La etapa de 2 a 3 años arranca con el 75% de plazas cubiertas

Esta nueva oferta del Primer Ciclo, que no es obligatoria, ha alcanzado «un gran interés entre los padres», destacó Lucas. De hecho, es la que dinamiza un universo poblacional marcado por el constante descenso de matrículas por la caída de la natalidad. Arrancará con 15.993 pequeños en las aulas, con un crecimiento del 57,13% respecto al curso anterior y con un nivel de demanda que se acerca al 75% de la población de esa edad. Para todos ellos, se han habilitado 653 centros en la región, de los que 377 serán públicos. Además se han contratado 265 técnicos superiores para atender sus necesidades. «Incorporar a estos alumnos es enriquecer el sistema educativo -aseguró la titular de Educación- y seguir luchando por mantenernos en la vanguardia de la excelencia no solo nacional sino internacional».

Estos más de 15.000 alumnos romperán la tendencia negativa de otros ciclos como el Infantil (Segundo Ciclo), que cae un 5,76% (pierde casi 3.000 matrículas), la Primaria, que pierde un 2,29% (también otros 3.000 niños). Solo la Secundaria (85.299) y el Bachillerato (32.113) muestran un mantenimiento de sus cifras de escolarización.

Por contra, es en la Formación Profesional (FP) donde se nota el tirón de estas enseñanzas, que han triplicado sus ciclos en los últimos cinco años y superarán este curso los 44.500 alumnos (un 3,6% más).

Para todos estos colectivos (además de la Enseñanza de Adultos o las Especiales -artísticas e idiomas-) se ha incrementado la plantilla de docentes en 645, hasta alcanzar los 34.795. Un esfuerzo que permitirá también «cumplir con los acuerdos alcanzados con los sindicatos educativos», en la reducción de los ratios y horarios lectivos. Así en Infantil se pasará de 25 alumnos a 22 antes de que acabe el curso 2023-2024; en Secundaria se pasará de 30 a 27 y en Bachillerato de 35 a 33. Además los profesores verán reducidas en una hora semanal sus jornadas lectivas.

En la presentación de estos datos, rodeada de todo su equipo de directores de Área, Rocío Lucas, criticó las exigencias de la nueva ley educativa, la LOMLOE de la ministra Isabel Celaá, que entre en vigor este curso en toda su extensión. Dejó claro su rechazo a la posibilidad de superar los cursos con varios suspensos siempre que lo aprueba el Consejo Escolar. «No queremos maquillar las estadísticas de fracaso escolar sino combatirlo», reclamó.

Y exhibió las estadísticas de evaluación internacional, como PISA o TIMSS, que sitúan a la comunidad en «el top ten» de Alto Rendimiento, Equidad, Clima de Convivencia y Motivación para concluir que «seguiremos en la vanguardia mientras no nos desviemos del objetivo de ofrecer una educación que potencia la cultura del talento, mérito, esfuerzo y capacidad».