Alexis Baldassari en primer término, junto a Carlos Battistessa, Ramón Santana y José Luis Franchini, en su primer día de trabajo en Amusco, Palencia. Gabriel Villamil

Esquiladores uruguayos llegan a Castilla y León para salvar la campaña

En España han aterrizado 258 y la empresa Esquiladores Montaña de León ha recibido 40 que ayer mismo iniciaron la tarea en Palencia

Silvia G. Rojo

Salamanca

Viernes, 15 de mayo 2020, 07:14

Procedentes de Montevideo y sin tiempo para lamentarse por el 'jet lag', un total de 258 esquiladores uruguayos aterrizaron el pasado miércoles en Barajas y, ayer mismo, algunos de ellos ya estaban en el tajo en Castilla y León. Desde hace más de 15 años ... es habitual que unos 300 esquiladores procedentes de ese país participen en la campaña de 'cosecha de vellón' pues en España es uno de esos oficios que ha ido desapareciendo. Este año, la situación derivada del coronavirus ha impedido poder contar con ellos hasta ahora y no sin arrimar el hombro, tanto desde las administraciones, las empresas, las organizaciones agrarias o la Unión Regional de Cooperativas (Urcacyl).

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En una explotación de Amusco (Palencia) se estrenó ayer la cuadrilla de la que forma parte Alexis Baldassari, al que con tan solo 26 años se le puede considerar todo un veterano del oficio. Es su octava campaña en España y este trabajo «me ha llevado a conocer siete países diferentes, fui varios años a Estados Unidos, Chile o Argentina y aunque en Estados Unidos se gana más, la convivencia era muy difícil, en España se está en familia».

Nada más entrar en la nave ya se nota que este año es diferente; así lo demuestran las mascarillas con la bandera de Uruguay que deben soportar cada jornada, cuestión nada sencilla por la constante sensación de ahogo. El resto, el balido de las ovejas y el molesto ruido de las tijeras eléctricas con las que pelan el rebaño para que no sufra el calor del verano.

A los habituales protocolos que deben cumplir cada año, esta campaña han añadido además los propios del coronavirus. Y, a pesar de que no han debido pasar la cuarentena, hay empresas que por su cuenta han realizado pruebas: «Nos chequearon allá y acá», confirma, y les han explicado todos los protocolos que deben cumplir.

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La empresa Esquiladores Montaña de León, para la que trabaja Alexis, ha recibido a 40 de estos profesionales y tal y como comenta uno de los socios, Alfonso Suárez, «este refuerzo nos ayuda para empezar a buen ritmo porque llevamos mucho atrasado». Ignacio Fidalgo, el otro socio, ayer estuvo con esta cuadrilla.

Entre los meses de marzo y julio la empresa leonesa esquila entre 650.000 y 700.000 ovejas y a los esquiladores nacionales suman a los uruguayos, «muy trabajadores y formales, por eso vienen cada año, no es casualidad».

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Néstor Suárez Pintos, otros de los esquiladores, indica que «esto es algo que nos sirve a todos, tanto a los que venimos para acá como a los que nos están esperando». Está claro que viajar hasta España y en circunstancias normales, permanecer tres meses alejados de su familia, es algo que compensa económicamente, «es bastante rentable, hacemos una buena campaña».

Por cada oveja que esquilan, «unas 200 al día y no quiero parecer exagerado», cobran alrededor de un euro, una cifra que perfectamente puede triplicar la que cobran en Uruguay. Una vez que concluya la campaña aquí, enlazarán con la de su país.

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En Uruguay, curiosamente, han recobrado la fuerza de otros tiempos las escuelas de esquiladores, «la juventud se quería ocupar de otras cosas más livianas pero como ahora se viene a España están entrando en las escuelas porque merece la pena».

Bienestar animal y calidad en el vellón con la técnica 'Tally Hi'

Atrás quedaron los tiempos en los que se esquilaba a las ovejas atándolas, los esquiladores uruguayos utilizan la técnica 'Tally Hi' que destaca porque se busca el bienestar del animal y se obtiene una mejor calidad en el vellón.

Néstor Suárez dice que hay que ser «habilidoso y estar muy bien físicamente» para un oficio duro que él aprendió con su padre y sus hermanos. «La oveja está suelta, no la atamos para que así no sufra tanto, es una cuestión de práctica que además a nosotros nos facilita la tarea».

Alexis Baldassari está diplomado en 'Tally Hi', «en mi país enseño», al tiempo que reconoce que «es un trabajo que cuesta, todo depende de cada persona y de la atención que se preste».

En este oficio no todos los días son iguales, «uno días son buenos y otros acabas destrozado, como hoy», sonríe a través del teléfono tras acabar la primera jornada de esta campaña.

La medida la da el tamaño de las ovejas, «cuanto más grandes, más trabajas, más forcejeas y haces más fuerza con las piernas para trabar al animal».

Sin ir más lejos, ayer esquiló a 205 ovejas, en una explotación a la que acudía por primera vez, en otros casos, «ya me conocen y le dicen al jefe que vuelva para el año siguiente».

Este profesional ha sido seis veces campeón de esquileo en su país y al igual que Néstor, el pasado mes de julio participó en el campeonato mundial celebrado en Francia, donde como dicen ellos, hubo tres celestes.

En el grupo de Alexis hay 15 esquiladores de su ciudad y sin ir más lejos, dos de ellos son sus hermanos. Tanto el uno como el otro, han dejado mujer e hijos en su país pero el esfuerzo merece la pena.

Algunos esquiladores completan los meses en los que no se esquila en su país o en España con trabajaos en la construcción, colocando alambrados o en 'chacras', como denominan a las granjas.

A diferencia de otros años en los que superaron los cuatro meses de estancia, en esta ocasión está previsto que regresen en 70 días a su país.

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