Profesionales del Operativo de Lucha contra Incendios de Castilla y León, este verano, tras la extinción de un fuego en el entorno de San Andrés del Rabanedo. Peio García-Ical
Castilla y León

Finaliza el riesgo alto de incendios, pero siguen prohibidas prácticas con fuego

Castilla y León cierra la campaña estival más benigna de los últimos años, que se anticipó a mediados de junio y alargó hasta mediados de octubre tras el devastador verano de 2022

Susana Escribano

Valladolid

Martes, 17 de octubre 2023, 14:11

El frente de lluvia que se prevé para los próximos días y el descenso de temperaturas que ha provocado la borrasca que cerró el Puente del Pilar han llevado a la Junta de Castilla y León a poner fin a al periodo de riesgo alto ( ... y medio los últimos días) de incendios forestales. Esa catalogación implica tener al Operativo de Extinción al 100%. La comunidad autonómica entra en fase de «peligro bajo» de fuegos en el monte. Eso atenúa las prohibiciones de prácticas con fuego o trabajo con maquinaria en zonas de vegetación, pero con riesgo bajo siguen existiendo limitaciones para prevenir incendios que afectan, entre otras cuestiones, a la quema de rastrojos, a las hogueras, al lanzamiento de pirotecnia o al estacionamiento de vehículos en caminos o cortafuegos.

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«La previsión para los próximos días indica que las precipitaciones generalizadas que comenzaron la tarde del domingo 15 adquirirán mayor intensidad a partir de hoy», argumentan desde la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio. Eso conlleva que «los valores relacionados con los incendios, la probabilidad de ignición y la propagación serán de nivel bajo», debido a que ese aumento de la humedad y las precipitaciones en el monte ha permitido a la vegetación que haría de combustible en caso de incendio, recuperar agua, lo que hace más difícil que arda y se propague ese fuego.

Castilla y León baja la persiana de un verano en el que la Junta, tras el acuerdo logrado el otoño pasado entre el consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones, los sindicatos UGT y CC OO y la patronal Cecale, amplió la época de riesgo alto de incendios de los tres meses habituales de julio, agosto y septiembre a la segunda quincena de junio y la primera de octubre. La comunidad ha estado en riesgo alto hasta el pasado día 12, pasando a riesgo medio hasta este momento.

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Culmina un estío con un balance benévolo en el campo de los incendios en Castilla y León si se compara con la media de los últimos diez años y, más aún, si se contrapone al rastro de cenizas que dejó la campaña de 2022, con buena parte de la Sierra de la Culebra zamorana echada a perder, con cuatro víctimas mortales, y con zonas singulares de León, Burgos, Salamanca y Segovia que fueron pasto de la llamas.

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Las estadísticas de este año muestran una mejora con respecto a la última década. Hasta el 10 de octubre, el número de incendios fue un 33% menor que la media de los últimos 10 años, y el número de conatos es un 14% mayor. Este último dato es clave un aviso de fuego se quede en un conato implica que se aborta un incendio que puede desbocarse. La superficie arbolada quemada este año es de 755 hectáreas y la superficie forestal afectada es de 3.345 hectáreas, ambos datos considerablemente inferiores a la media de la última década.

Desde la Consejería de Medio Ambiente destacan que mantienen un despliegue de medios para atajar conatos. «Sigue desplegado personal de guardia, el helicóptero de la base del Vivero permanece operativo todo el año y se mantiene una cuadrilla helitransportada por base, así como todas las autobombas propias. Las cuadrillas terrestres siguen trabajando en el monte con disponibilidad para acudir a los incendios y continúa la prestación de parte de los retenes de maquinaria», informan en una nota de prensa desde el departamento que dirige el Juan Carlos Suárez-Quiñones.

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Prohibido quemar rastrojos y prender fogatas

La rebaja a nivel bajo del riesgo de incendios sigue implicando medidas de precaución para evitar fuegos. En el monte y en los terrenos rústicos a menos de 400 metros del monte está prohibido: quemar rastrojos; hacer hogueras y fogatas, excepto para personas que trabajen en el monte, para preparar alimentos o calentarse; encender fuego en las áreas de descanso de la red de carreteras; tirar fósforos, colillas o cualquier material en ignición al suelo.

También está prohibida la quema al aire libre de basureros, vertederos o cualquier acumulación de residuos de cualquier tipo, así como arrojar fuera de los contenedores de basura desechos o residuos que con el tiempo puedan resultar combustibles o susceptibles de provocar combustión, tales como vidrios, papeles, plásticos, aerosoles, mecheros, etc. No se puede aparcar vehículos en los caminos, pistas forestales y cortafuegos de modo que supongan un impedimento al paso de los vehículos del Operativo de lucha contra los incendios forestales y el lanzamiento de cohetes, globos o artefactos de cualquier clase que contengan fuego seguirá requiriendo autorización en el monte y en los terrenos rústicos a menos de 400 metros del monte.

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