Vinagre, limón y bicarbonato: los mejores desinfectantes

Hay muchos productos naturales que son tanto o más eficaces que los antes mencionados. En concreto, tres: el limón, el vinagre y el bicarbonato, pueden convertirse en verdaderas armas para luchar contra las bacterias. Además de sus efectos desinfectantes, también dan brillo y neutralizan olores, entre otras funciones.

¿Quieres abrillantar los grifos, el fregadero o la ducha? Exprime limones y luego, al zumo, mézclale una dosis de vinagre. Los resultados son maravillosos.

Además, si a esta mezcla le añades aceite de oliva tendrás en tus manos un potente pulidor de madera; y solo el aceite servirá para eliminar ralladuras en superficies de piel y para limpiar puertas o utensilios de cocina y del jardín.

Sucede muchas veces que, por más que lavas las toallas, continúan oliendo a humedad. Echas detergente y suavizante en grandes cantidades, pero no hay manera de acabar con ese olor. Prueba a añadir un poco de vinagre y notarás cómo desaparece.

A veces se escapan líquidos en la basura que desprenden un olor horrible. ¿La solución? Facilísima. Con papel de periódico en el fondo del cubo de la basura y una buena proporción de bicarbonato, arreglado. Los periódicos absorben y neutralizan el olor y el bicarbonato termina eliminándolo.

Este producto también funciona muy bien en los sanitarios. Se diluye una taza de bicarbonato en dos litros de agua y luego se vierte en el sanitario. Se deja actuar durante una hora y, finalmente, se puede tirar de la cadena. Sirve para eliminar el mal olor y para desinfectar.

Un remedio eficaz para el mal olor de la nevera es colocar un bol con café, molido o usado. Se le puede añadir bicarbonato para mejorar los resultados. Puedes retirarlo cuando haya hecho el efecto o, si lo prefieres, reponerlo una vez al mes.

Además de utilizarse para calmar las quemaduras cutáneas es una magnífica eliminadora de manchas de rotulador del suelo o muebles de madera.

Si ya te cansas de ver cómo la ropa oscura destiñe, prueba con esto: antes de meter la prenda que posiblemente desprenda color en la lavadora, sumérgela en agua con sal durante un rato. La sal ayuda a fijar los colores y así evitas que destiña. Luego ya puedes lavarla normal.

El hielo es un gran antigrasa. Si ya no sabes cómo quitar los cercos de suciedad que se forman alrededor de los fogones de la vitrocerámica, frótalos con cubitos de hielo y luego pasa la rasqueta de metal. Verás cómo ayuda a que se desprenda la grasa.