Fernández Santiago vuelve a la actividad política como adscrito al Gabinete de Presidencia

Ahora ha vuelto, en cierto modo, a la actividad política. Ocupa un puesto de adscrito al Gabinete de Presidencia, dentro de la Consejería de Presidencia, en un despacho en el edificio H, en la sede del Colegio de la Asunción. Allí realiza informes, explica, sobre «cómo hacer frente a lo que se derivará después de esta pandemia». Y añade: «Va a haber una transformación producto de esos fondos que vienen de Europa, en cuanto al eje verde y al eje digital. Me parece muy interesante».

No era, en principio, lo que le esperaba tras su alejamiento de la primera línea, después de haber salido del edificio de las Cortes de Castilla y León, donde fue presidente (2003-2011) y procurador (2011-2019). Contaba con una plaza de personal laboral desde que en 2007 se regularizó la situación de aquellos trabajadores que firmaron sus contratos en el ente preautonómico. Decía entonces El Norte: «Podrá alcanzar en unos meses la condición de trabajador laboral fijo en un puesto administrativo de la Junta, para cuando deje la actividad política, si supera un concurso público. Una orden trata de resolver la situación de empleados con contrato administrativo temporal formalizado antes de agosto de 1984».

En julio de este año se convocó la plaza, dentro del concurso abierto permanente de personal laboral, y se resolvió a finales de agosto. La competencia que le corresponde es la «Dirección Técnica de Personal y Relaciones Laborales», dentro de la Gerencia Regional de Salud. No ha durado mucho en su puesto. En el decreto que configuraba la estructura del Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco, el 2 de agosto de 2019, se incluía un artículo que decía así: «Cuando circunstancias objetivas así lo aconsejen, se podrá adscribir temporalmente al Gabinete del presidente personal al servicio del sector público de la comunidad de Castilla y León. Estas adscripciones y su revocación se realizarán por el titular de la Consejería de la Presidencia».

Y es lo que ha ocurrido. Se le ha invitado a ocupar ese cargo de adscrito al Gabinete del presidente y Fernández Santiago ha aceptado. «Es una adscripción reversible», advierte. Es decir, que puede regresar a su plaza en la Gerencia de Salud si Fernández Mañueco decide prescindir de él o si él mismo así lo desea. «No gano ni un euro más», aclara, al cambiar de puesto. «Es según el convenio y tengo la misma retribución. Igual que un trabajador, con mis trienios, no tengo desde el punto de vista retributivo ningún otro dinero». Según las tablas salariales del personal laboral de la Junta, un técnico con competencia funcional de dirección y titulación superior puede cobrar en torno a 34.000 euros brutos al año más la antigüedad, que en el caso de Fernández Santiago marca la diferencia. «Al adscribirme con carácter temporal al Gabinete, todo lo que depende de mi retribución sigue siendo idéntico a mi puesto de trabajo. Lo que tengo son trienios y viene de la Gerencia de Salud, donde tengo mi plaza», explica.

En 2001, en una entrevista en El Norte, respondía a qué haría tras la política. «Tengo mi compromiso en Castilla y León; seguir trabajando desde la normalidad como cualquier ciudadano». Y desde la política, de nuevo.