Condena unánime a la agresión al exalcalde de Ponferrada… Y vuelta a la crispación

En las Cortes de Castilla y León, donde se celebraba la Comisión de Economía y Hacienda, la portavoz socialista, Rosa Rubio, pidió que quedara reflejada en el Diario de Sesiones «la condena de este grupo parlamentario y del resto de los grupos presentes en esta comisión al ataque sufrido en Ponferrada» por el ex alcalde socialista. «Por parte de unos individuos sobre los que esperamos que caiga el peso de la ley sobre ellos, envueltos banderas españolas y profiriendo soflamas ultraderechistas», abundó. Y remató con «cuando uno siembra odio acaba recogiendo odio».

El presidente de la Comisión, el popular Alberto Castro, pidió adhesiones y señaló que «obviamente» hacían suya «esa condena». Y Pablo Fernández, de Unidas Podemos, manifestó una «condena expresa» y pidió una reflexión generalizada. «Los discursos de odio solo generan odio y violencia», argumentó. Su compañero en el Grupo Mixto, Francisco Igea, aprovechó su turno para mostrar su repulsa y después responsabilizar al PP por dar cobertura a los discursos de su socio, Vox, a quien atribuyó este clima crispado. «Cuando se pidió que se reprobasen esas actitudes [en las Cortes], que se impidiera que altos cargos, incluido el vicepresidente de la Junta, siguieran participando de esa política de acoso, el PP calló. Hoy hipócritamente se lleva las manos a la cabeza», dijo. Una intervención que propició que el presidente de la Comisión le llamara la atención por no ceñirse a la cuestión del debate.

Susana Suárez, que ejerció como portavoz de Vox en sustitución de Javier Carrera, se había limitado a señalar que su partido «también» se sumaba «a la condena contra la agresión del señor Olegario del PSOE de Ponferrada».

Ya lo había hecho con anterioridad Juan García-Gallardo (Vox), vicepresidente de la Junta, en sus redes sociales. «Condeno rotundamente esta agresión injusta contra Olegario Ramón. La violencia contra el adversario político no debe ser la respuesta. Oposición, toda. Violencia, cero». Sin embargo, después de que el resto de fuerzas, especialmente las de izquierdas, responsabilizaran a Vox por el clima que ha propiciado esta agresión, Gallardo se mostró más batallador. «Cero lecciones de nada y mucho menos de tolerancia de la banda corrupta socialista, con 140 años de historia criminal, que lidera un frente con los separatistas y ETA para destruir España. Serán derrotados sin violencia, con la fuerza de la verdad».

Vicente Andrés, responsable autonómico de Comisiones Obreras, rescató entonces en Twitter una foto del propio García-Gallardo megáfono en mano en una manifestación y señaló: «La agresividad verbal de los cargos públicos de la extrema derecha en Castilla y León se traduce en violencia física de sus bases».

Faustino Temprano, de UGT, también se pronunciaba al respecto de un suceso que considera «intolerable». Y más, añadía, con una violencia «vestida con la bandera que nos representa a todos y de la que algunos pretenden adueñarse».

Parecido mensaje lanzó Ana Sánchez, secretaria de Organización del PSOE autonómico: «¿Quién se ponía megáfono en mano a insultarnos en nuestras casas del pueblo? ¿Quién amenazó a periodistas? ¿Quién desde el Consejo de Gobierno en que le metió el PP fomenta políticas de odio al diferente?». Luis Tudanca, líder de los socialistas en Castilla y León, aseguró que la agresión no le sorprende. «Es el último paso en una escalada de violencia que tiene una causa, el discurso del odio y el enfrentamiento. Los insultos, el acoso a nuestras casas del pueblo, las amenazas, las coacciones que llevamos sufriendo meses los socialistas y que han sido alentadas por Vox y la extrema derecha y consentidas por el PP, que la ha metido en las instituciones».

Rosa Valdeón, que fuera vicepresidenta de la Junta con Juan Vicente Herrera (PP), calificaba la agresión con bochornosa y apuntaba directamente a la última proposición de ley auspiciada por el tándem de Gobierno PP-Vox: «A ver si esta barbaridad sirve, al menos, para que algunos recapaciten sobre su nueva visión de la concordia. Cuánto daño se está haciendo a Castilla y León».

Nicanor Sen (PSOE), delegado del Gobierno, condenó la agresión «enérgicamente» y rechazó «todas las posiciones antidemocráticas que enturbian el derecho de los ciudadanos al libre pensamiento y alteran una sociedad en la que todos debemos convivir en paz independientemente de cuáles sean nuestras ideas».

La cuenta oficial de Vox en las Cortes de Castilla y León ha reaccionado a este cúmulo de acusaciones con el retuiteo de vídeos de momentos en los que sus carpas informativas o acciones de campaña han recibido «el hostigamiento» de otras fuerzas. «8 de marzo de 2023, Lérida. Militantes de extrema izquierda atacan una mesa informativa de Vox en Lérida», era uno de ellos. Otro: «2 de marzo de 2023. Atacan nuevamente el coche del diputado de Vox en el Congreso, Francisco Contreras». Y otro más en Valladolid: «16 de enero de 2022, Valladolid. Tras el éxito de movilización de Vox en Valladolid, grupos de extrema izquierda atacan nuestras dos sedes en la ciudad con pintadas y rompiendo los cristales. El Gobierno y los medios lacayos señalan y sus terroristas callejeros actúan».

Carlos Menéndez, portavoz en las Cortes autonómicas, iniciaba la recopilación con un mensaje también replicado por la cuenta del grupo parlamentario: «Desde VOX sabemos lo que es sufrir agresiones continuas, el otro día en Bilbao donde estuve presente y lo sufrí, y hoy en Tarrasa. Por eso hoy, igual que siempre, condenamos todo tipo de violencia y respetamos el derecho de expresión y manifestación siempre que sea pacífica».