Rozaba la Alcaldía de Palencia, pero el pacto dirigido desde Madrid entre Cs yPP la dejó fuera. Gobierna la ciudad un regidor naranja con minoría de concejales y Miriam Andrés (PSOE), media vida en política, cree que ese pacto, como otros del mismo jaez, tiene ... poco recorrido a medio plazo.
-Inés Arrimadas le pedía recientemente a Pedro Sánchez que hiciera caso a sus ministros y pactara con ella. Le llamará la atención esa frase.
-Ojalá Inés Arrimadas hubiera estado al frente en la época en la que hubo una posibilidad real de acuerdo entre PSOE y Cs, que juntos podían tener más de 180 diputados. Iba a ser un Gobierno con una estabilidad tremenda. A mí me dieron por todos los lados cuando dije que no me importaría pactar con Cs. Inés Arrimadas está jugando bien sus sus cartas de cara a cubrir un electorado de centro que en estos momentos se puede sentir un poco huérfano. Los gobiernos de coalición son complicados, siempre vas a estar subsumido por el por el grupo político que más personas tiene en el Gobierno. Pasa aquí en Palencia, donde tienes un alcalde que tiene tres concejales frente a un Partido Popular de 9 concejales. Al final Cs quedará subsumido totalmente el Partido Popular de Palencia.
-En Castilla y León se dan bastantes casos en los que quien gobierna tiene una representación simbólica.
-Aquí tenemos al alcalde, a un concejal de Desarrollo Económico y a la concejala de Personal de Ciudadanos y frente a ellos hay nueve concejales del PP que tienen que llevar a áreas muy importantes en este Ayuntamiento. Estos dos primeros años de legislatura se puede salvar más o menos con lo que están haciendo, que es nada, es gobernar por inercia. Pero creo que cuando pase el ecuador de la legislatura el Partido Popular va a querer marcar una diferencia, visibilizarse de cara a su electorado para las próximas elecciones municipales. Y ahí vendrán algunas rupturas significativas que auguró que pasarán dentro de un año o así. Pero casi es algo natural en política. Hay uno de los dos grupos que va a quedar totalmente absorbido por el otro y en este caso quién tiene más bazas de ser absorbido es quien tiene tres concejales del equipo de Gobierno de 12. O de 13. Porque aquí hay una concejala de Vox, que apoyó la investidura, que tiene una Concejalía pero que ella misma se denomina concejala de la oposición. Auguro tiempos movidos en la política y no sólo en la nacional.
-En un año se estará en esa recta de empezar a preparar candidaturas para las siguientes elecciones. Ahí pueden darse cambios a muchos niveles, ¿incluso con rupturas de coaliciones pactadas en Madrid?
-Puede pasar de todo porque se van a intentar posicionar cada uno como partido. Aquí hay un candidato del PP que perdió unas elecciones y que ahora es teniente de alcalde. Hay un candidato de Cs que es alcalde con tres concejales. Eso no va a seguir así, entre otras cosas porque tenemos todos en la retina la gran vergüenza del día de la constitución del Ayuntamiento, donde de una forma totalmente espontánea se formó una manifestación como nunca de ciudadanos y ciudadanas palentinas que sentían que se había vendido su voto en Madrid. Pueden pasar muchas cosas y creo que van a pasar. ¿Que puede estar marcado por la política nacional? Puede ser, pero que aquí el Partido Popular no va a seguir rentabilizando una Alcaldía que no es suya, seguro.
«Edu Madina me llamó de madrugada y me dijo que Palencia iba en el pacto de Madrid y Andalucía. Se te cae todo».
-Vivir desde aquí cómo se toman decisiones en Madrid ante las que no se puede hacer nada… ¿Cómo fueron aquellos días?
-Luis Tudanca me llamó diciendo que Burgos y Palencia estaba prácticamente hecho y yo me enteré de que se caía la Alcaldía por un amigo personal, que es Edu Madina, que me llamó de madrugada diciendo «se acaba de cerrar Madrid, se acaba de cerrar Andalucía y ese paquete va Palencia». Se te cae todo, porque fueron quince días de un trampolín emocional tremendo, que no se lo deseo a nadie. Prefiero ganar o perder ampliamente. Al final se ha demostrado que es un equipo de Gobierno débil, que no tiene capacidad de reacción, mucho menos capacidad de liderazgo, y que el Ayuntamiento está como está, que hay muchísimas quejas. Unido a la última etapa allá del Partido Popular aquí en Palencia, dentro de 3 años puede costar mucho recuperar la ciudad.
