Cómo saber dónde están tus hijos con WhatsApp
El niño debe estar al tanto de la geolocalización, advierten los expertos
Según un estudio de la Universitat de Illes Baleares y la Red Jóvenes e Inclusión Social, el acceso a contenido pornográfico por parte de menores se adelanta a los 8 años. Igual ocurre, por ende, con la disponibilidad de teléfonos inteligentes en propiedad.
Para unos niños criados con pantallas táctiles al alcance de la mano (como remedio frente a los berrinches en cualquier reunión social), el salto a las nuevas tecnologías se antoja irremediable. El problema en mayúsculas llega cuando los progenitores conceden carta blanca respecto al consumo de contenido y la instalación de aplicaciones.
Olvidamos que un smartphone equivale a Internet en la palma de la mano... con todo lo que la 'red de redes' conlleva. Ahora bien, la conexión permanente de los más pequeños brinda herramientas tan útiles como la geolocalización; la posibilidad de saber dónde está nuestro hijo en todo momento.
Siendo WhatsApp una de las aplicaciones más extendidas del mundo (y nuestro método de contacto preferente con familiares y amigos), la mejor opción es abrir una ventana de conversación y solicitar al niño que comparta su ubicación 'en tiempo real'. Éste, a su vez, tendrá que acceder al menú de adjuntos (donde escogemos las fotos, vídeos o documentos que queremos enviar) y seleccionar 'Ubicación en tiempo real' dentro del apartado 'Ubicación'. Se le brindarán entonces tres opciones: mostrar su localización durante 15 minutos (el tiempo que tarda en llegar desde la parada del autobús a casa); una hora (desde el colegio) u 8 horas (si quisiéramos monitorizar un día de excursión, por poner algunos ejemplos).
Siempre habrá padres tentados de activar la opción de motu proprio y sin consultarlo con sus retoños, algo que psicólogos y especialistas reprueban.
La opinión de los expertos
Los medios de comunicación potencian el desasosiego ante la plausible desaparición de menores, cuyo rastro podría seguirse utilizando las muchas aplicaciones o dispositivos de seguimiento disponibles. ¿Hubiesen acabado en final feliz alguno de los casos trascendidos? Posiblemente. Ahora bien, este tipo de prácticas se antojan especialmente desaconsejables conforme se acerca la adolescencia.
Skyler Hawk, psicólogo de la Universidad China de Hong Kong, explicó a GetPocket: «Experimentar la privacidad es una necesidad básica del ser humano, que trasciende culturas. [...] Durante la adolescencia, el cerebro, cuerpo y vida social de los niños cambian rápidamente; conforme experimentan con su identidad y autoexpresión. Necesitan espacio para descubrir su yo».

No pocos estudios han demostrado que los hijos tienden a la mentira cuando se sienten controlados por sus padres. «Dichas intromisiones son interpretadas como desconfianza», explica la experta en comunicación Sandra Petronio: «La relación se va debilitando y los padres terminan sabiendo aún menos sobre la cotidianidad de sus hijos: los sitios que frecuentan, sus compañías y gustos...».
De hecho, la vigilancia exacerbada también puede afectar al desarrollo del niño. La psicóloga Chloe Paidoussis dictaminó a The Telegraph: «El menor interioriza que no está seguro caminando por libre; sin supervisión». Falta de confianza en sí mismo que a menudo deriva en problemas para socializar, cuadros de ansiedad y depresión.
La mejor fórmula, concluye Paidoussis, es formentar la confianza desde los primeros años: «Así, cuando quieras saber dónde está tu hijo, bastará con preguntarle. Creerás lo que te diga y te sentirás tranquilo».
Las aplicaciones de seguimiento más populares

Más allá de la sobreprotección, conviene tener en cuenta que los hijos caminan varios pasos por delante en cuestiones tecnológicas. Su capacidad para descubrir (y desactivar) cualquier mecanismo de seguimiento se encuentra fuera de toda duda.
¿Resultan efectivas entonces las aplicaciones más descargadas del segmento? Las enumeramos a título informativo, incluyendo algunas pensadas para personas mayores:
● Family Tracker: Un rastreador diseñado para todos los miembros de la familia; funcional sin importar que la aplicación se esté ejecutando en el smartphone objeto de seguimiento. Tiene versión web y puede descargarse tanto en iOS como en Android.
● Life 360: Informa automáticamente cuando nuestros amigos o familiares hayan llegado a casa. También envía informes de paradero y, atención, alerta sobre excesos de velocidad y previsibles accidentes (ideal para jóvenes con coche o motocicleta). La descargamos en iOS y Android.
● ZoeMob: Incluye un chat para madres, padres e hijos pequeños, quienes puden compartir un calendario de actividades familiar. Especialemente útil su 'botón del pánico', con que el niño puede alertar de situaciones de emergencia. Para iOS y Android.
● Find My Kids: Entre sus peculiaridades, la posibilidad de comprobar el nivel de batería de otros teléfonos. Es compatible incluso con móviles antiguos o poco capaces, bajo Android. 'Child locator' es una opción similar en iOS.
Adicionalmente, todos los smartphones bajo sistema operativo iOS y Android cuentan con opciones de geolocalización ('Buscar mi iPhone', 'Encontrar mi dispositivo'), destinadas a saber dónde se encuentra el terminal si lo perdemos. Si el menor nos cede sus credenciales (o vinculamos el teléfono a nuestra cuenta de usuario), bastarán un par de clicks para obtener un punto en el mapa.
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