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Los trabajadores del Servicio de Atención al Usuario de Sacyl se concentraron ante la sede de la Consejería de Sanidad por segundo día consecutivo para dar visibilidad a su situación, que ha desembocado en un expediente de regulación de empleo (ERE) de despido colectivo ... para 40 personas. La plantilla se siente «indefensa» después de que en el cambio de empresa adjudicataria la nueva se oponga a reconocerles la antigüedad y Sacyl haya rechazado mediar en el conflicto. Como colofón, la Junta les ha prohibido 'de facto' protestar con una huelga al decretar unos servicios mínimos del 100%.
«No pedimos ninguna mejora salarial, solo que se nos respete la antigüedad después de once años en el puesto. Ni por asomo podíamos imaginar la situación a la que nos han abocado», señaló Aitor González Carazo, delegado de personal de UGT en la empresa saliente (CSA). La nueva concesionaria, CISGA, ya ha comenzado a realizar contrataciones, además de asumir a siete empleados de CSA y esta última ha presentado un EREpara los otros 40 cuyo periodo de consultas se iniciará el martes.
La desesperación era patente entre los trabajadores que se movilizaron desde su centro de trabajo actual, en la plaza de Juan de Austria, hasta la Gerencia Regional de Salud, en la sede de la Consejería. Su convocatoria de huelga indefinida para la semana próxima se ha visto «cercenada» por la decisión de Sanidad de imponer unos servicios mínimos del 100%.
Esta exigencia se suma al hecho de que «la consejería ha ignorado todas las peticiones de establecer un cauce de diálogo y no se presentó al acto de mediación en el Servicio de Relaciones Laborales (SERLA)», lamentaron. «Nuestros derechos laborales se ven doblemente atacados», resumió el representante de UGT.
La plantilla del servicio, que atiende a más de 20.000 profesionales del Sacyl y registra 2.000 incidencias diarias, acudió al SERLA con la esperanza de que el trasvase a la nueva empresa del medio centenar de trabajadores se hiciese «respetando las condiciones laborales y los derechos obtenidos tras once años de trabajo». La negativa de la nueva adjudicataria a asumir su antigüedad y la ausencia de Sacyl en la reunión echaron por tierra su demanda.
Desde la FeSP de UGT Castilla y León acusaron a la Gerencia Regional y a su responsable, Manuel Mitadiel, de «escurrir el bulto en un conflicto laboral tras una nueva adjudicación de las licitaciones en base a criterios economicistas que favorecen a empresas que ofertan a la baja con la consiguiente precarización de los trabajadores y de la calidad del servicio».
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