No todas las marcas están igual de afectadas por los retrasos y Fuenteolid, en la imagen, es una de las que menos. RODRIGO JIMÉNEZ

Comprar un coche nuevo cuesta ahora en Castilla y León 1.870 euros más que antes de la pandemia

Los concesionarios de la comunidad aconsejan anticipar las órdenes porque la entrega puede llegar a retrasarse ocho meses

Miércoles, 10 de noviembre 2021, 06:34

Los 39.078 turismos y todoterrenos matriculados en 2019 en Castilla y León costaron a sus compradores 683,1 millones de euros, lo que arroja una media de 17.481 euros por vehículo que, tras abonar el impuesto de matriculación da un coste final de ... 18.005 euros. Entonces llegó la pandemia, la intransigencia de la UE en levantar la mano en la descarbonización del parque y los problemas en la llegada de suministros con la consiguiente caída de producción. El resultado es que los 19.021 coches vendidos entre enero y septiembre de este año le han costado a sus nuevos propietarios (impuestos incluidos) una promedio de 19.874 euros, es decir 1.869 más.

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Los precios han subido por la inflación y por el desabastecimiento, pero no solo por eso. Las marcas priman de un tiempo a esta parte la llegada a los concesionarios de vehículos altos de gama. Un ejemplo: el coche más vendido en España en 2019 fue el Seat León, mientras que en lo que va de 2021 es el Seat Arona, que vale unos dos mil euros más.

Además, la acelerada e imparable marcha hacia la electrificación ha disparado la venta de híbridos, más caros que los de combustión. Una vez agitado, este cóctel se traduce en ese incremento del gasto del 10,4% en menos de dos años.

«Los problemas de abastecimiento de suministros son generalizados e importantes», explica Ángel Concejo, representante de la patronal de concesionarios (Faconauto) en Castilla y León. «Afectan, tal como estamos viendo todos los días, a muchos sectores y productos y, en el caso del automóvil, la falta de semiconductores y su repercusión en los ritmos de fabricación de coches es paradigmática».

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No se salva prácticamente ninguna marca. «La única diferencia es la estrategia de cada fabricante. Por ejemplo, Mercedes da prioridad a los segmentos más rentables, a los de gama alta, así que si quieres un clase A, tendrás más retraso. Stellantis está priorizando a los clientes particulares sobre el 'renting' y las empresas. Otras eligen una estrategia de mercados: mandan más coches a Europa o a Asia, según vendan más en uno u otro lugar».

Afecta a casi todas las marcas

En la región están afectadas casi todos los fabricantes y segmentos. «Diría que, hasta ahora, las que menos retrasos tenían eran KIA y Hyundai, por aquello de que sí tienen microchips, pero los retrasos son generalizados», concluye.

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Concejo, gerente de Vepisa, que vende varias marcas, reconoce que «los precios han subido mucho» y recuerda que «todo ha subido mucho: el hierro, el acero, las materias primas en general, la energía... La evolución de los precios es consecuencia de todo esto». Y otra cosa deben saber los interesados en cambiar de vehículo: «Mejor comprar ahora que el año próximo, porque en enero se activa la pospuesta subida del impuesto de matriculación».

Según cálculos de la patronal de fabricantes, Anfac, la nueva normativa de homologación de medición de emisiones incrementará el impuesto de matriculaciones en casi el 40% de los vehículos nuevos, para los que el tributo será el 5% más caro que ahora. No pagarán el impuesto los coches eléctricos y los híbridos enchufables, pero no los híbridos convencionales.

