«Hemos estado en contacto por Whatsapp, pero no es lo mismo»

«Me he adaptado bastante bien, no he tenido ningún problema», afirma Diego. Lo más complejo para él ha sido a la hora de hacer los exámenes, «sobre todo los de matemáticas, que hacía todo el desarrollo de los problemas en el ordenador y a veces se me borraba; lo tenía que hacer de nuevo en el cuaderno para poder hacer la foto y mandarle el examen al profesor», destaca Diego Ferrero Robles, de once años y alumno de 6º de Primaria del colegio San Gregorio-La Compasión de Aguilar de Campoo (Palencia).

Las clases para él han estado bien. «Más que clases han sido reuniones que hemos tenido con el profesor donde nos explicaba el tema y resolvía las dudas generales, luego podías hacer consultas por Internet y los profes te hacían llamadas personales para explicarte algo que no hubieras entendido», explica. Y lo que más ha echado de menos ha sido «a los compañeros».

A la hora de hacer las tareas también revela que ha añorado a sus amigos. «Hemos estado en contacto por WhatsApp, pero no es lo mismo». También ha echado en falta más repaso de los temas y las posibles preguntas de los exámenes antes de hacerlos, «como hacíamos en clase». Confiesa que ha tenido mucho apoyo familiar, sobre todo de su madre, «que está más pendiente de mis tareas».