El escaño 82: para descreídos

El presupuesto que acaban de registrar PP y Vox en las Cortes, recién presentado por Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo, consigna para la modernización de este centro hospitalario, que vio la luz en enero de 1978, una partida expresa de 10,9 millones de euros. Suma años y sigue. Es un proyecto 'Guadiana', extendido a lo largo de los ejercicios. Ora sumergido, ora asomando a superficie presupuestaria. Inacabable. Los hay en peor situación. Sin empezar, como el requeteprometido Hospital Santos Reyes, de Aranda de Duero.

Por eso hay que coger con escepticismo unas cuentas públicas. Más en épocas de tribulaciones políticas, sin mayorías absolutas, con pactos entre socios que compiten electoralmente y urnas a la vuelta del calendario.

Llegan las de 2023 a las Cortes de Castilla y León. Como lo hizo, hace un año, el proyecto para 2022, rubricado por Mañueco y Francisco Igea, tramitado al completo y que no vio la luz porque el PP activó el botón del adelanto electoral un 20 de diciembre. Se votaba el 22. Un año después, siguen sin aplicarse las rebajas fiscales que entonces defendían PP y Cs y que hoy nos venden PP y Vox. Mañueco impuso sobre la marcha a los 'naranjas', con aquel presupuesto ya redactado, la supresión de las tasas para cazar y pescar en Castilla y León. Hubo quien esgrimió que olía a elecciones y fue tildado de maledicente.

Luego llegó el 13 de febrero y la alianza con Vox. Y el PP metió en el cajón de congelar su intención de aprovechar el presupuesto nonato de 2022 y dotar de cuentas a la Junta para este año. Evitaba así confrontar con Vox recién estrenado el pacto. El logo y los colores de la Agenda 2030 imprimían alma a esas cuentas. Así las cosas, Castilla y León ha afrontado la resaca de la covid-19, los efectos de la invasión de Ucrania y la gestión de los Fondos Europeos de Recuperación con una Administración al ralentí entre enero y mayo, entre el finiquito de un gobierno y la toma de posesión de otro, y con un presupuesto prorrogado, situación que resta agilidad e impone controles extra a las autorizaciones de gastos cotidianos.

A ese escenario le dará carpetazo definitivo el presupuesto para 2023, récord en la historia autonómica. Aspira a ingresar, y a gastar, 13.809 millones de euros. «Estas cifras están permanentemente sometidas a los diferentes riesgos de evolución de los mercados, en esta ocasión presentan más indefinición que en el pasado inmediato», ha advertido el consejero Carlos Fernández Carriedo.

La medida fiscal 'estrella' del presupuesto de 2023, como ocurrió con la propuesta de supresión de las tasas de caza y pesca para el de 2021, es tan de última hora que no va en el texto aprobado por la Junta. Se trata de una desgravación en el IRPF para familias numerosas que tendrán que introducir PP y Vox, vía enmienda, en las cuentas «de las oportunidades para las personas de esta tierra». Así las definió Fernández Mañueco. Ojalá acierte. García-Gallardo subió la apuesta. Para él son los presupuestos «más ambiciosos que ha tenido una comunidad autónoma en España durante la democracia».

Quién sabe si en las partidas de Industria, Comercio y Empleo no habrá algún programa para combatir la falta de ganas de trabajar que percibe su consejero entre trabajadores y parados de esta comunidad.