Castilla y León recupera los datos de mortalidad previos a la pandemia

Los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE) recién publicados, con fecha de hasta el 21 de agosto, detectan en la comparativa interanual del mismo periodo una gran caída de las defunciones, del 12,59%, en Castilla y León en comparación con el pasado año 2022 y no tan llamativa, pero siempre en descenso, en relación con cualquier ejercicio desde el estallido del covid hasta la actualidad.

Así, en estos ocho primeros meses de cada año, mientras en 2019 se acumularon 19.866 fallecimientos, en este 2023 son 18.853, poco más de un millar menos (1.013). Similares cifras registró 2021, con 19.261 muertes –408 más que ahora–; pero en 2022 se disparó la mortalidad hasta los 21.569 personas, 2.616 más que en la actualidad.

Aunque no se realizan demasiados estudios exhaustivos sobre las causas reales de estas curvas al alta o a la baja de los fallecimientos, es evidente que el exceso de vidas perdidas en 2020 están relacionadas con la pandemia y que las circunstancias sanitarias de tal periodo repercutirían en otras patologías al descender los cribados y medidas preventivas, las revisiones y las consultas.

Desde el 1 de enero de 2020, el sistema MoMo de monitorización de estos datos del Instituto Carlos III de Salud ha identificado en Castilla y León un exceso de muertes de 13.129 fallecimientos por todas las causas y 1.239 atribuibles a temperatura. Como es sabido, esta no es una contabilidad como la del INE sino que registra los incrementos de mortalidad relacionados con la esperada en busca de analizar las posibles muertes por calor o frío extremos.

Los datos del INE recogen 24.888 muertes acumuladas en el periodo de ocho meses de aquel fatídico año, y ello pese a que el covid comenzó a llevarse vidas en marzo y sobre todo abril.

En cuanto a los altos datos de 2022, el MoMo recoge 21.942 muertes 'observadas' de las 18.836 'esperadas' lo que supone un exceso de 3.105 casos y relaciona con las temperaturas 698 decesos. El resto no tiene una causa clara o explicada.

Bajan pues los fallecimientos en la comunidad de forma mucho más marcada que en cualquier movimiento poblacional previo a la baja. También lo hace en la media española pero de forma más moderada, del 8,3% el interanual nacional y se acerca también a los datos prepandémicos pero aún hay más mortalidad que antes del coronavirus. España contabiliza 286.271 muertes hasta finales de este agosto y sumó 8.311 más, hasta los 277.960, en el mismo periodo de 2019.

Por provincias, las nueve registran mortalidad a la baja en este 2023 comparado con el cerrado ejercicio, especialmente Soria (-18,81%); León (-17,1%); Salamanca (-15,7%); Palencia (-15,1%); Valladolid (-11,83%; Zamora (-11,44%), Ávila (-7,67%); Segovia (-7,32), y la que más óbitos mantiene es Burgos (-5,14%).

En cuanto a las defunciones por edad y sexo, obviamente a más avanzados años más fallecimientos. Desde los 85 duplican el tramo etario previo; pero mientras hasta los 79 predominan los hombres, entre los 80 y 84 casi se iguala aunque ellas mantienen mejores cifras y, lógicamente, a partir de dicho grupo etario la balanza cambia de sexo.

Hay muchas más mujeres de edades avanzadas que hombres por lo que la mortalidad es sobre todo femenina. Y supone el doble en la media española y algo más contenido el peso de fallecimientos de las féminas entre las nonagenarias castellanas y leonesas, pero en mayor número también.

Junto al covid, el año 2022 vio dispararse la mortalidad por un claro incremento del cáncer, los problemas de hipertensión y la diabetes, según las estadísticas del INE. Incluso por un aumento de los suicidios y trastornos psiquiátricos y no así de las demencias seniles que, en cambio, descendieron.

En dicho año, las principales causas de muerte fueron las enfermedades del sistema circulatorio y los tumores, con 8.003 casos y un descenso del 0,9% respecto al ejercicio anterior, y 7.513, y un aumento del 1,6%, respectivamente. Fueron las responsables del 25,5% y 23,9% de los fallecimientos en Castilla y León, en cada caso, según se recoge en las 'Estadísticas de defunciones según causa de muerte. Año 2022'. Castilla y León registró a lo largo del pasado ejercicio 31.390 defunciones (5.905 hombres y 15.845 mujeres), con un aumento del 5,9%, frente a una subida nacional del 2,7%, hasta las 463.133.

Este informe revela que la insuficiencia cardíaca fue la causa de defunción de 1.465 castellanos y leoneses, un 2,2% más que el año anterior; las enfermedades inquémicas hipertensivas mataron a 1.179 personas, con un aumento del 7,9%, y otras enfermedades del corazón acabaron con 1.547, con 2,3%.

Dentro de los tumores, destaca el maligno de la tráquea, bronquios y pulmón. Además, los datos muestran 1.424 fallecidos por enfermedades endocrinas y metabólicas, con un aumento del 1,7%; con 1.032 muertes por diabetes mellitus, que bajaron, en cambio, un 4,3%.

Además, los trastornos psiquiátricos y del comportamiento estuvieron detrás de 1.293 fallecidos, un 13,9% más que en 2021; con 1.224 vinculados a enfermedades orgánicas, demencias, que crecieron un 13,6%.

Las enfermedades de sistema nervioso y de los órganos de los sentidos fueron la causa de 1.557 fallecimientos, y crecieron un 8,7%. En cuanto a las dolencias del sistema digestivo, sumaron 1.651 muertes, con un crecimiento del 5,7%. Además, las enfermedades del sistema genitourinario estuvieron detrás de 1.178 defunciones, un 14,3% más que el año anterior. Por último, el informe del INE destaca que las causas externas de mortalidad mataron a 1.417 personas, un 19,7% más que el año anterior. Los suicidios subieron a 246 castellanos y leoneses se quitaron la vida, un 3,4 por ciento más, y 346 perdieron la vida por ahogamiento, sumersión o sofocación accidental, con un crecimiento del 31,6 %.

El estudio del INE destaca que los fallecidos por Covid-19 confirmado en la comunidad, sumaron 2.751 personas; lo que representa un crecimiento del 4% en relación a 2021, cuando en España fueron 31.559, un 20% menos que el año anterior.

Y ello porque el coronavirus mantuvo su agresividad con los más mayores, con 2.539 personas muertas con 70 y más años. Hubo 672 fallecidos con entre 90 y 94 años y 664 con entre 85 y 89.

Las causas de mortalidad de este 2023 aún están pendientes de análisis cuando finalice; pero algunos datos sanitarios ya apuntan a un descenso de nuevo de los suicidios y a un recuperado control asistencial de los cánceres y problemas cardiacos, entre otros factores. El coronavirus ya ha bajado considerablemente la mortalidad con respecto a los peores años de la crisis pero los datos del Portal de Sanidad aún revelan un millar de muertos en este 2023.