-Es paradójico. Cuando un partido pierde, hay una limpia. Pero ahora hay partidos que han perdido pero gobiernan, partidos que han ganado pero han perdido… Y se ven situaciones que hasta ahora eran casi inéditas y con arcos muy plurales.
-Hay gente que lo denomina la etapa líquida de la política. A mí me gustaba mucho más la etapa sólida. Esa etapa sólida conllevaba también líderes políticos de mucha altura. Eso hace falta. La política, igual que la sociedad, está pasando una época de devaluación y mediocridad importante. Y lo paganos son los ciudadanos. Y los grandes retos a los que se enfrenta no sólo España sino Europa necesitan poder conseguir grandes consensos y grandes acuerdos en los que todo el mundo tiene que ceder un poco en aras al interés general. Ese interés general ahora mismo está aparcado. Vivimos en la política del ruido y los 140 caracteres; de lo que hoy es verdad, pasado mañana es mentira; de una hemeroteca que no hay quien la sujete. Decía Adriana Lastra que era un cambio generacional. No lo considero así. Yo soy de su generación y no considero que esa generación compartamos todos esos modelos. Me siento muy cerca, por ejemplo, de Guillermo Fernández Vara y no es de mi generación. Más que generacional es una forma de entender la política. Tengo esperanzas de que eso cambie, pero para cambiar tiene que haber gente dispuesta a perder plumas en el camino y creo que hay muy poca gente ahora mismo dispuesta a perder plumas.
-¿A qué niveles, nacional, regional?
-Los líderes políticos confunden mucho militancia con ciudadanía y creo que no tiene nada que ver. Tú eres secretario general de un partido y las decisiones las tienes que tomar mirando sobre todo por la militancia. Pero además eres portavoz del Grupo Socialista del Ayuntamiento y las decisiones las tengo que tomar mirando por el interés general de Palencia, que a veces no puede coincidir con lo que mi militancia. Hace 4 años, cuando yo estaba en la oposición con el PP en el primer año de legislatura, nos abstuvimos en unos presupuestos que no salían porque Cs se negaba si Alfonso Polanco no dejaba el acta de diputado provincial. Nos parecía que eso era una salida de pata de banco que iban a pagar los palentinos con 3 millones menos de inversión. Sé que esa decisión costó que calará en mis militantes, pero yo me debía a la ciudadanía palentina. A veces los líderes políticos confundimos en multitud de ocasiones el cargo orgánico con el cargo público.
«Vivimos en la política del ruido y de los 140 caracteres»
-Este mismo mandato ha votado usted cosas a favor mientras Vox, que apoya el Gobierno de coalición, votaba en contra.
-Ordenanzas, o el parque de los Jardinillos, que nosotros lo llevábamos en nuestro programa electoral porque esta reforma era necesaria. Y hemos consensuado unas ordenanzas fiscales porque hemos logrado que Partido Popular y Cs introduzcan criterios correctores de la renta de los ciudadanos para el cobro de determinadas tasas y precios públicos. La política es fabricar consensos, no generar problemas. Y ahora estamos viendo que en muchos casos la política lo que hace es generar problemas. Me ruboriza ver cómo dentro de los principales problemas que los ciudadanos españoles tienen están a los políticos, en las valoraciones del CIS. Soy política de vocación, mucha gente se mete conmigo por eso, porque llevo desde los 22 años. No había acabado la carrera y ya estaba en política. Estuve cuatro años de secretaria del Ayuntamiento pero lo dejé porque me fui al Senado. Pero es vocación. Reclamo más políticos vocacionales que políticos que puedan decir 'dejo mi profesión cuatro años y vengo a aportar'. Había muchos políticos vocacionales. Aquellos políticos que hoy reclamamos como grandes pilares fueron políticos vocacionales. Me acuerdo ahora de Rubalcaba, que tenía su plaza como profesor pero era político vocacional, estuvo muchísimos años en la política y hubiera seguido si hubiera tenido una oferta atractiva.
-Habría que diferenciar «vocacional» de «carrera política dentro del partido a costa de cualquier cosa».
-Y eso se ve. Cuando alguien quiere hacer carrera política solo hay que coger la hemeroteca y ver cómo hemos bailado el agua a quien ha mandado en ese momento. Si tú quieres hacer carrera política, siempre estarás totalmente de acuerdo con todo lo que hace tu secretario general, que es quien al fin y al cabo tiene un poco más de poder a la hora de disponer determinados cargos públicos. Siempre he dicho lo que he creído y he ido a los comités federales, hace muchos años, a hablar en contra de mi secretario general, de las políticas que llevaba. Es verdad que puedo tener una carrera política dentro del PSOE, pero nunca me ha preocupado perder esa carrera política. En el momento en que esté dentro de este partido para no poder decir lo que pienso, seguramente la primera que me vaya seré yo.
