El consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, durante su intervención.A. MINGUEZA
«La democracia al margen del Derecho no es un principio»
JORNADA 'UNA CONSTITUCIÓN PARA TODOS' ·
El consejero de la Presidencia de la Junta defiende «que el que el texto constitucional sea elástico no significa que las acciones puedan romper su margen de flexibilidad»
A lo largo de sus 45 años de vida, la Constitución ha vivido varios momentos de amenaza, en los que se escuchó «que viene el lobo», pero luego no vino. Sin embargo, que no sucediera, como recordó Luis Miguel González Gago, consejero de la Presidencia de la Junta de Castilla y León, «no debe llevar a minusvalorar los peligros de una posible ruptura» de los principales preceptos que marcan nuestra Carta Magna y, en fin, nuestra democracia, teniendo en cuenta que «no cualquier opción que se baraje resulta inocua y barajable» a la hora de respetar el Estado social y democrático de Derecho que vino a consagrar.
Con ello, el consejero quiso hacer referencia al pacto de gobernabilidad alcanzado por Pedro Sánchez con las formaciones independentistas catalanas, que convierte lo que está al margen del derecho en un principio jurídico. «Algunos quieren amparar la vulneración en la democracia, pero la democracia al margen del derecho no es un principio ni puede serlo», aseveró González Gago, considerando que «la Constitución es el texto jurídico que protege la democracia» y que «no existe al margen de esta, pues no hay derecho donde no hay un derecho». Así, contravino la consideración que se le ha otorgado a los hechos amnistiados de que se realizaron con arreglo a un derecho democrático que la Carta Magna no otorga ni a las comunidades autónomas ni a quienes promovieron las acciones que el pacto de gobernabilidad ha validado. «En términos futbolísticos, (el acuerdo de gobernabilidad) ha dado validez al fuera de banda; bajo alguna pretensión de justicia, algunos argumentan que los hechos son asumibles y que la Constitución debe adaptarse al contexto de cada momento, pero que el texto constitucional sea elástico no significa que las acciones puedan romper su margen de flexibilidad ni hacer pensar que está permitido todo lo que no está escrito en la Constitución», refirió el consejero.
Con todo, lamentó González Gago que «algunos no hayan dejado títere con cabeza, afectando de lleno a las palabras mágicas: Estado social y democrático de Derecho», pretendiendo «inventar una amnistía o crear comisiones de investigación parlamentaria para instrumentalizar casos de una presunta persecución judicial», así como condonando deudas públicas y ampliando el concierto «solo a favor de unos pocos o, incluso, aceptando «poner sobre la mesa el derecho a un referéndum», que sería, en último término, el lobo llegando como la amenaza de fractura que algunos niegan que exista después del pacto alcanzado por el Gobierno con las fuerzas independentistas catalanas. Y es que, en su opinión, «que pueda no venir el lobo no debe excluir el miedo a las sombras».
El catedrático Fernando Rey, el consejero Luis Miguel González Gago, y el rector Ricardo Rivero, antes del inicio de la jornada 'Una Constitución para todos'.
A. MINGUEZA
La Constitución como garante de los avances conseguidos
La Constitución de 1978 se consagró «como la unión de nuestros padres para dejar a un lado las diferencias y comenzar una época de avances políticos, sociales y económicos» y fue «una manifestación de una capacidad de entendimiento hacia la armonía y de una mirada hacia adelante», de la que algunos han decidido apartarse «en esta crisis de los valores y principios que la inspiraron», como lamentó el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, que defendió en su alocución la Carta Magna como algo no solo dogmático, sino también «como una auténtica norma jurídica, la norma de las normas, reconocedora de derechos y obligaciones».
Como norma jurídica, «está en la cúspide del ordenamiento jurídico y es a la que debemos estar todos los poderes públicos, también las cortes generales», advirtió el consejero, que insistió en que la democracia «se desarrolla y se garantiza en las formas y cauces» que se contemplan en el articulado descrito hace 45 años y sus posteriores reformas, y aunque sea «de un contenido amplio, flexible e interpretable», estas circunstancias no deben llevar al legislador ordinario a convertirlo en un instrumento abierto que pueda amparar posturas que contravienen su articulado, tal y como podría suceder con la futura Ley de Amnistía. Así, para González Gago, es «una necedad negacionista contraria a derecho» negar que «solo está permitido lo que de forma expresa está previsto en la Constitución o, de forma paralela, lo que está en los cauces constitucionales», a los que fue dedicada la jornada organizada por El Norte de Castilla con el impulso de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Valladolid.
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