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Ángel Concejo, Grupo Vepisa y Faconuato: «La subida de precios se verá agravada en 2022 con el incremento del impuesto de matriculación»

Ahora mismo, el precio no es el único de los problemas que afronta el comprador de un coche. «No hay 'stocks' –advierte Concejo–. En nuestra actividad es habitual contar con un número mayor o menor de coches disponibles para acelerar las entregas pero ahora esto ha desaparecido. Afecta tanto al vehículo nuevo como al de ocasión». No hay coches de kilómetro cero, no hay coches que lleguen del segmento del 'rent-a-car' y no hay permutas. Ante la incertidumbre, ninguna de estas vías habituales de suministro quiere arriesgarse a desprenderse de sus flotas. Sencillamente, no los venden.

«Las perspectivas a medio plazo no están del todo claras. Parece que a partir del segundo semestre del año próximo podría recuperarse cierta regularidad en el abastecimiento de suministros, sobre todo los semiconductores. Pero aunque esto sucediera, en las entregas de los coches a los clientes seguirá habiendo esperas», señala el representante de Faconauto.

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Envejecimiento del parque

«A los consumidores estamos recomendándoles que planifiquen la compra con la mayor antelación posible. En condiciones normales, los clientes estaban acostumbrados a que desde el concesionario se les hicieran ofertas sobre la base del 'stock' existente. Ahora esto ha cambiado totalmente. Y algunos clientes preguntan entonces por la posibilidades de los coches de ocasión y se encuentran con que hay pocos y caros», explica.

Esto está teniendo un efecto colateral que los responsables de los concesionarios ven como muy preocupante. «Para aguantar el tirón, se están vendiendo coches cada vez más viejos, algo demoledor para las condiciones de un parque automovilístico como el nuestro, envejecido hasta el punto de que el total de coches en circulación presentan una media de 13 años de antigüedad».

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Existe demanda. En los concesionarios hay visitas y se percibe interés por parte de los compradores. «Es una situación insólita, porque una vez que superan las dudas sobre qué tipo de coche comprarse en un momento de transición ecológica como el actual, entonces se encuentran con que tienen que esperar meses para recogerlo», comenta Concejo, que concreta los retrasos en «cuatro meses por un utilitario normal y hasta seis u ocho por algunos coches determinados». «Cuando le dice a un cliente que tiene que esperar cuatro meses por un Corsa, no se lo explica».

Alberto Hidalgo, Fuenteolid: «No sufrimos escasez ni subida de precios; en el futuro, será el mercado el que lo dirá»

Pese a ser una situación generalizada, también hay excepciones. Así lo explica Alberto Hidalgo, responsable de Fuenteolid. «Nosotros no tenemos problemas más allá de algún pequeño retraso. La falta de semiconductores es una realidad, pero BMW está esquivándola gracias a su sistema de fabricación modular y a sus relaciones con los proveedores».

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En plena caída del mercado, ellos crecen: «En este momento, el 18% –concreta–. Pero es cierto que preferiríamos que le fuera bien a todo el sector, porque los problemas de uno afectan a todos».

Sobre los precios, en sus marcas (BMW y Mini) no ha habido subidas, asegura, ya que tampoco hay desabastecimiento. «En el futuro, con todo lo que se habla de las materias primas, el mercado dirá».

ERTE por causa de desabastecimiento

A la mayoría de concesionarios ya solo llegan automóviles que tengan comprador 'con nombre y apellidos'. «Si en esta situación –explica Ángel Concejo– mandas a la gente de ERTE, ni tienes coches ni generas pedidos». «Nos vemos obligados a conjugar 'lo que quiero' y 'lo que puedo' hacer. En mi caso tengo a todo el equipo trabajando a tope, generando pedidos. Tengo vendidos trescientos peugeots y estoy esperando que lleguen. Tengo las carteras llenas, algo que no me había pasado nunca». No obstante, el representante de Faconauto admite que su estrategia no es la generalizada: «Sí hay expedientes parciales de regulación temporal. Tenemos muchos costes y es un modo de abaratarlos. Algunos, diría que bastantes, tienen al 20% y hasta al 40% de la plantilla en ERTE para intentar ahorrar algo en salarios. Se trata de expedientes parciales y rotatorios», detalla.

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