Cómo prevenir los celos en la pareja

En ocasiones una «pizca» de celos puede dar algo de centella a la relación, aún así, no nos engañemos, es normal sentirlos en algún momento, pero dentro de las excepciones y de forma moderada y racional sobre lo que la persona está sintiendo puntualmente y sin provocar el control sobre la pareja. En el momento que la persona es dominada por ese estado, llegando a ser enfermizo, se convierte en un problema nada saludable para la pareja propiciando el deterioro y la destrucción de esa unión, llegando en el peor de los casos a maltratar a la persona.

En nuestra sociedad es muy común interpretar los celos como una muestra normal de amor, pero nada más lejos de la realidad, psicológicamente los celos no son expresiones de amor. Son una muestra de inseguridad, de falta de autoestima y de una mezcla de miedos inmersos en la persona que los vive, que se trasmiten a través de la desconfianza hacia el otro ser. Los celos están envueltos en la errónea idea de posesión y tenemos que tener muy claro que nadie es posesión de nadie.

Aquí te brindo algunos de los puntos claves para prevenir los celos en pareja:

¿Cómo está tu autoestima?, ¿cómo te quieres?, ¿qué tipo de relaciones has vivido en tu vida?, tanto como protagonista como de espectador. Realiza un trabajo de crecimiento personal que te permita aceptar los propios límites, las inseguridades, revisar las creencias, trabajar tus miedos ante el amor, ante la sensación de abandono o el no haber superado heridas de traición. Identifica la parte más irracional de generalizar ideas como, por ejemplo, la de que «todo el mundo es infiel, creer que no somos dignos de ser amados o mantener un convencimiento de posesión, etcétera». Fomenta tus recursos personales para superar la posible pérdida. Hay que desechar los pensamientos destructivos del tipo «no puedo vivir sin ti o sin ti nada tiene sentido», sin ser preso de la dependencia emocional, sin ver sólo por los ojos del otro. Recuerda que lo que sentimos depende de cómo pensamos y actuamos y que siempre podemos cambiarlo.

Eso sí, deberás hacerlo sin prohibiciones, sin controles. No olvidemos que la confianza es uno de los pilares de una pareja sana. Ten presente que si algo te inmoviliza o buscas limitar al otro, es señal de la existencia de algún miedo o temor. Busca reforzar la complicidad, la buena comunicación, las risas juntos, los juegos, la empatía, la aceptación…, todo aquello que os una y os haga crecer como pareja, pero que no provoque perder la identidad de cada una de las partes. En el caso de una vivencia de la infidelidad y darse la oportunidad de continuar, es esencial un trabajo en común por parte de los miembros de la pareja, asentar las bases de ese nuevo estado de pareja desde el perdón y trabajar especialmente esa confianza, y si es necesario ponerse en manos de un terapeuta.

Si lo que deseas es fomentar el amor y el deseo en tu pareja, ten presente que el valorar lo bueno que la otra persona te aporta, lo que admiras, hace que se sienta bien y que se muestre más receptiva en pareja. No esperes a que te dé el beso si lo deseas, ve tú, no esperes a que te lea el pensamiento porque no tiene una bola mágica. Demostrarle tu afecto y amor hará que se siembre para recoger ese cariño, esa complicidad y esos deseos que fomentan una pareja saludable. Recuerda «no busques su atención y fomentar el deseo hacia ti a través del juego de dar celos», es algo que lejos de acercar solo promueve miedo, dolor y desconfianza, pudiendo llegar a distorsionar la situación provocando todo lo contrario a lo que es acercar a la pareja.