Borrar
Infusiones en el embarazo: naturales pero no inocuas

Infusiones en el embarazo: naturales pero no inocuas

La utilización de algunas hierbas como tisanas puede ocasionar problemas durante la gestación

Rebeca Alonso

Valladolid

Miércoles, 26 de junio 2019, 07:21

Tomar una infusión caliente suele ser un momento de relajación y comodidad. Simplemente sostener una taza humeante entre las manos nos acerca a una sensación 'hygge', esa palabra danesa tan de moda asociada a todo lo que se define como acogedor. Sin embargo, se suele cometer el error de pensar que las tisanas siempre tienen un efecto positivo en nuestra salud simplemente por el hecho de proceder de la naturaleza. De hecho, los principios activos de muchos medicamentos se extraen de las plantas. Esta reflexión debe tenerse en cuenta especialmente durante el embarazo, ya que algunas hierbas pueden ser perjudiciales durante este estado. Pero, por encima de todo, hay que dejar claro que nadie puede garantizar la inocuidad al 100% de ninguna infusión, ni siquiera de las catalogadas como seguras, ya que a día de hoy no existen estudios suficientemente documentados al respecto. Sigue siendo un tema poco investigado y con muchas lagunas por lo que siempre es recomendable seguir dos pautas: información (siempre es recomendable consultar con el médico) y moderación en el consumo (no más de una o dos tazas al día aunque no haya evidencias de riesgo).

El Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénicas (ECEMC) alerta de que «son muchas las mujeres embarazadas que, en lugar de medicamentos y por miedo a sus posibles efectos sobre el embrión y el feto, utilizan productos naturales y hierbas medicinales como tratamiento para diferentes problemas de salud, una situación que es preocupante». Y es que, en primer lugar, al consumir plantas en infusión no es posible calcular la dosis que contienen de cada principio activo. Además, la calidad y concentración puede variar entre dos lotes del mismo producto y entre productos de diferentes fabricantes. También influye el tiempo que mantengamos esas hierbas en el agua caliente (cuanto más tiempo, más concentración). Por último, las sustancias que se extraen de estas hierbas pueden ser venenosas en ciertas dosis, y los preparados resultantes puden contener metales pesados tóxicos o fármacos añadidos y no declarados (especialmente cuando proceden de otros continentes). Incluso cuando se toman de forma y dosis adecuadas, pueden interaccionar con medicamentos que se estén utilizando.

Plantas no recomendadas en el embarazo

El Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénicas señala dos plantas como no recomendadas durante la gestación: la equinácea (puede ocasionar alergias, desórdenes autoinmunes y problemas hepáticos) y la hierba de San Juan o hipérico (puede interferir con otros medicamentos y en experimentación animal ha mostrado contracciones uterinas y riesgo de abortos).

Por otra parte, Pilar Díaz, del herbolario Hipócrates de Valladolid, añade en esta lista la salvia y la hierba luisa. «La salvia actúa como regulador hormonal. Ayuda con los sofocos en la menopausia pero no es adecuada para el embarazo. La hierba luisa se utiliza para mejorar la digestión y evitar gases pero estimula los ovarios y puede provocar contracciones, por lo que es mejor sustituirla por manzanilla», explica.

Plantas de uso moderado

El Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénicas incluye en esta categoría la tila (puede potenciar la acción de otros fármacos como antihistamínicos o benzodiacepinas), el poleo menta (puede causar hepatoxicidad) y la valeriana (alegan que existen muy pocos estudios sobre sus efectos). En cuanto al anís, lo recomiendan en «dosis muy bajas y de forma muy esporádica» (favorece las convulsiones en pacientes con epilepsia y genera cierta actividad estrogénica).

Plantas sin evidencia de riesgo

El Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénicas solamente clasifica la manzanilla como hierba sin evidencia de riesgo (no garantiza que no implique riesgo sino que no existen pruebas al respecto). Eso sí, recalcan que puede producir sonmnolencia, un efecto anticoagulante, posible exacerbación del asma o anafilaxia.

Pilar Díaz, del herbolario Hipócrates de Valladolid, señala que es importante diferenciar entre la manzanilla dulce, la más común, y la manzanilla de Mahón, de sabor amargo, que no recomienda durante la gestación por su uso para la limpieza del hígado. Además, añade la infusión de tomillo, que pueden consumir las embarazadas en caso de molestias de garganta o resfriados.

Cabe destacar el jengibre, que en principio no está demostrado que sea perjudicial. Carmen Sobrino, de la Farmacia Sobrino Hebrero de Valladolid, indica que se comercializa tanto en forma de infusión como de pastilla para evitar las típicas náuseas del embarazo. También recomienda el rooibos, que no contiene cafeína, aunque hay que valorar que es una planta de reciente consumo en nuestro país por lo que aún no se ha estudiado a fondo.

El té

Respecto al té, el Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénicas advierte que deben utilizarse teniendo en cuenta que la dosis máxima de cafeína no debe pasar de 100 miligramos al día (incluyendo en el cálculo otras bebidas que contienen cafeína). Por otra parte, el Ministerio de Sanidad puntualiza que si se toma té o café en el embarazo hay que hacerlo de una a dos horas después de las comidas principales, ya que disminuye la absorción del hierro de los alimentos. Según la American Pregnancy Associaction, una taza de té contiene normalmente casi 40-50 miligramos de la cafeína. Esta asociación recuerda que «la cafeína cruza la placenta y alcanza al bebé en desarrollo, que no puede metabolizarla como un adulto». Además, recuerda que el consumo de cafeína durante el embarazo o la lactancia «puede contribuir a trastornos de sueño infantiles», por lo que sentencian que cuanto menos cafeína, mejor.

Infusión de frambueso, ¿para adelantar el parto?

Existe la creencia de que la infusión de frambueso puede adelantar el parto, pero, en caso de ser cierto, ¿sería recomendable? Pilar Díaz, del herbolario Hipócrates de Valladolid, se muestra en contra. «Yo aconsejo que el parto sea lo más natural posible, no lo vendo para embarazadas», asegura.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Infusiones en el embarazo: naturales pero no inocuas