Secciones
Servicios
Destacamos
La educación sexual de nuestros escolares ni está ni se la espera porque está muy cargada de tabúes». La contundencia del presidente del Colegio de Psicólogos de Castilla y León, Jaime Gutiérrez, la corroboran todos los profesionales que han intentado plantear avances en esta materia ... en los centros escolares de la región.
Noticia Relacionada
La moción que se debatirá mañana en el pleno del Ayuntamiento de Valladolid presentada por el grupo Vox contra los «contenidos de carácter sexual y sectario absolutamente inapropiados para nuestros niños y adolescentes», muestra hasta qué punto esos tabúes pueden contaminar el debate profesional y pedagógico sobre la formación que necesitan los estudiantes. Si las matemáticas ayudan a sumar, la educación «afectivo-sexual debería enseñar a vivir», resumen quienes han tratado de normalizarla.
El catedrático de Orientación Educativa Jaime Foces Gil es uno de los veteranos. Empezó en 1989 con un programa de educación sexual que ha ido llevando por institutos de Valladolid y Segovia. Treintaytres años después se confiesa «pesimista. No veo muchos avances. Hay una zona oscura de miedos, sobre todo entre los padres».
Hoy día, Foces Gil ha centrado las ocho sesiones de su Programa de Sensibilización sobre la Sexualidad Humana en el Instituto Núñez de Arce en sus alumnos de 3º de Secundaria (14 años) para «evitarme problemas».
Todos los expertos consultados reclaman un inicio lo más temprano posible de esta formación para «llegar antes de que se produzcan situaciones inesperadas». Pero otros orientadores educativos consultados admiten sus «temores a actuar en el filo de esta 'navaja' que es llevar educación sexual a un centro educativo». No es el primero que se ve ante Inspección por las quejas de algún padre/madre.
Todos los profesionales que han trabajado con los más jóvenes admiten la dificultad para cruzar tanto la puerta de los colegios como los prejuicios de una parte de la comunidad escolar. «No son los 'fantasmas' de los niños los que nos preocupan sino los de los padres. Los chicos suelen responder bien», concluye la sexóloga Rosa Montaña, una de las pioneras en dar charlas de este tipo en centros educativos. Cuando empezó estos programas planteó «empezar a educar en valores lo antes posible, a los tres años. Algunos pensaron que era una abominación». Rosa ha dejado atrás estas charlas.
Estos profesionales no pueden esperar demasiada ayuda de la Administración educativa. «La Junta no tiene un plan de trabajo. Solo habla de transversalidad», resume la opinión general el catedrático Jaime Foces Gil. Efectivamente, desde Educación se aferran a que esta formación «es parte de los contenidos transversales», Un 'comodín' dialéctico para «tirar balones fuera y dejar que otros se encarguen», lamenta Montaña.
Desde los tiempos de la Ley Orgánica de Educación (LOE, 2006) a la reciente renovación de la LOMLOE, todas las normas educativas españolas hablan de 'educación afectivo-sexual'. Otra cosa es que «el profesorado tenga los recursos necesarios. Igual que no se puede enseñar a sumar sin saber Matemáticas, tampoco se puede ofrecer educación sexual si no tenemos competencias, contenidos y recursos», advierte la psicopedagoga Estefanía Gómez Sánchez, que dedicó su máster fin de carrera en la Facultad de Educación y Trabajo Social de Valladolid a conocer el papel de la educación sexual en personas con discapacidad leve.
Quienes sí han logrado cruzar los umbrales escolares a base de llamar a la puerta es el colectivo Dialogasex, un equipo de profesionales tituladas que recorren la región para formar a profesores, padres y alumnos en los centros que, progresivamente, se van animando a integrar la educación afectivo-sexual en sus planes.
Noticia Relacionada
«Desde que se han conocido los casos de las 'manadas' y con presencia de menores nos llegan más peticiones para hacer formación», asegura Lara Herrero, una de sus sexólogas. Respecto a estos casos límite, expertas como Rosa Montaña advierten de que «no es que no se den casos (en Valladolid y el resto de la región). Es que no se cuentan por vergüenza y pudor».
En todo caso, Lara Herrero aclara que en sus programas «es clave usar una base científica, sin meterse en experiencias o creencias, y adaptarlo a todas las edades. Porque lo que hacemos va de derechos humanos: el de una educación sexual de calidad».
Este colectivo está desarrollando sendos cursos adaptados a escolares de 5º y 6º de Primaria y de 1º y 2º de ESO. Son talleres de apenas tres horas en todo el curso. También van aumentado la lista de asociaciones de padres y madres (AMPAS) que demandan su propia formación. Más de 350 familias han participado en 2021.
Una oferta extracurricular que va calando poco a poco lo que abre esperanzas de un futuro más abierto. El Consejo Municipal de Educación del Ayuntamiento de Valladolid confirma que más de 3.700 niños de docenas de colegios, tanto públicos como concertados, participan en los cursos de tolerancia y diversidad sexual. Son los que mañana pondrá en la picota el grupo Vox.
Noticia Relacionada
Ante una realidad que da pasos adelante y atrás, los expertos reclaman una apuesta decidida por integrar la educación afectivo-sexual con normalidad en la vida escolar. «Hacen falta equipos especializados que creen recursos y formación», reclama Estefanía Gómez; «también departamentos de Psicología en los centros», completa Jaime Gutiérrez.
En este debate hay una enorme paradoja. «Nos llegan cartas de los jueces recomendándonos para dar cursos de reeducación sexual con implicados en expedientes... pero luego no nos dan espacio en los centros educativos», se lamenta la presidenta de Dialogasex, Yeni Martín.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.