La fusión CaixaBank-Bankia sumará nuevos cierres de sucursales a los 257 del último año en Castilla y León

Esta semana, la prensa madrileña cifraba entre 8.000 y 12.000 las bajas laborales que tendrá como coste la operación a nivel nacional, ámbito donde ambas entidades suman más de 51.000 trabajadores. En un sector donde hace años que son habituales las reducciones de plantillas, también es habitual que éstas se realicen mediante jubilaciones anticipadas, bajas incentivadas e indemnizaciones que no se ven en otras áreas de actividad.

Desde los sindicatos esperan que se mantenga la tónica, si bien advierten de que estarán alerta en la negociación con las entidades, ya que por las características de la fusión, que se produce en plena pandemia de covid y está en buena parte justificada por ella, esperan un planteamiento diferente. Además, ya se está hablando «de un recorte brutal».

Dan por sentado, además, que en la integración saldrán peor parados los empleados del banco semi público, ya que no solo son el pez chico en la absorción, sino que «son más baratos». La diferencia salarial está en torno al 20%.

El sindicato UGT trasladó hace unos días a las entidades «la necesidad de mantener el empleo» ya que «será difícil de entender por los ciudadanos que en un momento como el que estamos no se mantenga en el sector financiero en particular». No obstante, tanto UGT como CC OO, asumen que habrá ajuste de plantillas por «la confluencia de oficinas en ciudades importantes, en algunos casos incluso puerta con puerta» y reclaman que las medidas de recorte «no sean traumáticas».

En la última gran operación, la también absorción del Popular por el Santander se produjeron 3.030 bajas voluntarias y 39 despidos. Las indemnizaciones, dependiendo de la edad de los afectados, llegaron hasta el 80% del salario y la cotización a la Seguridad Social hasta la edad de jubilación anticipada.

La cifra de empleados del sector en España ha pasado de los 270.000 de antes de la crisis de 2008 a los 180.000 actuales, una pérdida de un tercio de efectivos en doce años. Un goteo que no cesará si la actual operación culmina y cunde el ejemplo.

CaixaBank cuenta con 242 oficinas en la comunidad autónoma, según datos del Banco de España del pasado marzo. En Burgos es donde tiene mayor implantación, con 75 sucursales. En León tiene 43 y en Valladolid, 39. Pero mientras en la provincia burgalesa Bankia solo tiene 6 oficina y en la leonesa, 7; en la vallisoletana cuenta con 14, lo que dispara las duplicidades.

En sentido contrario pero similar, el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri posee 125 establecimientos en la región, 90 de ellos en dos provincias. Tiene 42 sucursales en Ávila -por 16 de CaixaBank- y en Segovia cuenta con otras 47 -por 13 CaixaBank-. En ambas provincias se producirían solapamientos.

Si en oficinas la entidad de origen catalán casi dobla a la heredera de Caja Madrid, en cuanto a empleados la relación es de 1,5 a uno: CaixaBank emplea a 982 personas en la comunidad autónoma, frente a las 610 de Bankia. Un hipotético total, de 1.592 empleados, se situaría algo por debajo de los 1.800 con que cuenta Unicaja Banco -distribuidos en 341 sucursales-, que durante el año pasado completó 760 prejubilaciones.

La entidad que comanda Guillermo Gortázar se hizo en 2012 con la red de Caja de Burgos, que por entonces estaba integrada en la breve fórmula de Banca Cívica junto con Cajasol, Caja Navarra y CajaCanarias. Por su parte, Bankia fue el resultado de la integración, en 2010, de Caja Madrid con Bancaja y varias cajas pequeñas, entre ellas las castellanas y leonesas de Segovia y Ávila.

De manera paralela a los esfuerzos por implantar la banca telemática, el sector financiero pisa de forma generalizada el acelerador en el cierre de oficinas. De forma más acusada en el último año. Las 1.683 contabilizadas por el Banco de España en Castilla y León en marzo de 2020 son 257 menos de las que había doce meses antes. La reducción es imparable trimestre tras trimestre desde 2008. Hace diez años había tres mil; hoy sobreviven algo más de la mitad, 1.683 sucursales o la misma cifra que había en 1976.