Las estaciones de esquí de Castilla y León trabajan al 50% de su aforo por la covid

«Nosotros estamos trabajando con un 50% del aforo, que tenemos calculado en su totalidad en algo más de dos mil personas», explica el director de Leitariegos, Andrés Fernández, quien confiesa que estos días de Navidad, la actividad «está siendo buena» dentro de las limitaciones que vive la comunidad. «Nosotros tenemos generalmente una gran afluencia de esquiadores de Galicia y Asturias, y no pueden venir. De hecho, algún gallego ha venido y se ha llevado una multa», afirma Fernández.

Con jornadas con cerca de 700 visitantes, todos de Castilla y León, la estación de Laciana abrió el pasado 9 de diciembre con un total de ocho pistas que suman 4,6 kilómetros esquiables de nieve polvo y espesores que oscilan entre los 80 y los 30 centímetros.

Sin embargo, el temporal de nieve y frío, y el riesgo de avalanchas, ha obligado a la dirección a cerrar esta semana la parte del teleski y la zona alta, conocida como la Ferradura.

Ante la llegada de un nuevo fenómeno meteorológico de frío extremo, que puede ir acompañado de fuertes vientos, la estación «solo» se plantearía cerrar, si las rachas de viento fuesen superiores a los 45 kilómetros por hora.

En San Isidro, con «muchísima nieve», permanecen abiertos 6,5 kilómetros esquiables de la estación, con las zonas altas de Cebolledo y Requejines cerradas.

El centro invernal ha abierto con el protocolo covid establecido por la Diputación de León y un aforo que controla fundamentalmente en los remontes y en las zonas de colas, dónde tratan de evitar las esperas para evitar aglomeraciones de esquiadores.

«Es difícil calcular el aforo, pero en circunstancias normales hablamos de unas cuatro mil personas para que la estación esté cargada. En estos días de Navidad, el día de más afluencia puede que hayamos tenido unos 1.500 asistentes», indica Olga Álvarez, directora del recinto leonés.

La responsable de la instalación, ante la llegada de un nuevo temporal, asegura que la estación «solo cerraría si se superasen los niveles de viento, si no hubiese visibilidad por la niebla, que es muy inusual, y, por supuesto, si los accesos a la estación estuviesen cortados».

La apertura de La Covatilla, donde la nieve no ha sido tan abundante como en León, se ha producido con casi un mes de diferencia con respecto a sus homólogas leonesas. «Las ausencia de nieve y las medidas de movilidad y confinamiento nos han echado para atrás», indica José White, director de la Estación Sierra de Béjar-La Covatilla.

Desde este miércoles, el recinto dispone de cuatro pistas y dos remontes, con unos 800 metros esquiables, después de que los propios operarios de la instalación hayan estado confeccionando nieve los últimos días.

«Ahora, lo que tememos es que lleguen nuevas medidas de restricción de la Junta y tengamos que volver a cerrar», concluye el responsable salmantino del recinto bejarano.

Por su parte, la cuarta estación oficial de Castilla y León, La Pinilla, en Segovia, dependiente del Ayuntamiento de Riaza, abrirá la próxima semana y pide «un corredor con Madrid», de donde son el 80% de sus clientes, aunque no supedita la apertura a que se permita el tránsito de madrileños con la instalación invernal.