Castilla y León

La desesperación de un debate de presupuestos con spoiler

«Andan ustedes tan sobrados que no admiten ninguna de las enmiendas de los partidos de la oposición», lamentaba el procurador de Por Ávila, Pedro Pascual. El desánimo por lo estéril del debate se les notó más a unos parlamentarios que a otros, sobre todo en una jornada, la de hoy, que ha comenzado a las nueve de la mañana y concluirá en torno a las nueve de la noche. A modo de ejemplo de la rutina del Pleno sirve lo ocurrido en las votaciones del lunes. En los presupuestos de la Consejería de presidencia: aprobados sin enmiendas por 44 votos a favor (PP y Vox), 36 en contra (todos los demás) y ninguna abstención. En los presupuestos de Economía y Hacienda: ídem. ¿Y en los de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural? Más de lo mismo.

Por la mañana, el primer turno era para Medio Ambiente y Vivienda, el departamento de Juan Carlos Suárez-Quiñones. Después, la Consejería de Sanidad de Alejandro Vázquez, ya recuperado de su problema de salud, que obligó a Carlos Fernández Carriedo a cargar con la cartera de su compañero además de con la de Economía y Hacienda y la Portavocía del Gobierno autonómico. Con el hemiciclo a medio gas, debate y debate. «Hay que dar solución a las listas de espera, incentivar a los profesionales médicos», decía en el atril José Ramón García, de UPL. 47 enmiendas por 16 millones para Zamora (14 enmiendas), Salamanca (14) y León (16) -más otras tres enmiendas comunes a las tres-.

Francisco Igea enumeró las listas de espera que se han incrementado desde 2021. «Un TAC, de 6.400 a 8.500 personas, un 30% más; una resonancia magnética, de 6.800 a 11.000 en 2023. Crecen las quejas un 38%, nadie elige medicina de familia en esta comunidad, colocan un 20% de extracomunitarios. ¿A quién le va bien? Tres grandes hospitales, Recoletas, en Valladolid, Burgos y Carbajosa». ¿La respuesta? No hubo. El PP hace el vacío a Igea en comisiones, plenos e intervenciones. Es Vox, el socio leal, el que ocupa el lugar de los populares para mantener un mínimo de decoro institucional al tiempo que lidera los movimientos para considerarle como tránsfuga. Igea, único procurador que le quedaba a Ciudadanos fuera de Cataluña y ahora alineado con Izquierda Española, logró 54.186 votos hace dos años. Por sufragios, la cuarta fuerza política de Castilla y León (tras PP, PSOE, Vox y por delante de Soria ¡Ya! y UPL, que lograron 3 escaños al concentrar su apoyo en un solo territorio). Presenta sus enmiendas al presupuesto y no se le contesta. «Prefería debatir aquí y no en la cafetería», espetó a los populares, que en algunos casos se acercan al proscrito a la hora del café. «Ustedes se sorprenden de que a quien no contestan aquí no les conteste luego en la cafetería». Vacío con vacío se paga. Aunque sea un vacío asimétrico.

La votación, ya se sabe, va a reflejar lo mismo una y otra vez. «Ustedes van a rechazar la ingente cantidad de enmiendas que pretenden mejorar las infraestructuras sanitarias de la comunidad, infraestructuras que llevan años, años, años sin ejecutar», acusó Pablo Fernández (Unidas Podemos). Tan seguro estaba, que cuando le tocó defender sus propias enmiendas en materia de movilidad ni siquiera estaba en el hemiciclo. Igea pidió alterar el turno que comparten él, Fernández y el parlamentario de Por Ávila, Pedro Pascual, para ver si en ese lapso regresaba el de Unidas Podemos. No fue el caso. Acabado el turno, decayeron sus enmiendas sin necesidad de votación posterior.

Fue un ejemplo rotundo del tono plomizo de la sesión. Los consejeros -Isabel Blanco (Familia), Rocío Lucas (Educación)- aprovecharon para celebrar sus consejos de Dirección respectivos o para reunirse con los suyos, como Luis Miguel González Gago (Presidencia) con su secretario general, Santiago Fernández.

«A veces sé que me oyen, pero no me escuchan, ayer dije que Soria es la gloria de España así que dejen de decir que somos pesimistas», se quejaba Vanessa García (Soria ¡Ya!). Y María Ángeles Prieto (PP) le replicó con argumentario. «En el victimismo y en la queja van todos los escaños de ustedes». «Si estamos aquí tres procuradores de Soria es porque no están haciendo su trabajo», replicó Juan Antonio Palomar. «En lugar de votar por los intereses de los ciudadanos votan ustedes lo que les dicen que hay que votar», lanzaba Pedro Pascual (Por Ávila). Y añadía el abulense: «Mantengo la esperanza de que cambien de idea respecto a las enmiendas que hemos presentado». Spoiler: no.