados en Castilla y León, después de que en el último ERE salieran casi 1.000 personas. Además, con fusiones o sin ellas todo el sector prevé continuar con su estrategia de reducción de redes en aras de la digitalización.

«La fusión no nos afectará mucho, pero la reconversión del sector sí lo está haciendo», señala Rubén Miguel, responsable de UGTen Unicaja, quien advierte de que «por la despoblación se están cerrando sucursales rurales casi a diario». Para el sindicalista, «más preocupante que la operación en sí para las diez mil familias de trabajadores es la gobernanza del banco». «Que demuestren que están preparados», añadió.

CESICA reclamó a la entidad que mantenga un modelo de relaciones laborales basado en la negociación –«como siempre hemos tenido en Unicaja», señalaron– y «lejos del modelo de Liberbank, que tanto ha abusado de ERE y ERTE en los últimos años».