Contabilidad de Castilla y León

La economía regional se frena con el gasto de los hogares en mínimos

El Producto Interior Brutode Castilla y León llegaba al trimestre de abril a junio con un crecimiento del 4,6% en el periodo de enero a marzo. El incremento en el segundo trimestre en comparación con el primero fue negativo, del -0,2%. creció un 2% interanual en el segundo trimestre de 2023. En la presentación de los resultados, el consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, ha reconocido la existencia de una «desaceleración» que, no obstante, se produce después de que el crecimiento del primer trimestre superase las mejores expectativas.

El sector primario sigue sufriendo los rigores climatológicos y vuelve a reflejar una tasa de crecimiento negativa, como viene sucediendo desde la histórica cosecha de 2020. Tras cerrar ese año con un crecimiento del 21,5%, el sector agrario se dejó el 10% en 2021 y el 12,7% en 2022. En el segundo trimestre de 2023 presentó un descenso interanual del 9,6%, superior al 8,8% del periodo inmediatamente anterior.

Sin llegar a sufrir retrocesos, el resto de sectores siguieron la misma pauta: la industria creció el 2,4%, cuando entre enero y marzo lo había hecho un 7,7%. Además, las ramas manufactureras apenas se anotaron un 0,9%, cuando en el periodo precedente habían registrado un avance del 4,6%. Algo mejor fue el comportamiento del suministro de energía.

La construcción, por su parte, se anotó una variación interanual del 3,3% en el segundo trimestre de 2023, dos décimas más que en el anterior; mientras que el conjunto del sector servicios registró un crecimiento interanual del 2,7%, también menor que en el anterior (5,1%). Las actividades de comercio, transporte y hostelería crecieron en menor medida que en el periodo precedente, mientras que las de administración pública, educación y sanidad sí aumentaron más.

El empleo reflejó una variación interanual positiva del 0,4%, dos décimas menos que en el trimestre anterior, con una mayor contracción en el empleo del sector primario, un mayor crecimiento en el de la industria y la construcción y una variación del 0% en los servicios.

El análisis desde la óptica de la demanda permite comprobar cómo en el segundo trimestre de 2023 la interna tuvo un crecimiento de solo el 1,8%, frente al 3,1% del trimestre previo. La contribución del sector exterior también cayó desde el 1,5% al 0,2%.

Dentro de los componentes de la demanda interna, el gasto en consumo final creció un 1,4%, menos que en el trimestre anterior (2,7%), por el menor crecimiento del gasto en consumo final de los hogares (0,7% frente al 2,6% del anterior periodo), compensado en parte por el mayor incremento del gasto de las Administraciones Públicas (3,1%, dos décimas más).

La inversión de las empresas (o formación bruta de capital) mantuvo un mayor dinamismo, ya que se anotó una variación del 3,2% en este trimestre (4,1% en el anterior), con crecimientos tanto en la inversión en bienes de equipo (3,5%) como en la construcción (2,9%).

Fernández Carriedo, que en la presentación de los datos destacó que la economía autonómica continúa creciendo por encima del a media nacional (1,8%) y de la Unión Europea (0,5%), también reconoció que la comunidad, como el resto de España, ha entrado en una etapa de desaceleración económica.

Al mismo tiempo, aventuró que las «prudentes» previsiones de crecimiento del PIB que incluyó la Junta en sus Presupuestos (2,6%) se cumplirán, dado que el crecimiento en el primer semestre ha sido del 3,3%. Descartó que, a pesar de la mala situación del sector primario, la economía autonómica pueda caer en recesión, aunque adelantó que los ritmos de crecimiento serán menores que los de los últimos trimestres.