Otra defensa contra las garrapatas: mantener los solares desbrozados

«Los datos registrados en el año 2022 en la provincia de León producen inquietud, al haberse registrado en un solo año, localizados en la comarca de El Bierzo, tres casos de fiebre hemorrágica en humanos asociados a la picadura de una garrapata, uno de los cuales afectó a un agente del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) que falleció», explica Tomás Quintana en su escrito. Y recuerda que ello derivó en un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas que estimaba que un 10% de las cien garrapatas capturadas en los alrededores de Ponferrada portaban esta enfermedad. «Se trata de una de las tasas más altas de garrapatas con virus de fiebre hemorrágica que se ha documentado».

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A eso se añade la detección hace poco de un nuevo caso en el que se ha visto afectado un hombre en Salamanca.

Por ello, Quintana pide a las administraciones municipales y provinciales que velen «por el cumplimiento del deber legal de conservación que los propietarios tienen respecto de los terrenos y construcciones cuya titularidad ostenten, puesto que la proliferación de las garrapatas que advierten los expertos es muy probable que se produzca en los entornos urbanos, precisamente en solares no construidos y terrenos periurbanos que se hallan en estado de abandono».

Recuerda la oficina del Procurador del Común que los ayuntamientos tienen competencias para exigir el mantenimiento de los solares a sus propietarios. «Competencias que dan cobertura a la exigencia municipal del deber de conservación, conforme dispone la normativa urbanística, que pesa sobre los propietarios de terrenos y construcciones para garantizar la seguridad, salubridad y ornato público, ejerciendo si fuera preciso las potestades de ejecución forzosa e, incluso, disciplinarias si fuera preciso».

Al tiempo, los ayuntamientos son los responsables del control de plagas por otros medios, recuerda Quintana. Y pide ser estrictos especialmente «en los entornos de zonas escolares y de espacios de juegos en zonas de recreo».

Evitar que la vegetación se desmande y permita la proliferación de estos parásitos es uno de los medios para evitar la picadura y las posibles complicaciones que de ella se derivan. El Centro Superior de Investigaciones Científicas recuerda que «las garrapatas viven en ambientes húmedos, sobre todo dentro o cerca de áreas boscosas o cubiertas de césped». De este modo, es relativamente sencillo entrar en contacto con ellas «durante actividades al aire libre, campo, bosque , montaña o cuando camina entre un montón de hojas caídas o cerca de arbustos. Intente caminar por el centro de los senderos para evitar el contacto con las garrapatas».