El otoño ha completado ya sus primeros dos meses y hay un aspecto que comienza a llamar la atención de los pediatras vascos. Apenas están viendo niños con enfermedades provocadas por los virus respiratorios tradicionales. En la gripe podría ser hasta algo normal, ya ... que, aunque no es extraño que haya casos en noviembre, la influenza acostumbra a dejarse sentir con más intensidad entre diciembre y febrero. Pero con el virus respiratorio sincitial (VRS), causante de la mayoría de episodios de bronquiolitis en bebés y niños, los casos tendrían que estar llegando ya con regularidad a los centros de atención primaria y a las urgencias de los hospitales. Y no lo están haciendo. Sí que están tratando ya a algunos pacientes, pero son muchos menos de lo habitual para esta época del año.
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Según los registros de Osakidetza, la media de episodios de broquiolitis que se trata un año normal entre el 1 de octubre el 15 de noviembre es de 697 casos en los ambulatorios y de 261 en los hospitales. Este 2020 en los centros de salud se ha atendido a 149 niños por VRS y en los hospitales a 91. Son descensos muy llamativos. Sumando todos supondrían un 75% menos de casos atendidos. Es decir, llegan a ambulatorios y hospitales la cuarta parte de los niños habituales afectados por estas enfermedades.
149 niños han sido atendidos esta temporada en los ambulatorios vascos por bronquiolitis. Lo habitual en campañas anteriores sería rondar los 700 casos a estas alturas del año.
Experiencia del sur Durante el invierno en el hemisferio sur los casos de infecciones por gripe y VRS fueron muy escasos por las medidas contra el Covid-19. Hasta la fecha en Euskadi se está repitiendo el mismo patrón visto en Chile o Australia.
Javier Benito, jefe del servicio de Urgencias de Pediatría en el hospital de Cruces, tiene claro cuál es el principal motivo de esta reducción de los casos. Las medidas de prevención que se están utilizando para atajar las infecciones de coronavirus, como son el uso de la mascarilla, la higiene de manos o la distancia social, son también eficaces para frenar los contagios de otros virus respiratorios. «La gripe y la bronquiolitis utilizan las mismas vías de transmisión del covid y las medidas aplicadas para parar los contagios de este virus funcionan con estas otras enfermedades. Es algo que ya se ha visto en el hemisferio sur durante los pasados meses y estamos observando también aquí», indica el facultativo. Y aunque aún es pronto -la temporada más habitual de infecciones provocadas por el VRS va desde el 1 de octubre al 31 de marzo y la de la gripe comienza unas semanas después-, Benito augura que este número reducido de casos se va a prolongar durante toda la ventana de estas epidemias.
Esmeralda Bermejo, pediatra en el centro médico que IMQ tiene en Amárica, en Vitoria, ha constatado también un descenso de los casos. «Estamos viendo a menos niños con patología respiratoria», confirma. Eso sí, recuerda que «aún estamos al inicio de la temporada» de este tipo de enfermedades y el escenario «puede cambiar en cuestión de unas semanas o un mes». Bermejo considera que, si la baja incidencia actual del VRS y la gripe se consolida en enero, sería conveniente realizar un estudio que recoja los motivos de esta disminución de casos y certifique si, como sospechan muchos especialistas, el uso de la mascarilla está detrás de esta reducción de casos.
En el hospital Quirónsalud Bizkaia tienen una impresión similar. «Este año, ya de por sí por la pandemia, las urgencias en pediatría han disminuido un 35%. Pero es que para esta época deberíamos haber empezado a ver algún caso de niños con problemas causados por virus respiratorios y no nos están llegando», comenta Iñigo Echániz, jefe del servicio de Pediatría y Neonatología en este centro. «Como ocurre con el SARS-CoV-2, son patógenos que también se transmiten por gotitas y la mascarilla, el lavado de manos y la distancia social seguro que están teniendo un efecto», comparte.
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Entre los expertos y epidemiólogos existe el debate sobre si el covid-19 es un virus que ocupa el mismo nicho ecológico que la influenza y el VRS. Por eso «es posible que el coronavirus esté desplazando a los otros dos», reflexiona Echániz, y eso influya también en un menor número de contagios de estos otros dos patógenos más tradicionales.
La bronquiolitis es una enfermedad que afecta en especial a bebés y niños menores de 24 meses y suele prolongarse entre dos y tres semanas. Osakidetza desarrolla desde hace años un programa que está a la vanguardia internacional en el tratamiento de esta patología causada por el virus VRS. Los hospitales y ambulatorios vascos han logrado reducir el uso de medicación a un 5% de los casos. Sustituyen los fármacos por otros manejos que se han mostrado más efectivos. Es el caso del lavado nasal, el control de la respiración o dar unas pautas a las familias para que sepan identificar los síntomas y sean capaces ellas mismas de aliviar a sus hijos enfermos.
«Desde hace años se sabe que los fármacos no tienen un efecto importante sobre el pronóstico de la enfermedad. Pese a ello, se han seguido usando. En la Ruta Asistencial Integrada de la Bronquiolitis Aguda recogemos la experiencia de las familias junto con manejos y herramientas informativas y formativas que han demostrado que a lo largo del tiempo es lo que funciona», indica Benito. Esta ruta se ha extendido ya por toda la red de Osakidetza.
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