-Votó a favor de la abstención en aquella investidura de Rajoy.
-Y creo que a día de hoy nos damos cuenta de que una de las reformas constitucionales que más falta hacen es que nadie pueda bloquear una investidura de un Parlamento en España. Porque de ahí derivan luego todos los males que estamos viviendo, de bloqueos, vetos para acuerdos importantes del país. Sí, estuve a favor de la abstención.
«El día que aprendamos a ganar primarias nos irá mucho mejor, seguramente dejemos a mucha menos gente válida por el camino»
-Sobrevivir a aquello con todo lo que pasó después… Lo vemos en todos los partidos. Ciudadanos ha modificado su organigrama y ha borrado del partido todo lo que olía al sector de Igea; Pablo Casado está construyendo su equipo provincia a provincia en el PP. Los partidos son cainitas.
-Tenemos que aprender mucho. Somos partidos democráticos pero tenemos que aprender mucho de los instrumentos democráticos que en el PSOE, por ejemplo, no son nada recientes. Tendríamos que haber aprendido ya a convivir con el sistema de primarias, porque desde que Borrell y Rubalcaba se enfrentaron en aquella primera batalla de primarias han pasado muchos años. Veía con envidia el proceso electoral de Estados Unidos, donde Kamala Harris se ha incorporado como vicepresidenta de Joe Biden cuando fue su principal adversaria y le dijo todo lo que le dijo. Estamos en el mismo barco, con diferentes concepciones. Al final los principios y valores del partido todos todos los. Tenemos que aprender mucho de cómo administrar las victorias. Esa es nuestra ruina, administrar mal las victorias. No sabemos ganar, en este partido. El día que aprendamos a ganar primarias nos irá mucho mejor porque seguramente dejemos a mucha menos gente válida por el camino. Como se han ido dejando en todos los todos los partidos: Soraya Sáenz de Santamaría en el PP, Eduardo Madina en el PSOE.
-Madina dialoga ahora con Borja Sémper en una tertulia de Onda Cero y sí da la sensación de que otra política es posible. Pero es más fácil cuando se está fuera de la estructura de los partidos.
-Madina fue secretario general del grupo socialista en el Congreso y abordó grandes acuerdos . Pero cuando echas la vista atrás y ves los grandes acuerdos de Estado en este país hay un condicionante claro, y es que el PSOE era oposición. Con el PP en la oposición he visto pocos acuerdos de Estado. El PP tiene que entender que los gobiernos son legítimos aun cuando ellos no están en el Gobierno. Y nos iría mejor a todos.
-Hemos vivido la ascensión de Podemos y después la emergencia de Vox como contrapunto a Podemos. ¿Cómo ve el futuro a medio plazo de estas dos alas en los extremos que no habían existido con este protagonismo en 40 años de democracia?
-No compararía a Vox con Podemos. Y cuidado que yo soy del ala del PSOE más socialdemócrata. No son los compañeros de viaje que yo hubiera elegido y lo sabe quien me conoce aquí y lo sabe quien me conoce en Madrid. Pero no quiero comparar Podemos con Vox. Vox lleva un discurso del odio al máximo y es un gran problema para la política española. O logramos aislar los radicalismos o no va a venir bien a la política española y a los ciudadanos en general. Echo de menos que la política que está llevando ahora Cs no hubiera llegado antes, cuando Cs y PSOE pudieron sumar un Gobierno de centro izquierda de una estabilidad potente para nuestro país. Seguramente si ciudadanos y PSOE hubieran llegado a sumar ese Gobierno, ahora mismo muchos números que vemos en el Parlamento no serían tales. Estoy con el Partido Socialista totalmente de acuerdo en que el consenso no puede limitarse solo al grupo de la investidura, hay que buscar grandes consensos. Y yo buscaría consensos con Cs y con el PP en muchas cuestiones en las que la ciudadanía los reclama. Porque si al final no es así, las leyes nacen con una fecha de caducidad.
-No pensamos en ninguna ley concreta, ¿no?
-No. Pero creo que se está haciendo mucha demagogia con la Ley Celaá. No se están explicando bien las cosas. El tema de la educación especial y de la concertada se debiera de haber explicado mejor y la derecha está jugando con esa falta de explicación.
-Pero vuelve a padecer el mismo mal que las anteriores leyes educativas.
-El mismo mal. Independientemente que creo que es una ley infinitamente mejor que la ley Wert, vuelve a nacer con una falta de consenso fundamental para que esa ley perdure en el tiempo. Y eso al final es la comunidad educativa la que lo paga.