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La de este viernes fue una mañana muy larga en la sede de las Cortes, que puso de manifiesto lo que ya se preveía, que ... la legislatura será tensa. También que PP y Cs dan pasos hacia un «gobierno estable», como se pudo apreciar con la firma, allí mismo, de un acuerdo con cien medidas programáticas y con la votación al alimón para el reparto de puestos en la Mesa de las Cortes, pero con la constatación de que hay fricciones entre Francisco Igea y Alfonso Fernández Mañueco en el diseño de la futura Junta y el reparto de parcelas y de que toda la comodidad y la satisfacción que transmite el popular, le falta al dirigente naranja.
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«El PP no entiende que este es un Gobierno conjunto, no un Gobierno del PP apoyado por Cs. No vamos a dar soporte a un Gobierno del PP», remarcó Igea, que consideró imprescindible que su partido asuma la gestión de áreas significadas como la portavocía, y otras que implican regeneración política y transparencia, para que se visibilice que el Gobierno que presidirá Mañueco no es únicamente del PP. «Lo que nos ofrecen no nos lo parece, por eso no ha llegado el acuerdo», concluyó el dirigente de Cs, que avisó de que si ese acuerdo no llega, Castilla y León «tendrá un Gobierno estable. Si de nosotros depende». El tiro apuntaba al PSOE y en primera fila, como un periodista más, escuchaba las declaraciones de Igea (y las de los dirigentes de Vox, Por Ávila, UPL y Podemos, que le habían precedido) el redesignado portavoz popular en las Cortes, Raúl de la Hoz, quien auguró después que el acuerdo pendiente estará en días. En paralelo a estos tiempos que marcan los acercamientos y distancias entre los equipos de Mañueco y de Igea, de Pablo Casado y Albert Rivera, los 81 procuradores elegidos por los ciudadanos de Castilla y León el pasado 26 de mayo estaban citados para el pleno de constitución e inicio de la legislatura (la décima) a las once de la mañana. A ese acto institucional, plomizo en desarrollo, se sumó la firma del acuerdo programático entre PP y Cs a las diez, y casi dos horas de valoraciones de los portavoces de las siete formaciones que se sientan en el hemiciclo después de la hora y media de votaciones para elegir a los seis miembros de la mesa y del discurso del nuevo presidente, el procurador de Ciudadanos Luis Fuentes. No hubo sorpresas en la conformación de la Mesa de las Cortes. Los 41 procuradores que suman populares y naranjas cumplieron disciplinadamente la instrucción oficial durante la votación, por llamamiento, secreta y en urna. Luis Fuentes preside las Cortes con 41 votos frente los 37 que obtuvo la socialista Ana Sánchez, 35 del PSOE y 2 de Podemos. Los procuradores de UPL, Vox y Por Ávila, optaron por depositar tres papeletas en blanco.
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Sánchez será vicepresidenta segunda, tras volver a unir sus votos PP y Cs para hacer al segoviano Francisco Vázquez vicepresidente primero. Completan la Mesa de las Cortes el socialista José Francisco Martín, el popular Óscar Reguera y Marta Sanz, procuradora de Cs que recibió el apoyo pactado de ocho parlamentarios del PP. Hasta tres veces fueron llamados los 81 parlamentarios, tres menos que los 84 que cerraron el anterior periodo en marzo, para elegir presidente, vicepresidentes y secretarios, en un hemiciclo al que han incorporado una rampa para que la procuradora burgalesa del PSOE Noelia Frutos Rubio pueda acceder a su escaño en silla de ruedas.
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Desde el banco azul siguió la sesión el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y lo que queda de su Gobierno, que son cinco consejeros de nueve. El de Educación, Fernando Rey, aprovechó la interminable sesión para trabajar en un documento y Herrera, que por primera vez desde 1995 no es procurador autonómico, no aplaudió ni tras las votaciones ni en la jura del cargo por parte de Luis Fuentes. Ahí coincidió con la bancada del PSOE.
El ya presidente del parlamento autonómico definió su llegada al cargo como un indicio más de que «es tiempo de cambio» en Castilla y León y se reivindicó como «un candidato de consenso». Esas afirmaciones fuero recibidas con risas y sarcasmo por socialistas y algunos integrantes del grupo mixto y sonrisas entre procuradores populares que han compartido hemiciclo y tareas parlamentarias con él los últimos cuatro años. Tras animar a los nuevos procuradores a «salir de la burbuja» y «aportar soluciones» a los problemas de los castellanos y leoneses», Luis Fuentes levantó la sesión, de cuyo contenido informará al Rey, al Gobierno de España, al Congreso y al Senado, para iniciar el rodaje de la nueva legislatura.
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Los pasillos estuvieron muy concurridos. La sesión de estreno de la legislatura abarrota la sede de las Cortes de familiares que acompañan a los procuradores y que se suman a los diputados y senadores que acuden a los plenos institucionales y a las autoridades y representantes de organizaciones de la sociedad autonómica.
