Fallece Arsenio Lope Huerta, delegado del Gobierno en Castilla y León durante la etapa de Felipe González

Le tocó afrontar, como máximo responsable de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la comunidad, con la alarma social que provocaron Valetín Tejero, asesino de la niña Olga Sangrador, en Villalón de Campos, y Pedro Luis Gallego, conocido como el 'violador del ascensor' y condenado, entre otros delitos, por la muerte de la joven Leticia Lebrato, en Viana de Cega.

Lope Huerta aplicó en su etapa al frente de la Delegación del Gobierno en Castilla y León un diálogo institucional que le fue reconocido desde la formación popular. Abogado de profesión, con una profunda afición por la fiesta de los toros, Lope Huerta abrió su despacho en la delegación autonómica a cuantas agrupaciones se lo solicitaron.

Lope Huerta, que tenía experiencia en gestión como alcalde que fue de Alcalá de Henares entre 1983 y 1987 y fue dos años (hasta 1988) director de Cooperación Cultural del Ministerio de Cultura, accedió a la Delegación de Castilla y León en la etapa en la que Jesús Quijano era secretario del PSOE en la comunidad y portavoz en las Cortes. Quijano ha destacado la bonhomía del fallecido y su «alto sentido institucional».

Cerró su etapa en Castilla y León al ser nombrado delegado del Gobierno en Madrid, cargo que desempeñó entre 1993 y 1994.

El dirigente socialista cumplió en noviembre 77 años y su fallecimiento a consecuencia de un cáncer se ha producido apenas un par de semana después de la muerte de su esposa. Hasta que su enfermedad se lo permitió, Arsenio López Huerta solía reunir periodicamente en Tordesillas, para comer, a aquellos que fueron gobernadores civiles en las nueve provincias de la comunidad durante su mandato. A esos encuentros se sumaba también Jesús Quijano.