Colapso en las ITV en el inicio de la prórroga de las inspecciones

Las capitales más afectadas por esta concentración de usuarios son Salamanca (ayer ya sin huecos libres hasta el 21 de agosto), Palencia (18 de agosto), Soria (11 de agosto) y Valladolid, donde no existe posibilidad de acudir a pasar la ITV antes del día 6 de ese mismo mes en las instalaciones de Itevelesa en el Polígono de San Cristóbal ni antes del día 11 en las del Polígono de Argales.

En todas esas ciudades puede haber conductores que se encuentren con un problema legal si pretenden circular con normalidad con sus vehículos durante el verano, ya que para aquellos que aún no han renovado su ITV, si esta se cumplió en las primeras semanas del confinamiento, la primera quincena de agosto será la fecha en la que expire la moratoria que concedió el Gobierno a la extinción de las licencias.

Según la Orden Ministerial publicada el 15 de mayo que ampliaba la prórroga de la validez del certificado de inspección técnica periódica de los vehículos, todas las ITV que caducasen durante el periodo de alarma (del 14 de marzo al 20 de junio) disponen de una validez extra de 30 días naturales a partir del pasado domingo además de otras quince jornadas por cada semana transcurrida desde la imposición del estado de alarma hasta la fecha de vencimiento del certificado.

Así, un vehículo cuya ITV se extendiera hasta la primera semana de restricciones (entre el 14 y el 20 de marzo) dispone a partir del pasado día 21 de 45 días para pasar el nuevo examen, lo que retrasa su fecha límite hasta el 4 de agosto. Los que tuvieran una pegatina que caducaba entre el 21 y el 27 de marzo tendrán 60 días (hasta el 19 de agosto) y así sucesivamente hasta que el 1 de marzo del próximo año termine la moratoria para los que tenían los papeles en vigor hasta el 20 de junio, que disponen de 30 días naturales más 15 periodos extra de 15 días.

Resignación y mucha paciencia se respiraban ayer a las puertas de las dos ITV de Valladolid, donde a media mañana una quincena de coches esperaban a acceder a cada una de esas instalaciones. Dentro, los conductores se encontrarían con la obligación de utilizar mascarilla y guantes y con algunos cambios en los protocolos que llevan a cabo los técnicos. La inspección se mantiene tal y como era antes de la pandemia, aunque ahora son los propios usuarios los que realizan, por ejemplo, las pruebas para comprobar el buen estado de los cinturones de seguridad. También se han delimitado y señalizado los espacios para ayudar a respetar la distancia de seguridad.