Los procuradores juran o prometen su cargo acatando cumplir la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Entre los parlamentarios de PSOE, PP y Cs se fueron sucediendo ayer los juramentos y las promesas según el modelo tradicional, en un hemiciclo en el que la banca socialista ha ganado espacio y se extiende por la parte central a costa del retroceso del PP y de Podemos. Eso se puede apreciar en una foto con un grupo de Cs más nutrido y del que ha salido IU. El color en juramentos y promesas lo aportaron los cinco procuradores del grupo mixto. «Por una Castilla y León feminista y unos pueblos vivos», añadió Laura Domínguez a su promesa. Su compañero de Podemos, Pablo Fernández, prometió «poner las Cortes al servicio de la ciudadanía en aras de conseguir una Castilla y León más justa, más digna y mejor, en la que las personas sean lo primero».
El procurador de UPL juró «por la autonomía de la región leonesa»; el de Vox, «por España» y el abulense Pedro José Pascual coló al final un «y por Ávila».
El debate político pasó del pleno, otra vez, al salón de recepciones. Antes de la sesión acogió la firma de Igea y Mañueco. Después, las valoraciones de los portavoces de las formaciones con escaño. Jesús María García-Conde del Castillo, procurador del Vox, avanzó que, siguiendo la línea de su formación en otras comunidades, él hablará en el hemiciclo de violencia intrafamiliar y no de género, calificación que sí aplicará a la ideología: «ideología de género». Estuvo respaldado por el secretario general de su partido, Javier Ortega Smith.
Pedro José Pascual Muñoz, expopular y procurador de la formación Por Ávila, avisó de que está abierto a apoyar a quienes garanticen inversiones para su provincia que atajen la «deuda histórica» provocada por el «estamento político que ha gobernado mi tierra todo este tiempo». Mayoritariamente ha sido el PP, partido en cuya lista autonómica ha concurrido en elecciones pasadas.
Luis Tudanca volvió a ejercer ayer de jefe de la oposición, con votaciones en las que los 29 escaños del PP y los 12 de Cs sobrepasaban a los 35 del PSOE. «La corrupción lleva también el nombre y los apellidos de quien firma con los corruptos», advirtió el dirigente del PSOE, al final de una mañana en la que Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Igea habían firmado el acuerdo programático para aplicar desde la Junta.
Luis Tudanca manifestó que los 35 procuradores del grupo mayoritario de las Cortes, el socialista, «vamos a trabajar sin debernos a nadie más que a la gente de Castilla y León», para aportar soluciones a «una tierra vaciada de gentes que algunos quieren vaciar también de principios». El dirigente socialista defendió que no van a defraudar en su trabajo parlamentario ni a los que votaron al PSOE ni a aquellos que «no nos votaron pero miran con repugnancia el espectáculo político que algunas fuerzas están dando. Nosotros vamos a estar a la altura del compromiso con Castilla y León, sin tutelas (de dirigentes nacionales) de nadie».
Francisco Igea, tras un pleno en el que los socialistas se autoaplaudieron y recibieron con un frío polar a los representantes de la Mesa de las Cortes de los otros partidos, especialmente con Luis Fuentes, ubicó ese comportamiento en la «adolescencia» de dirigentes «instalados en la supremacía moral, que nos tendrán que explicar en qué consiste. Nadie tiene la mayoría en este parlamento ni la verdad absoluta».
El abulense puede tomar lecciones de reivindicación territorial de Luis Mariano Santos, de UPL, que repite en el escaño. Completan el grupo en el que caen las formaciones que no llegan a cinco escaños los dos procuradores de Podemos. Pablo Fernández se puso a disposición del PSOE para una futura moción de censura al Gobierno que considera hecho de PP y Cs. Lo hizo tras subrayar que la firma del acuerdo programático una hora antes del pleno, en las Cortes, el día de la constitución de la Cámara, había sido una falta de respeto a la institución y aventurar que Igea ocupará en ese Gobierno «la Vicepresidencia de Tragaderas».
Igea y de la Hoz cruzaron mensajes sobre la distancia hasta el acuerdo final que, a pesar de las diferencias sobre el Gobierno, el de Cs confía en que llegue «a buen puerto» y Luis Tudanca cerró el micrófono lamentado que los naranjas «se empeñen en tirar por la borda las esperanzas de cambio». El socialista ni quiso tener en cuenta, por precipitado y extemporáneo, el ofrecimiento de moción de censura de Fernández. Le pareció revivir la amenaza en caliente de Javier Maroto (PP) contra el nuevo alcalde de Burgos. El deseo sincero de una colaborada de Herrera a un procurador conocido de Cs dibuja lo que puede ser la legislatura: «Enhorabuena y paciencia».
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