El desencuentro presupuestario entre PP y Por Ávila alienta la opción del adelanto electoral

Y que no haya presupuestos puede ser el argumento detonante para esa convocatoria anticipada de elecciones que se rechaza públicamente pero se teme en voz baja tanto en Ciudadanos como en la propia Por Ávila, ambos damnificados en las encuestas.

«Tenemos un proyecto de presupuesto de más de 12.000 millones para asegurar el crecimiento y la recuperación. Tenemos enmiendas por valor de 30 millones. El 0,25% del total. No sé si nadie sería capaz de explicar, en Ávila o en Castilla y León, que no alcanzáramos un acuerdo», salía al quite Francisco Igea, vicepresidente y cabeza visible de Ciudadanos en el Gobierno de coalición. Y le respondía con retranca y un punto de hastío Jesús Manuel Sánchez Cabrera, alcalde de Ávila por la formación territorialista. «Fernández Mañueco está apurando demasiado mientras espera órdenes de Génova para el posible adelanto electoral en Castilla y León. Ya nadie en la provincia de Ávila entiende el motivo por el cual los procuradores del PP en Ávila están votando en contra de más inversiones para su provincia».

En este juego de órdagos, Sánchez Cabrera escribía poco antes que si el PP «no reconsidera» las peticiones de Por Ávila «serán Fernández Mañueco y el PP de Ávila quienes con su actitud tumben el presupuesto». Y es que la voz negociadora ha recaído por completo en Ciudadanos, principalmente a través del viceconsejero de Empleo, David Martín, también abulense y con una estrecha relación con Sánchez Cabrera.

El PP, mientras tanto, ha mantenido una actitud expectante, de dejar hacer. Los populares ya tuvieron un primer encontronazo importante con sus socios de Gobierno a cuenta de la proposición no de ley del PSOE contra la reforma sanitaria, que votaron a favor ante el asombro de Ciudadanos. Sorteada esa brecha, los presupuestos son otro punto delicado. Y en el aire flota la frase que ha repetido varias veces Mañueco, no habrá adelanto electoral «mientras se garantice la estabilidad». Difícil garantizarla con 40 procuradores de los 81 del hemiciclo y los presupuestos rechazados.