David Castaño, el nuevo portavoz de Cs en las Cortes lleva la política en los genes

El nuevo portavoz de Cs en las Cortes de Castilla y León es de San Muñoz. La mención de este municipio salmantino va unida a uno de los accidentes ferroviarios más funestos de España. Fue en 1978, con un autobús escolar cruzando un paso a nivel. Dejó 31 fallecidos. «Se llevó por delante una generación», relata Castaño, que ha sido alcalde dos mandatos, uno con lista del PSOE y otro, de la Unión del Pueblo Salmantino. A ninguna de esas formación se afilió. Sí a Cs, a partir del 2014. En 2015 fue uno de los cinco procuradores que la formación sentó en las Cortes.

Diplomado en Ciencias Empresariales, ha sobrellevado estos años de escaño su labor parlamentaria con la dirección de una explotación de cereal y vacuno, en mitad del Campo Charro salmantino, de la que previsiblemente se hará cargo uno de sus seis hermanos. Ganará tiempo para una etapa en la que crece a nivel político. Perderá con el cambio ese olor a tierra que deja la arada cuando la vertedera abre surco. Si no el que más le gusta, de los que más.

Cuando David Castaño se puso en pie el martes y encendió el micrófono de su escaño para preguntar a Alfonso Fernández Mañueco si podía garantizar que la Junta no va a subir impuestos (casi seguro que conocía la respuesta, porque Cs y PP cogobiernan en Castilla y León), hizo uso de la palabra el portavoz natural de los naranjas. Por experiencia, perfil y soltura en el debate. Fue, junto con el leonés Manuel Mitadiel, hoy gerente de Sacyl, el procurador más solvente del quinteto de la legislatura pasada y lo era de los doce de esta, una vez que quedó claro Francisco Igea iba al Gobierno y no ejercería de portavoz en las Cortes.

Se quedó de adjunto a consecuencia del juego de equilibrios entre las dos corrientes de Cs, la oficialista y la igeísta, en el reparto de puestos en la Mesa de las Cortes y del grupo parlamentario, y una carambola de ida y vuelta, tras el movimiento de 'fichas' provocado por la salida de Germán Barrios de la consejería de Empleo y el nombramiento de Ana Carlota Amigo, le promociona ahora a portavoz.

De las dos almas de Cs en Castilla y León, él milita en la que siguió a Albert Rivera en la operación fallida de Silvia Clemente y a Inés Arrimadas en el pulso con Igea tras el desastre del 10-N. Es el secretario de Acción Institucional del partido. El tercer apoyo de una dirección que preside Luis Fuentes y maneja a efectos de organización Miguel Ángel González. «A ver si tanto llamarnos liberales, nos vamos a acabar convirtiendo en libertinos», replicó a Igea en el camino de las primarias que arrasó Arrimadas.

David Castaño se prodiga poco en redes sociales. Es de retuiteo moderado más que de tuitear, pero en su cuenta mantiene fijado un mensaje en defensa de la educación especial. Sus hijos, Carlota y Alejandro, encaran la vida con una discapacidad superior al 90% como consecuencia de una enfermedad rara.

La familia se mudó a Villamayor de la Armuña, en el alfoz de Salamanca, para estar cerca del colegio de los pequeños. «Plantear eliminar una educación que se adapta a la escolarización y atención que precisan los niños es no entender lo que de verdad es la Educación Especial», se duele el Castaño padre, que confiesa disfrutar del tiempo que pasa en casa, pero sin llegar a desconectar del Castaño político. El whatsapp tiene la culpa. Si le entra algún mensaje un domingo, puede que le pille viendo uno de esos espacios televisivos de aventureros perdidos en Alaska mostrando cómo sobreviven con una cámara tras ellos. La temática es apropiada para bregar en política.

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