El escaño 82: Café y pincho de tortilla
LAS NEWSLETTERS DE EL NORTE ·
La decisión de cerrar los bares ha generado opiniones pendulares. Desde el sinsentido al acierto, del rechazo al apoyo.Secciones
Servicios
Destacamos
LAS NEWSLETTERS DE EL NORTE ·
La decisión de cerrar los bares ha generado opiniones pendulares. Desde el sinsentido al acierto, del rechazo al apoyo.Chapan los bares y con ellos el último refugio en una mañana que se tuerce. Un café con leche en vaso y un pincho de tortilla de patata jugosa, en su punto, enderezan un mal día. Castilla y León superaba esta semana los 800 contagios ... por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Riesgo extremo. Bajar un escalón, al riesgo alto, requiere reducir esa incidencia hasta los 240 positivos.
Ese es el reto que tenemos por delante para cohabitar con el virus, no reventar la actividad hospitalaria y evitar el colapso económico. La Junta de Castilla y León ha firmado el cierre durante 14 días de bares, restaurantes, centros comerciales y gimnasios, pero la mano del consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, que es quien rubrica las restricciones autonómicas de la pandemia, la ha guiado la covid-19.
La decisión ha generado opiniones pendulares. Desde el sinsentido al acierto, del rechazo al apoyo. Tras confinamientos de localidades, cambios de aforos, cierre de barras, limitaciones al fumeque, un toque de queda y un cierre del perímetro regional habrá quien piense que la Junta se mueve en el terreno del ensayo y que han faltado recursos en el frente sanitario. Puede que tengan razón. El coronavirus, además de convertirnos a todos en expertos tertulianos, se ha revelado como un terrible adversario de nuevo cuño. Castilla y León enfila hacia los 6.000 fallecidos a causa de la covid (5.911, según el recuento oficial del viernes) y tiene en las UCI a 214 pacientes. Para ponderar el drama de este dato, solo hay que recordar que los hospitales de la comunidad funcionaban con 166 puestos de cuidados intensivos hasta marzo.
La Junta cierra los bares, con el argumento de intentar neutralizar el contacto entre personas que no conviven bajo el mismo techo, pero los bares estaban ya cerrados de hecho para muchos clientes que dejaron de ir por miedo al contagio. Y lo mismo ocurría con restaurantes, centros deportivos o posadas de turismo rural. Lo que más restringe es el miedo y ese no va a disiparse hasta que se controle la situación sanitaria.
Este es el escenario con el que todos tenemos que lidiar, porque chapa el bar del barrio o el Vallsur, pero eso daña a un ganadero de La Moraña o al trabajador de Renault. Dejar de pedir el café y el pincho afecta a los camareros y a los dueños de los negocios, pero también a los proveedores y a los productores. ¿Alguien piensa que con los 5.959 restaurantes de la comunidad cerrados hay salida para todo el lechazo churro o el cochinillo con marca de garantía que se cría en Castilla y León?
Con el cierre de la hostelería sufrirán las gestorías y el incremento de trabajadores que han ido al paro (158.584 desempleados en la región, 19.048 más que hace un año, según cifra del miércoles) o de los que temen acabar ante la puerta del Ecyl reducirá el consumo a lo imprescindible. En Expediente de Regulación Temporal de Empleo había todavía, a fecha de 31 de octubre, 16.952 personas. Ese número crecerá con las plantillas de los sectores clausurados, acogidos a nuevos ERTE por «impedimento de actividad».
El miedo frena decisiones como la de comprar una casa y anima a tirar un año más con el coche familiar. Castilla y León registró 9.655 compraventas de vivienda entre enero y junio. Son un 25,4% menos que las del primer semestre de 2019 y eso que hasta mitad de marzo, la covid era apenas la amenaza de una gripe leve. A menor actividad de todo tipo, menos recaudación tributaria y más carga de subsidios y ayudas públicas.
El grito de auxilio de los hosteleros no se merece que la responsabilidad de los políticos se diluya entre si debe ser el ayuntamiento, la Junta o el Gobierno quien haga efectivos los apoyos. Tampoco es asumible el habitual ritmo administrativo de meses de tramitación. Sucumbirán antes. Y nosotros con ellos.
Cuando le moleste la mascarilla, dude si celebrar un cumpleaños o peque de condescendiente con las fiestas en pisos, piense en lo que supone bajar la persiana del bar.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.