El precio de los coches de combustión sube el 35%, el triple que el IPC

Para paliar en lo posible los efectos de la subida, la organización recomienda a los conductores la receta clásica: buscar modelos que estén en oferta o en 'stock' y comparar precios, ya que el ahorro puede alcanzar un 20% sobre el precio oficial. Pero también llama la atención sobre la mayor estabilidad que presentan los modelos híbridos y eléctricos. Son más caros, pero a medio plazo terminan saliendo más baratos. Según el estudio comparativo, el Renault Captur (30.160 euros) el modelo híbrido enchufable más asequible, cuesta casi lo mismo que el modelo más económico de entonces; mientras que el eléctrico más barato, el Dacia Spring (17.905 euros), cuesta un 18% menos que el modelo eléctrico más barato de hace cinco años. Mientras, el Dacia Sandero, el modelo de menor precio en el mercado español, ha pasado de costar, incluyendo descuentos oficiales, 7.035 euros en 2017 a 9.990 euros en 2022, es decir, un 42% más.

Entre los modelos más vendido de las 15 marcas más importantes de España, solo dos han mantenidos sus precios por debajo del IPC general acumulado: el BMW X1 y el Mercedes GLC. Las mayores subidas la presentan el Volkswagen Polo, con el 64%; el Opel Corsa, con el 69%; y el Hyundai Tucson, que llega al 89%.

Con precios oficiales de la web de Renault, una misma versión del Captur que la marca francesa fabrica en Valladolid (techno) cuesta un mínimo de 22.698 euros con motor de gasolina TCe 67 kW (90CV); 25.833 euros con motor TCe 103 kW (140CV); 27.876 euros si es el modelo E-Tech híbrido 105 kW (145CV); y 32.446 si se trata del E-Tech híbrido enchufable 117 kW (160CV).

La OCU pide a la UE que invierta en la industria de los microchips y a las administraciones españolas que inviertan en ampliar la actual red de estaciones de carga rápida, ya que «favorecer el uso del coche eléctrico pasa necesariamente por la presencia de una cada 50 kilómetros».

Hace unas semanas, el primer ejecutivo de Renault, Luca de Meo, reclamaba a las autoridades europeas «un poco más de tiempo» para gestionar la puesta en práctica de las nuevas normas y objetivos de emisiones «sin crear daños colaterales». «Queremos asegurarnos de que la gente se pueda permitir comprar nuevos vehículos asequibles. Si no ralentizamos las regulaciones, la gente se seguirá comprando coches usados y mantendrá los coches viejos en circulación», advertía De Meo.