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«La gente está crispada, para qué nos vamos a engañar», dice Ángel Corado, mientras coloca la pizarra con el menú del día que hoy sirve en el Mesón Buenavista, en Becilla de Valderaduey. Seis primeros y segundos a elegir. De sopa castellana a pisto ... con huevo, de lechazo asado a dorada encebollada. Diez euros sin café. «No va a haber piscina este verano, va a venir mucha más gente a pasar las vacaciones en el pueblo y el consultorio no abre. Esto del coronavirus nos está trastocando a todos», dice Ángel. Su local recuperó la actividad hace mes y medio, con el inicio de la desescalada. «Y los vecinos se preguntan. Si ya está abierto el bar, ¿por qué no viene el médico? Es muy difícil de explicar, que no haya consulta se ve muy raro», dice Rosa González, alcaldesa de Becilla (238 habitantes empadronados). «Antes, el consultorio funcionaba todos los días menos el miércoles. Ahora hay que pedir cita previa. Si es para recetas, te las dejan en la farmacia. Si no, tienes que ir a a Mayorga. Y ahí te las arreglas si no tienes vehículo», indica la regidora.
Álvaro Correjes es alcalde de Gallegos de Hornija (122 vecinos). Hasta hace dos años, el consultorio abría lunes, miércoles y viernes. Luego se eliminó un día (se quedó en martes y viernes). El temor es que esta crisis del coronavirus sirva de excusa para que el médico no acuda de forma cotidiana al pueblo y toda atención se haga a través de la cita telefónica. «O que nos quiten un día más y solo nos dejen uno a la semana», aventura Correjes. «La mayor parte de la gente que vive en el medio rural son personas mayores que no están acostumbradas a la cita previa, que no tienen forma de trasladarse hasta el centro de salud en Mota del Marqués», indica el alcalde de Gallegos. El portavoz del PSOE en la Diputación,Francisco Ferreira, calcula que hay «al menos cuarenta consultorios en la provincia» que, de hecho, están cerrados. Que no abren ni siquiera con cita previa porque siempre se pide al paciente que acuda al centro de salud más cercano. «Hace meses que los médicos no pisan por estos pueblos», asegura Ferreira, quien añade otra dificultad a la cita telemática, la mala cobertura telefónica y por Internet.
La razón esgrimida por la consejería para esta cita previa es evitar que en los consultorios pequeños se comparta espacio con posibles enfermos de coronavirus. «En estos momentos no hay previsión de obras que separen espacios.Como la mayoría de consultorios son muy pequeños, se ha establecido un sistema de cita con dos circuitos horarios:a primera hora para pacientes sin sospecha de covid-19 y, al final del día, para aquellos con síntomas compatibles con el coronavirus, para que se pueda hacer a continuación la limpieza del local y dejarlo listo para el día siguiente», aseguran desde Sacyl.
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